Ucrania amaneció este viernes con la noticia de que un bombardero ruso había impactado la central nuclear de Zaporiyia, una de las cuatro que hay en el país y la más grande del continente. El ataque provocó un importante incendio en la planta ubicada en el centro del país, que afectó una de las unidades de la central, pero una hora más tarde quedó bajo control y no se registraron víctimas fatales, dijo el portavoz de la planta, Andrei Tuz, en un vídeo publicado en la cuenta de Telegram de la empresa.

Por el momento, las autoridades ucranianas señalaron que la central nuclear no corre peligro ya que el ataque impactó sobre un edificio dedicado a la formación de recursos y sobre un laboratorio, y el incendio no llegó a afectar el equipamiento principal.

Sin embargo, el control de la estación ya no está en manos ucranianas. Según informó el regulador nuclear del Estado, las tropas militares rusas tomaron el control de la central nuclear, mientras el personal especializado continúa trabajando para garantizar el funcionamiento de la planta, informó Efe.

Por su parte, la Organización Internacional de la Energía Atómica (OIEA) aseguró que según los reportes de control ucranianos no hubo cambios en los niveles de radiación en la central tras el ataque. “Los sistemas de seguridad de los seis reactores de la central no se han visto afectados y no ha habido emisión de material radiactivo”, detallaron en su cuenta de Twitter, y agregaron que se reportaron dos personas heridas.

Zelenski: “Rusia quiere repetir Chernóbil”

El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, emitió un mensaje en video tras el ataque: “Esos tanques están equipados con cámaras térmicas, saben dónde disparan. Se habían preparado para esto. Hago un llamamiento a cualquiera que conozca la palabra 'Chernóbil'. Rusia quiere repetir Chernóbil, pero multiplicado por seis”.

Recordó que en total Ucrania tiene 15 reactores nucleares y reiteró que la amenaza de Rusia de iniciar un enfrentamiento nuclear es cada vez menos un discurso, y ya pasa a ser una posibilidad real. “Es la primera vez en la historia de la humanidad que un Estado terrorista ha recurrido al terror nuclear. No es una amenaza, ahora es real. Hay que detener de inmediato al ejército ruso. Si hay una explosión, será el final de todo. El final de Europa. Habrá que evacuar Europa. No permitamos que Europa muera en esta catástrofe”, suplicó.

Amenaza nuclear

Desde la OIEA advierten que la planta construida en 1985 por la Unión Soviética necesita mantenerse abierta y operativa con sus especialistas trabajando. “Es de vital importancia mantener la capacidad de los equipos operativos para garantizar la seguridad. Además, las cadenas de suministro vitales deberían seguir estando disponibles para asegurar que los servicios, equipos y componentes necesarios puedan llegar a las instalaciones nucleares de Ucrania en todo momento, por ejemplo, para llevar reparaciones de emergencia”, advirtió el director de la OIEA, el argentino Rafael Grossi.

“El personal de todas las instalaciones nucleares debe poder trabajar y descansar. Hago un llamamiento a quienes tienen el control efectivo de esos emplazamientos para que no cometan ningún acto que pueda comprometer su seguridad o someterlos a presión indebida”, imploró la OIEA.

La organización presta especial atención a los “cementerios radiactivos”, espacios donde hubo actividad radiactiva que puede seguir presente en los suelos. En particular preocupa la zona de Chernóbil, que desde la semana pasada está en manos rusas y se convirtió en zona de guerra. La preocupación está puesta en que no se mueva el sarcófago que recubre el reactor 4, que explotó el trágico accidente”.

Rusia se dirige al próximo objetivo ucraniano

Este viernes los jefes militares ucranianos confirmaron que a poco más de 300 kilómetros de la central de Zaporiyia, en la ciudad costera de Odesa, al sur de Ucrania, hay movimiento del convoy marítimo ruso. La flota rusa del Mar Negro salió desde Crimea y ya se encuentra en las inmediaciones de la principal ciudad costera ucraniana.

Según un comunicado del Ministerio de Defensa ucraniano, al menos cuatro grandes buques de asalto anfibio y tres equipados con misiles se dirigen a Odesa. Esto implica grandes complicaciones para el comercio por el Mar Negro, que ya estaba altamente afectado por este conflicto; de hecho, en muchos países, el hundimiento de un carguero de Estonia este jueves al chocar contra una mina se tomó como una señal de que se debería frenar el movimiento.