Cuando se acerca el 50º día del inicio de la invasión de las tropas rusas a Ucrania, las acciones bélicas están en un momento de baja intensidad, mientras se espera una fuerte ofensiva de las fuerzas ocupantes en el este del país para las próximas semanas.

En este sentido y según consignó el diario inglés The Guardian, el gobernador de la provincia de Lugansk, Serhiy Gaidai, instó este martes a todos los residentes a evacuar la zona lo antes posible utilizando los corredores humanitarios acordados. En un mensaje en sus redes sociales, Gaidai escribió: “Cada día la situación empeora. Tome sus artículos esenciales y diríjase al punto de evacuación”.

También este martes y después de varios días sin realizar declaraciones públicas, el presidente ruso, Vladimir Putin, brindó un discurso en el que defendió la guerra contra Ucrania y puntualizó que su gran objetivo es “ayudar a la gente del Donbás”, la región del este del país donde concentra ahora Rusia sus ataques. De acuerdo a lo que informó El País de Madrid, Putin remarcó que en su primer anuncio de la guerra fijó como meta ayudar a los separatistas prorrusos de la zona oriental de Ucrania, y advirtió que no se detendrá hasta conseguirlo.

“Así será, no hay duda”, expresó Putin, quien habló acompañado del presidente bielorruso, Aleksandr Lukashenko, durante una visita al cosmódromo Vostochni, situado en la provincia oriental de Amur, junto a la frontera china, a 8.000 kilómetros de Moscú. Putin realizó esta visita al centro espacial en el marco de la celebración del Día de la Cosmonáutica, en conmemoración del primer viaje espacial tripulado por un hombre, Yuri Gagarin, quien realizó tal proeza el 12 de abril de 1961.

Hablando sobre la incursión de las tropas rusas en Ucrania, el mandatario sostuvo que buscan unos objetivos “muy claros y nobles”. Además, desestimó las acusaciones de crímenes de guerra contra Rusia al afirmar que los hechos ocurridos en la ciudad de Bucha, cerca de Kiev, donde centenares de civiles fueron asesinados, es “una operación de bandera falsa”, pese a las evidencias en contra de las tropas enviadas por Moscú. Según informó la agencia rusa TASS, la situación en Bucha le recordó a Putin las acciones realizadas durante la guerra en Siria para acusar al gobierno de Damasco liderado por Bashar Al-Asad, figura muy cercana al presidente ruso, de usar armas químicas. “Entonces resultó ser una operación de bandera falsa. En Bucha también hay una operación de bandera falsa como esa”, expresó Putin.

“Nuestros oficiales participan en una operación militar especial en Donbás, en Ucrania, donde ofrecen su ayuda a las repúblicas populares de Donetsk y Lugansk. Actúan con valentía, de manera competente, y utilizan eficazmente las armas más modernas”, aseguró el presidente ruso. A pesar de que calificó lo que está pasando en Ucrania como “una tragedia”, Putin remarcó que la confrontación con el país vecino, dada la situación, era inevitable.

“Simplemente no había otra opción, era sólo cuestión de tiempo cuando comenzara. Eso es todo”, dijo Putin.

Si bien inicialmente pocos eran los que preveían una guerra larga, esta posibilidad parece ahora más que factible. Al respecto, el presidente francés, Emmanuel Macron, dijo en una entrevista con el semanario Le Point que Putin “decidió que no se detendrá” con su guerra porque “necesita una victoria militar”, aunque reconoció que “Ucrania no se someterá”. Macron se refirió en particular a la situación que se vive en la ciudad de Mariúpol, en la región del Donbás, que sigue bajo control de los ucranianos a pesar de la gran ofensiva rusa contra dicha localidad situada sobre el Mar de Azov. Según el mandatario francés, Mariúpol representa para Putin “quizás una obsesión porque es un símbolo de Ucrania que se le opone”. Además, Macron se mostró muy poco optimista respecto a un acuerdo de paz en este contexto. “Creo muy poco en nuestra capacidad colectiva para ponerlo en una mesa de negociaciones a corto plazo”, expresó el presidente galo.

Aliado de Putin capturado y una nueva fase en la guerra

Este martes el Servicio de Seguridad de Ucrania informó sobre la captura de Viktor Medvedchuk, el aliado más cercano de Putin en Ucrania, que había estado escondido desde que huyó de su arresto domiciliario en los primeros días de la guerra. En el tuit en el que dio cuenta de su detención, el Servicio de Seguridad agregó que Medvedchuk vestía un uniforme del Ejército ucraniano como “disfraz”.

Medvedchuk, un abogado y empresario multimillonario de 67 años, es el líder de la Plataforma de Oposición por la Vida, el partido de oposición más grande de Ucrania. En marzo este fue uno de los sectores políticos que el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, prohibió debido a sus vínculos con Rusia. Las autoridades ucranianas habían puesto a Medvedchuk bajo arresto domiciliario, pero escapó tres días después de que Rusia invadiera Ucrania el 24 de febrero. Su paradero había sido desconocido hasta el anuncio realizado este martes. En la noche, durante su habitual mensaje a la población, Zelenski propuso a Putin intercambiar a Medvedchuk por prisioneros ucranianos.

Por su parte, las autoridades europeas siguen de cerca lo que está pasando en el frente de batalla, y el jefe diplomático de la Unión Europea (UE), el español Josep Borrell, dijo en una conferencia de prensa en Madrid que la ofensiva rusa que se espera en los próximos días en el Donbás abre “una nueva fase” en el conflicto.

Con esta ofensiva “se entra en otra nueva fase de la guerra [...] una guerra de posiciones, fuera de la ciudad, a campo abierto, con medios masivos”, afirmó Borrell, quien dijo que este nuevo contexto podría obligar a replantear la capacidad defensiva ucraniana. En esta línea, informó Efe, Borrell afirmó que la UE seguirá dando apoyo económico a Ucrania para la compra de armamento.