Durante la tarde de este lunes se instaló en Quito una mesa de negociación entre representantes del Ejecutivo y de los otros poderes del Estado con los representantes de la Confederación de Nacionalidades Indígenas de Ecuador (Conaie), la principal entidad impulsora del paro y las movilizaciones callejeras que comenzaron en Ecuador hace 16 días.
En una publicación en su cuenta de Twitter la Conaie expresó que impulsarán acciones para lograr sacar adelante los diez puntos que vienen sosteniendo en su plataforma desde el comienzo de la movilización: reducción del precio de los combustibles; renegociación de deudas; precios justos en determinados productos básicos; generación de empleo y respeto de los derechos laborales; limitación de las áreas dedicadas a la minería; respeto a la educación intercultural; detención de las privatizaciones; políticas generales de control de precios; salud y educación y seguridad y protección.
“Llamamos a nuestras bases movilizadas a estar en vigilia”, se expresó además desde la Conaie en el comunicado en el que se anunció el inicio del diálogo. Desde la entidad se remarcó que en esta mesa de negociación no se hizo presente el presidente Guillermo Lasso.
En las últimas horas del domingo en un intento por aplacar la enorme crisis social que hay en su país, el mandatario había anunciado una rebaja en el precio de los combustibles de diez centavos de dólar -la moneda estadounidense es la oficial en Ecuador-, pero la medida fue rechazada por la Conaie. El presidente de la entidad, Leónidas Iza, calificó la rebaja como “insuficiente e insensible”. Además, en un comunicado consignado por Radio Pichincha, la organización indígena afirmó: “Nuestra lucha no cesa ni tampoco el derecho a la resistencia, y la protesta sigue vigente; pese a las amenazas de criminalizarnos y perseguirnos seguimos firmes en nuestra convicción para que en Ecuador la vida digna no sea privilegio de unos pocos”.
Estas palabras hicieron alusión al clima de violencia que se agudizó en los últimos días de la protesta, con una intensa represión por parte de las fuerzas de seguridad que costó la vida de al menos cinco personas.
Mientras las negociaciones entre el gobierno y la Conaie prosiguen, el martes se retomará en la Asamblea General la sesión en la que se estaba tratando la destitución de Lasso, presentada por parlamentarios del sector opositor Unidos por la Esperanza (Unes), quienes acusan al mandatario de ser el responsable de la “grave crisis política y conmoción interna” que vive el país desde el inicio de las movilizaciones. La sesión comenzó el sábado y se viene realizando en forma virtual, prosiguió el domingo, pero fue pospuesta cuando aún quedaban por hablar 20 legisladores.
La destitución del mandatario requiere 92 de los 137 votos en la Asamblea General, lo que hace ver como muy difícil que se apruebe la remoción de Lasso, ya que, si bien la oposición tiene la mayoría, está dividida, y Unes, el sector afín al expresidente Rafael Correa que promueve la salida de Lasso, no llega a 50 escaños.
Cuando concluya toda la ronda de argumentaciones, los diputados tendrán un máximo de 72 horas para votar.