Las leyes de Brasil prohíben actividades extractivas, como la minería, en tierras demarcadas como indígenas. Pero el presidente Jair Bolsonaro intentó cambiar esto al presentar en 2016, cuando era diputado, el proyecto de ley 191/2020, que permitiría “la exploración de recursos minerales, hídricos y orgánicos en tierras indígenas”. Este miércoles, en su cuenta de Twitter, Bolsonaro defendió esta iniciativa en el contexto de la guerra en Ucrania.

El gobernante afirmó que esa crisis puede afectar la venta de fertilizantes a base de potasio que Brasil compra hoy a Rusia, y consideró que explorar tierras indígenas para conseguir ese mineral podría resolver esa carencia.

“En 2016, como diputado, hablé sobre nuestra dependencia del potasio de Rusia. Cité tres problemas: ambiental, indígena y el de a quién pertenecía el derecho exploratorio en la cuenca del río Madeira [que es uno de los principales afluentes del Amazonas]”, escribió Bolsonaro en Twitter. “Nuestro proyecto de ley Nº 191, de 2020, permitiría “la exploración de recursos minerales, hídricos y orgánicos en tierras indígenas”, manifestó. De esa manera, “una vez aprobado, se resuelve uno de esos problemas”, dijo.

El presidente agregó: “Con la guerra Rusia-Ucrania, hoy corremos el riesgo de la falta de potasio o el aumento de su precio. Nuestra seguridad alimentaria y el agronegocio [...] exigen de nosotros, Ejecutivo y Legislativo, medidas que nos permitan la no dependencia externa de algo que tenemos en abundancia”. Lo que preocupa a Brasil es que se registren dificultades en la salida de cargueros de puertos rusos o que las sanciones impuestas por países occidentales impacten en ese flujo comercial.

Según señaló el diario Folha de São Paulo, Rusia es el segundo productor mundial de potasio y es responsable de 19% del mercado internacional. Es también, de acuerdo con la agencia Efe, el principal proveedor de cloruro de potasio a Brasil en cuanto a los montos de la comercialización. En 2021, 34% del total de dinero destinado a la importación a Brasil de ese producto fue para Rusia, aproximadamente 1.400 millones de dólares. Además, ese país vende a Brasil otros fertilizantes, nitrogenados y fosfatados.

La ampliación del comercio del potasio entre los dos países fue uno de los asuntos que trataron Bolsonaro y el presidente ruso, Vladimir Putin, cuando se reunieron a fines de febrero en Moscú, poco antes de que comenzara la invasión de Rusia a Ucrania, que el presidente brasileño evitó condenar directamente.

Un informe reciente citado por la revista Carta Capital y elaborado por la Articulación de los Pueblos Indígenas de Brasil y Amazon Watch concluye que si el proyecto de ley que promueve Bolsonaro fuera aprobado podría causar la pérdida de más territorios de la Amazonia. El mismo informe señala que la deforestación batió récords durante el gobierno de Bolsonaro y creció 65% en 2021 con respecto a 2018. De acuerdo con los datos oficiales, en 2021 se perdieron 13.235 kilómetros cuadrados de vegetación en la Amazonia.

El proyecto de ley 191/2020 busca reglamentar la minería en territorios indígenas sin que el Congreso deba discutir si es constitucional. Esa iniciativa fue frenada porque el Ministerio Público la consideró inconstitucional, el año pasado. Además de causar daños ambientales y a los pueblos originarios, el proyecto presenta problemas prácticos, señaló Folha, porque el potasio disponible es de difícil extracción, y requeriría grandes inversiones para sacarlo.