En su discurso ante el Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, pidió este martes a la entidad que actúe en forma inmediata y llamó a reformar el funcionamiento del organismo para que el derecho de veto de Rusia, miembro permanente del Consejo de Seguridad, no siga siendo un “derecho a matar” en Ucrania.
Zelenski denunció además que “cientos de miles” de ucranianos fueron enviados a Rusia en forma forzosa y volvió a hacer responsable al gobierno de Vladimir Putin de las supuestas atrocidades cometidas por las fuerzas rusas en la localidad de Bucha, cerca de Kiev, escenario de una presunta matanza de civiles. Según aseguró, “no hay un solo crimen que [los rusos] no cometiesen” en dicha ciudad, donde Zelenski denunció que los rusos asesinaron a civiles “por placer”.
Ante esto, el presidente ucraniano pidió que los líderes del Kremlin “sean llevados ante la Justicia por crímenes de guerra”, ante un tribunal internacional en un formato similar a los juicios de Núremberg contra altos funcionarios nazis después de la Segunda Guerra Mundial.
Por su parte, el secretario general de la ONU, el portugués António Guterres, dijo que “nunca olvidará las horribles imágenes de civiles asesinados” en Bucha. Durante la sesión del Consejo de Seguridad, el diplomático lusitano dijo que la guerra en Ucrania es “uno de los mayores desafíos de la historia” para el “orden internacional”. La subsecretaria general de la ONU para asuntos políticos y de consolidación de la paz, la estadounidense Rosemary DiCarlo, dijo que entre los crímenes atribuidos a las tropas rusas en Bucha se incluyen denuncias de “violaciones en grupo y violaciones frente a niños”.
Mientras tanto, el Kremlin se mantuvo firme en su postura respecto de los hechos ocurridos en Bucha, donde centenares de civiles fueron asesinados y enterrados en fosas comunes, y aseguraron que la versión de las autoridades ucranianas es una “falsificación monstruosa” destinada a “denigrar” al Ejército ruso. El portavoz presidencial, Dmitry Peskov, dijo además durante una conferencia de prensa que los comentarios de Joe Biden este martes pidiendo que Putin sea juzgado por crímenes de guerra eran inaceptables e indignos de un líder estadounidense.
En cuanto a la guerra en sí, las operaciones de las tropas rusas prosiguen y, según afirmó el secretario general de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), el noruego Jens Stoltenberg el martes en Bruselas, se está “en una fase crucial de la guerra”. El jerarca afirmó que las tropas rusas se están reabasteciendo antes de lanzar un ataque sobre el sur y el este de Ucrania, con el objetivo de conquistar toda la región del Donbás.
“En las próximas semanas, esperamos un nuevo impulso ruso en el este y el sur de Ucrania, intentando tomar todo el Donbás y crear un puente terrestre hacia la Crimea ocupada. Esta es una fase crucial de la guerra. Este rearme llevará algo de tiempo, pero después veremos una gran ofensiva en Donbás. En esta etapa es importante dar apoyo a las tropas ucranianas y es lo que harán los aliados”, afirmó Stoltenberg, cuyas declaraciones fueron recogidas por eldiario.es.
Por otra parte, tanto Estados Unidos como la Unión Europea (UE) preparan una nueva serie de sanciones contra Rusia. La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, dijo que su gobierno anunciará nuevas sanciones este miércoles. “Apuntarán a los funcionarios del gobierno ruso, a sus familiares, a las instituciones financieras de propiedad rusa, también a las empresas estatales”, dijo Psaki en una conferencia de prensa.
Según informó el portal Público, la Comisión Europea presentó este martes el quinto paquete de sanciones contra Moscú. La principal novedad es que en esta ocasión la UE por primera vez abrió la posibilidad de establecer un embargo sobre el carbón ruso, una medida que prevé privar a Moscú de 4.200 millones de euros al año. De todas maneras, por el momento el bloque no tomó la decisión de dejar de comprar petróleo y gas, bienes que generan los mayores ingresos de Rusia.
Desde el 24 de febrero, día del inicio de la invasión rusa a Ucrania, la UE transfirió a Moscú 713 millones de euros por pagos de carbón. Pero la cifra es ínfima si se la compara con las transacciones por petróleo y gas. El bloque comunitario pagó a Rusia 9.000 millones en concepto de petróleo y 9.642 millones por el gas en estos 41 días de guerra, según cifras actualizadas del Centre for Research on Energy and Clean Air.
Al hacer la presentación de las nuevas sanciones, la presidenta de la Comisión Europea, la alemana Ursula von der Leyen, dijo que “Rusia está librando una guerra cruel y despiadada, también contra la población civil de Ucrania. Necesitamos mantener la máxima presión en este momento crítico”.