Un documento que enumera 90 iniciativas para la “reconstrucción de Brasil”, que sirve como base del programa de gobierno, fue enviado en las últimas horas por el equipo de campaña de la fórmula que componen el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva (Partido de los Trabajadores) y el exgobernador de San Pablo Geraldo Alckmin (Partido Socialista Brasileño) a sus sectores aliados.

Según informó el portal Brasil de Fato, las propuestas se enfocan principalmente en la recuperación económica de manera sustentable y en el desarrollo social. En el texto enviado se afirma que la política económica actual es la principal culpable del deterioro de vida de millones de brasileños, de la inestabilidad y de los notorios retrocesos en la producción y en el consumo.

“El desempleo y la subutilización de la mano de obra se mantienen en niveles extremadamente altos mientras la precariedad avanza y la industria languidece”, se afirma en el documento base.

En el texto se busca establecer compromisos para poder implementar reformas laborales y tributarias, la revocación del techo de gasto público, el combate al acaparamiento de tierras en la Amazonia, el aumento del salario mínimo, el mayor alcance de las políticas sociales y la promoción de la equidad racial. “El trabajo estará en el centro de nuestro proyecto de desarrollo. Defendemos la derogación de la reforma laboral llevada a cabo durante el gobierno de Michel Temer y la construcción de una nueva legislación laboral, basada en la negociación tripartita”, se señala en el documento.

Como se dijo, este texto es un documento base y será modificado y detallado, porque Lula y Alckmin debatirán algunos puntos con varios sectores de la sociedad civil antes de presentarlo a la Justicia Electoral, en agosto.

El programa de gobierno es coordinado por el economista Aloizio Mercadante –un referente del PT, que ocupó varios cargos ministeriales durante los gobiernos de Lula y de Dilma Rousseff–, quien actualmente está al frente de la Fundación Perseu Abramo, un think tank afín al sector izquierdista. Una de las líneas principales del programa es que tiene la intención de poner fin al ciclo económico neoliberal que comenzó en Brasil luego del golpe de Estado contra Rousseff, en 2016. Según informó el diario Valor Económico, que accedió al documento, el programa, en el aspecto económico, descarta las privatizaciones de empresas públicas, impulsa la creación de un nuevo régimen fiscal y pretende una acción más activa para regular el tipo de cambio.

El plan enviado a los partidos aliados, según explicó Mercadante, “contiene las principales ideas iniciales en relación a cada tema” y no contempla propuestas específicas, ya que estas serán discutidas e incorporadas a la versión final del plan de gobierno.

En el documento se aboga por la derogación de la regla del tope de gastos, porque se entiende “que es disfuncional y perdió totalmente su credibilidad” y que su revocación debe ser un medio para “volver a poner a los pobres y trabajadores dentro del presupuesto”. En lugar del tope al gasto público, el texto propone “un nuevo régimen fiscal que tenga credibilidad, previsibilidad y sostenibilidad, que tenga flexibilidad y garantice la acción contracíclica”.

Las privatizaciones, como se dijo, no están contempladas y en cuatro casos se explicita empresas que bajo ningún concepto pueden quedar por fuera del control del Estado: las petroleras Petrobras y Pré-Sal Petróleo SA (PPSA), Eletrobrás, entidad encargada de la generación y distribución de energía eléctrica en el país, y la empresa postal Correios. De acuerdo a la información obtenida por Valor Económico, en el texto no se menciona explícitamente la posibilidad de revertir ventas de ciertos sectores de Petrobras realizadas durante el actual gobierno de Jair Bolsonaro, aunque no se descarta que este paso se pueda dar.

“En el caso de los precios de los combustibles y las tarifas eléctricas, es necesario implementar políticas que involucren la consideración de los costos de producción en Brasil, los efectos en los presupuestos de los consumidores y la expansión de la capacidad productiva sectorial”, se afirma también en el texto.

Por estos días el expresidente Lula tuvo que posponer su agenda debido a que, tanto a él como a su flamante esposa, Rosângela da Silva, popularmente conocida como Janja, les fue diagnosticado covid-19. Medios brasileños recordaron que esta es la segunda vez que el líder petista contrae el virus. La primera fue durante un viaje a Cuba entre diciembre de 2020 y enero de 2021.