“No nos olvidemos de que debemos estar unidos, porque cuando nos dividieron ganó [Mauricio] Macri”, dijo el presidente argentino Alberto Fernández en un acto realizado este miércoles por la Confederación de Sindicatos Industriales en el marco del 77° aniversario de la fundación del Sindicato de Mecánicos y Afines del Transporte Automotor (Smata).

El mandatario remarcó que “los compañeros que plantean disidencias no pueden ser los enemigos”, una declaración que se enmarca en la dura interna abierta desde hace largo rato en la coalición oficialista Frente de Todos, con él de un lado y la vicepresidenta Cristina Fernández del otro.

“Entre nosotros no están los enemigos, sino que son los que sumieron a los argentinos en la crisis”, dijo Fernández continuando su argumentación contra el macrismo, de acuerdo a lo que informó eldiario.ar. “¿Cuál es el problema de que un compañero presente una disidencia? En el fondo todos creemos en una Argentina justa, libre y soberana”, agregó el presidente, quien además mencionó a la vicepresidenta, a quien hace tres meses que no ve en forma personal.

“Néstor y Cristina empezaron a desarrollar universidades en distintos lugares en todo el país”, dijo Fernández, quien ya pensando en las elecciones del año que viene apuntó: “Cuando alguien nos quiera hacer pelear, acuérdense de la marcha: todos unidos triunfaremos”, en alusión a la tradicional canción peronista.

Fernández también acusó a Macri de “decir barrabasadas” en sus recientes apariciones en medios de comunicación y apuntó contra algunos de ellos, sobre los que dijo “que son los mismos que intoxican la cabeza de los argentinos y hablan de los argentinos que están afuera haciendo cosas, cuando nosotros nos quedamos acá poniéndole el pecho a la pandemia”.

El mandatario recordó también que la administración que él encabeza “tuvo que renegociar la deuda” con el Fondo Monetario Internacional “en medio de una pandemia” y en un país “sin Ministerio de Salud”, que había sido cerrado durante la gestión de Macri.

Organizaciones sociales y de izquierda se movilizaron para reclamarle al gobierno de la ciudad de Buenos Aires asistencia para las ollas populares

Miles de personas se concentraron este miércoles en el Obelisco y posteriormente marcharon hacia la sede del gobierno de la ciudad de Buenos Aires, ubicada en el barrio Parque Patricios, para reclamarle al Ejecutivo de la ciudad, que preside Horacio Rodríguez Larreta, asistencia para los comedores populares que, según afirman los organizadores del evento, están “desbordados” por personas de todas las edades desocupadas o con trabajos precarios.

“Desde hace meses venimos reclamando al gobierno de [Horacio Rodríguez] Larreta nada más ni nada menos que asistencia alimentaria para los comedores populares que se encuentran desbordados de jubilados, niños, jóvenes sin trabajo o con trabajos ultraprecarios con salarios que no alcanzan para cubrir la canasta alimentaria”, expresaron en un comunicado las entidades convocantes, entre las que se encuentran sectores de izquierda y organizaciones sociales como Polo Obrero, Barrios de Pie/Libres del Sur, el Movimiento Territorial de Liberación Rebelde, el Movimiento Teresa Rodríguez y la Agrupación 17 de Noviembre.

Según declaraciones de los organizadores de la movilización consignadas por la agencia Télam, “como lo mostró la impactante marcha federal en todo el país por trabajo y salario, los ingresos de la población trabajadora son castigados por una inflación descontrolada, que alcanzó el 30% en los alimentos durante el primer cuatrimestre, por los aumentos de tarifas y los alquileres. Detrás de esto está el brutal ajuste que se descarga sobre la población trabajadora para pagar al Fondo Monetario Internacional”.

Según la última medición realizada por la Dirección General de Estadística y Censos (DGEYC) de la ciudad de Buenos Aires, dada a conocer a mediados de mayo, la pobreza multidimensional en la capital argentina alcanzó en el cuarto trimestre de 2021 a 21,6% de la población. De acuerdo a la DGEYC, “el Índice de Pobreza Multidimensional representa una medición de la pobreza con un enfoque integral”, y se considera “pobre multidimensional” a quien tenga carencia de por lo menos dos de estas cinco variables: alimentación; salud y cuidados; vivienda y servicios; equipamiento del hogar, y privación social y educación.

Por zona geográfica, los contrastes de pobreza muestran diferencias enormes: en el sur, donde se ubican los barrios porteños más pobres, el índice llega a 37,2%, en la parte central de la ciudad el número es de 19% y en el norte sólo 8% de los pobladores son pobres.