El exvicecanciller Carlos Foradori deberá brindar ante los legisladores explicaciones sobre las acusaciones de haber firmado en estado de ebriedad, en 2016, durante el gobierno de Mauricio Macri, un acuerdo por el cual Argentina se comprometía a “remover todos los obstáculos que limiten el crecimiento económico” de las islas Malvinas.

La borrachera del funcionario y la firma del documento en esas condiciones fue revelada en un libro autobiográfico publicado por Alan Duncan, quien por entonces se desempeñaba como ministro británico de Estado para Europa y las Américas de la Secretaría de Relaciones Exteriores y la Commonwealth.

Según un anticipo del libro, publicado en el sitio DeclassifiedUK, consignado por Perfil, Duncan recuerda que las conversaciones con Foradori previas a la firma del acuerdo se realizaron en la sede diplomática británica en Buenos Aires.

“Bajo la residencia de la embajada hay una fabulosa bodega, muy bien iluminada, con las paredes forradas de botellas de merlot. El escenario es bastante agradable para una reunión y nos juntamos allí con Carlos Foradori, el viceministro de Asuntos Exteriores”, escribió Duncan. “Fue un buen telón de fondo diplomático para las delicadas negociaciones para asegurar la obtención de vuelos adicionales a las Malvinas; por millones de razones se requiere la cooperación de Argentina para cualquier conexión que pase por tierra firme”, agregó el exdiplomático. “A medida que una botella tras otra iba pasando de la pared de la bodega a la mesa, las negociaciones mejoraban. A eso de las dos de la mañana nos dimos la mano con un acuerdo general”, narró Duncan, y contó que al día siguiente Foradori llamó al embajador británico, Mark Kent, para decirle que no recordaba con precisión los detalles de lo que había firmado.

El acuerdo, sumamente favorable para los intereses británicos en detrimento de los reclamos de soberanía argentina sobre las islas, impuso condiciones como “remover todos los obstáculos que limitan el crecimiento económico y el desarrollo sustentable de las islas Malvinas”, según recordó Página 12. Entre estos elementos incluyeron “comercio, pesca, navegación e hidrocarburos”. Eso habilitó que los británicos desarrollaran más negocios en las islas, como una licitación en 2019 para la exploración y explotación de los hidrocarburos en el Mar Argentino. Además, con el acuerdo firmado por el funcionario macrista, Reino Unido impuso más vuelos desde el continente a Malvinas, y una nueva ruta, San Pablo-Malvinas, con una escala en Córdoba.

En 2016, poco después de que se conoció el acuerdo, se generó un enorme revuelo a nivel político y Foradori tuvo que ir al Congreso a dar explicaciones. El exjerarca dijo que lo que se había firmado era una declaración y no un acuerdo; sin embargo, en la parte del comunicado referida a Malvinas se repiten las palabras “se acordó” cinco veces, incluyendo las que le despejaron el camino a Reino Unido para la explotación de la pesca y el petróleo. 

Ahora, ante el escándalo que desató la situación, la cancillería argentina que lidera Santiago Cafiero dispuso el inicio de una investigación interna para esclarecer la veracidad de las expresiones del exministro británico y en función de ello determinar “posibles incumplimientos de los deberes de funcionario público”.

En los hechos, desde que asumió la presidencia en 2019, la administración del presidente Alberto Fernández llevó a cabo una serie de acciones para “dejar sin efecto todas las cuestiones prácticas y los acuerdos posteriores que se derivaron del comunicado conjunto emitido en septiembre de 2016”, detalló la Secretaría de Malvinas, Antártida y Atlántico Sur.