Contrariamente a lo que se especulaba, en su discurso de este lunes en la Plaza Roja de Moscú en el marco de la conmemoración del Día de la Victoria, en el que se recuerda el triunfo del Ejército rojo sobre la Alemania nazi en 1945, el presidente ruso, Vladimir Putin, no hizo ningún anuncio sobre la guerra en Ucrania, aunque sí, obviamente, se refirió a ella y enumeró los hechos que, a su criterio, justificaron lo que en el país se denomina oficialmente “operación militar especial”.

Putin defendió la intervención en Ucrania expresando que las acciones que impulsaba la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) habían alcanzado un nivel de “amenaza obvia” para la seguridad nacional de Rusia.

Según consignó Europa Press, en su alocución el líder del Kremlin recordó a históricas y emblemáticas personalidades de la iconografía bélica del país, dijo que “defender el país es algo sagrado” y alabó a los militares rusos que combaten actualmente “por la población en [la región ucraniana de] el Donbás y por la seguridad del país”. Putin remarcó además que su gobierno “propuso en diciembre un acuerdo de seguridad entre Rusia y Europa”.

“Rusia pidió a Occidente un diálogo honesto para lograr soluciones razonables y de compromiso, teniendo en cuenta los intereses de todos. Fue en vano. No quisieron escucharnos. Tenían planes completamente diferentes”, argumentó el mandatario ruso.

Mientras tanto, en Europa también fue un día de celebración, aunque muy moderado, porque este lunes se recordó el Día de Europa, evento realizado cada 9 de mayo en conmemoración de un acuerdo entre Alemania y Francia de 1950 que se considera el origen de la actual Unión Europea (UE), según recordó el diario madrileño El País.

En ese marco y hablando en forma virtual hacia el Parlamento de la UE, el español Josep Borrell, el jefe de la diplomacia europea, se manifestó a favor del envío de armas a Ucrania porque “sin ellas no se ganan las guerras”. “Ya que no vamos a intervenir y no vamos a enviar tropas, que los muertos los están poniendo ellos, al menos ayudémoslos con medios materiales”, dijo descarnadamente Borrell ante los legisladores.

Por su parte, el presidente francés, Emmanuel Macron, advirtió que un posible acuerdo de paz deberá lograrse, aunque sin humillar a Rusia. “Tenemos una paz a construir. Tendremos que hacer esto con Ucrania y Rusia alrededor de la mesa. Pero esto no se hará con negación, ni con la exclusión de unos a otros, ni siquiera con la humillación”, dijo Macron en una conferencia de prensa posterior a una conferencia sobre el futuro de Europa, en la ciudad francesa de Estrasburgo.

Poco antes, al hablar ante el Parlamento Europeo, Macron dijo que “cuando la paz vuelva a suelo europeo, tendremos que construir nuevos equilibrios de seguridad” sin “caer nunca en la tentación ni en la humillación, ni en el espíritu de venganza”, afirmó, haciendo clara referencia a los acuerdos firmados luego de la derrota alemana en la Primera Guerra Mundial, que engendraron, entre otras cosas, el germen de la Segunda Guerra.

Paralelamente, según informó el portal Euronews, coincidiendo con el Día de Europa, el presidente del Consejo Europeo, el belga Charles Michel, viajó a la ciudad de Odesa, el gran puerto ucraniano sobre el Mar Negro, desde donde envió un mensaje de ánimo y apoyo al pueblo ucraniano.

En un momento de la visita, Michel tuvo que buscar refugio debido a un bombardeo ruso con misiles contra la ciudad, que después de semanas de tranquilidad está sufriendo desde hace al menos cinco días esporádicos ataques de las fuerzas enemigas.

En ese contexto Michel expresó: “El Kremlin quiere derrotar su espíritu de libertad y democracia, pero estoy totalmente convencido de que nunca tendrán éxito. Queridos amigos ucranianos, vine a Odesa en el Día de Europa con un mensaje simple: no están solos. Estamos con ustedes”.