Una vez más, un integrante de la familia Marcos gobernará Filipinas. Ferdinand Bongbong Marcos, hijo del fallecido dictador homónimo, se postuló a la presidencia y obtuvo cerca de 60% de los votos, de acuerdo a un recuento provisional automático que publicaron las autoridades electorales filipinas. Pese a que su triunfo era evidente, este lunes el dirigente de 64 años no quiso declarar su victoria hasta que se conocieran los resultados oficiales.

La familia Marcos gobernó Filipinas durante más de 20 años, desde el 30 de diciembre de 1965 hasta el 25 de febrero de 1986. En 1971 el dictador Ferdinand Marcos impuso una ley marcial y, según datos de Amnistía Internacional, detuvo a más de 70.000 opositores, torturó a unos 35.000 y mató a 3.240. Mientras tanto, la familia Marcos acumuló una fortuna estimada entre 5.000 y 10.000 millones de dólares mediante prácticas de corrupción. La pobreza creció en el país mientras la esposa de Marcos, Imelda, se hacía famosa por su enorme colección de zapatos, además de por la gran influencia política que tenía sobre su esposo. La pareja tuvo tres hijos: María Imelda Josefa, Ferdinand e Irene Victoria. Fue durante la dictadura de su padre que Ferdinand hijo comenzó su carrera. En 1980, con apoyo del gobernante, decidió entrar a la política. Primero fue vicegobernador de la provincia de Ilocos Norte, con sólo 23 años, y luego gobernador, desde 1983 y hasta que su familia fue apartada del poder y debió huir de Filipinas, expulsada por una revolución popular pacífica, y recibió asilo del entonces presidente estadounidense Ronald Reagan en Hawái.

Regreso político

En 1991, la presidenta filipina Corazón Aquino permitió a la familia Marcos volver al país, lo que hizo posible que Bongbong, como se lo conoce allí desde niño, retomara su carrera política y se convirtiera en congresista. En 1998 fue electo gobernador de Ilocos Norte y ocupó el cargo durante nueve años, según recordó la agencia Efe. También señaló que fue condenado por evasión fiscal en 1999. De hecho, el regreso que promovió Aquino tenía por objetivo que la familia que había gobernado el país rindiera cuentas ante la Justicia.

Ferdinand Marcos hijo después volvió a ser congresista y senador, e incluso intentó ser vicepresidente, cargo para el que se postuló en 2016, pero perdió esas elecciones. Ese año fue elegido Rodrigo Duterte como presidente y Leni Robredo como vicepresidenta.

En las elecciones de este lunes, que terminaron con el mandato de Duterte, todo indica que el cargo de vicepresidenta quedará en manos de su hija, Sara Duterte-Carpio, alcaldesa de Davao. Los comicios para ambos cargos se realizan en forma separada, por lo que es habitual que presidente y vicepresidente no pertenezcan a la misma formación.

Según los números primarios, también ella obtuvo cerca de 60% de apoyo de los votantes. Desde hace varios años y gracias a su enorme fortuna obtenida en forma ilícita, la familia Marcos vino desarrollando una campaña para reescribir la historia de Filipinas y mejorar su imagen, y esta práctica se ha intensificado en los últimos tiempos. Las redes sociales eliminaron numerosas cuentas por actividad de desinformación y la campaña se enfocó en gran medida en transmisiones en directo.

Si se confirman los números primarios de la victoria de Marcos, el dirigente se convertirá en el primero en ser electo por mayoría absoluta en el país en tres décadas, y habrá duplicado en votos a su rival más cercana, Leni Robredo. En Filipinas basta tener más votos que los demás candidatos para ganar las elecciones; no hay segunda vuelta. Con ese peso electoral, Marcos llegaría al cargo para reemplazar a Duterte, que ha gobernado con un estilo autoritario y con una declarada guerra al narcotráfico como consigna, que provocó miles de muertes y numerosas violaciones a los derechos humanos, según denunciaron tanto entidades locales como organismos internacionales.

Violencia electoral

La violencia también se pudo ver en la jornada de elecciones. Un hombre disparó en forma indiscriminada contra un centro de votación y mató a cuatro guardias, en el municipio de Buluan, en el sur del archipiélago. También hubo un ataque en la provincia de Lanao del Sur, donde hombres armados mataron a una persona e hirieron a otras dos. Además, en la víspera de las elecciones, el domingo de noche, cinco granadas estallaron frente a un centro de votación en Datu Unsay, otro municipio de la provincia de Mindanao, como los anteriores.