Argelia informó este miércoles que suspendió el Tratado de Amistad, Buena Vecindad y Cooperación con España, acuerdo que había sido firmado en 2002. El gobierno del país norafricano que lidera Abdelmadjid Tebboune expresó en un comunicado su posición debido a la “injustificable” postura que adoptó en marzo el gobierno de Pedro Sánchez respecto de la situación de la República Saharaui.

“Las autoridades españolas han emprendido una campaña para justificar la posición que han adoptado sobre el Sahara Occidental, una violación de sus obligaciones legales, morales y políticas como poder administrador del territorio que pesan sobre el Reino de España”, expresa el texto difundido por el gobierno argelino, consignado por el portal Público.

Las tensiones entre Argelia y Madrid comenzaron en marzo, cuando el gobierno de Pedro Sánchez, dando un giro en la postura histórica de España sobre la cuestión, se posicionó a favor del plan de autonomía propuesto por el gobierno de Marruecos para el Sahara Occidental, excolonia española también conocida como República Saharaui.

La propuesta marroquí plantea que el Sahara Occidental funcione como una región autónoma, con libertad para tomar algunas decisiones, pero siempre dentro de la órbita del gobierno central de Rabat. Esto descolocó totalmente a los argelinos, que son firmes defensores de la autodeterminación del pueblo saharaui.

Este miércoles el presidente español estuvo en el Congreso, donde dio explicaciones sobre el cambio de postura, que en los hechos fue consecuencia de la presión que ejerció Marruecos. La crisis entre Rabat y Madrid empezó en junio de 2021, cuando se hizo público que el líder del Frente Polisario, el movimiento independentista saharaui, Brahim Gali, había sido trasladado a la ciudad española de Logroño para ser tratado tras contraer covid-19. Como respuesta, Marruecos promovió el ingreso de miles de personas en las ciudades españolas de Ceuta y Melilla, ubicadas ambas en territorio marroquí, generando una crisis migratoria en el lugar.

Ante ello, en marzo el gobierno de Sánchez dio su aprobación al plan marroquí, lo cual generó rotundas reacciones tanto dentro de España como a nivel internacional.

El miércoles ante los parlamentarios, de acuerdo a lo que consignó eldiario.es, Sánchez defendió su cambio de posición. “47 años de conflicto irresuelto en torno a la cuestión saharaui deberían ser suficientes para entender que tenemos que mover nuestras posiciones”, expresó el mandatario, que sostiene que cualquier solución tendrá que contar con el beneplácito de ambas partes y de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Por eso sostiene que su decisión no supone, de ninguna manera, un abandono del pueblo saharaui. Sánchez también se refirió a la cuestión migratoria como “uno de los grandes desafíos”. “España no va tolerar la instrumentalización de la tragedia como arma de presión”, afirmó el presidente español, quien agregó que en el marco del nuevo relacionamiento con Marruecos se acordó el cese de “acciones unilaterales” como las que se produjeron en Ceuta y Melilla.

Horas más tarde y luego de conocida la decisión argelina de dejar sin efecto el tratado de amistad, que no supone una ruptura de relaciones, desde la cancillería española lamentaron la decisión del país africano al que afirmaron seguir considerando “un país vecino y amigo”. Según informó el diario El Mundo con base en fuentes del Ministerio de Relaciones Exteriores, España lamentó la decisión adoptada por Argelia y reafirmó “su compromiso pleno con el contenido del Tratado y los principios que lo informan”. Además, desde el gobierno se aseguró que Argelia, que es el principal exportador de gas hacia el territorio español, cumplirá con los contratos firmados sobre este aspecto.