La decisión del gobierno estadounidense de no invitar a Cuba, Nicaragua y Venezuela a la IX Cumbre de las Américas marcó este encuentro, que fue inaugurado por el presidente Joe Biden la noche del miércoles y que termina el sábado. A esas ausencias se sumaron las de mandatarios que decidieron no asistir como muestra de rechazo a las exclusiones: el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, el boliviano, Luis Arce, y la hondureña, Xiomara Castro.

“Volvamos a unirnos y renovemos nuestra convicción de que la democracia no sólo es el rasgo definitorio de la historia americana, sino un ingrediente esencial de los futuros americanos”, pidió Biden en la ceremonia de apertura, en Los Ángeles. “No hay ninguna razón por la cual el continente americano no pueda ser seguro, próspero y democrático, desde el norte de Canadá a la punta sur de Chile. Tenemos todas las herramientas que necesitamos”, manifestó, y agregó que “pase lo que pase en el mundo América siempre será la prioridad de Estados Unidos”.

Más temprano, los cancilleres de varios países se habían referido a la polémica sobre los países excluidos. “Ya se había discutido hace diez años, en Cartagena de Indias, en 2012, y se llegó a que se invitaría a Cuba, cosa que sucedió en Panamá [en 2015]”, dijo el canciller mexicano, Marcelo Ebrard, que pidió a Estados Unidos que impulse “otro tipo de relación en las Américas”, basada en el “respeto mutuo”.

“Debemos trabajar todos, pero debemos estar todos”, dijo su par de Honduras, Enrique Reina. Por su parte, el primer ministro de Belice, John Briceño, consideró “inexcusable” e “incomprensible” que Washington no invitara a la cumbre a Cuba, Venezuela y Nicaragua.

A su vez, el canciller argentino, Santiago Cafiero, dijo que “repartir sanciones y bloqueos van en la dirección contraria a la búsqueda de herramientas efectivas para combatir la desigualdad”. Agregó que “la equidad es, más que nunca, la base de la estabilidad política, de la democracia profunda y de la armonía en las relaciones internacionales”.

“Por esto, el compromiso sobre gobernabilidad democrática que se ha trabajado en esta cumbre no podrá alcanzarse si persisten las sanciones y medidas unilaterales que aún se llevan adelante en nuestra región, aunque los hechos vislumbran que han fracasado y sólo han generado sufrimiento en la población”, dijo.

“En la misma dirección, si las instituciones que están llamadas a promover la integración, el desarrollo y el diálogo equivocan el camino, alcemos la voz”, señaló el canciller, y manifestó que “la OEA no debe nunca más legitimar procesos de desestabilización, no debe verse involucrada en un golpe de Estado como recientemente sucedió en Bolivia”.

En la noche del jueves, en su intervención en la cumbre, el presidente argentino, Alberto Fernández, también aludió a los países ausentes y al papel de Estados Unidos. “Cuba soporta un bloqueo de más de seis décadas impuesto en los años de la Guerra Fría, y Venezuela tolera otro mientras que una pandemia que asola a la humanidad arrastra consigo millones de vidas”, dijo, según citó la agencia Télam.

Fernández manifestó que hubiera “querido otra Cumbre de las Américas”, y advirtió que el “silencio” de los países ausentes interpela a los que sí asistieron. “Para que esto no vuelva a suceder, quisiera dejar sentado para el futuro que el hecho de ser país anfitrión de la cumbre no otorga la capacidad de imponer un ‘derecho de admisión’ sobre los países miembros del continente”, dijo.

Este jueves Biden fue consultado por periodistas acerca de si le preocupa el boicot de varios presidentes a la cumbre; respondió con un “no”. En la tarde, en su discurso de la primera sesión plenaria de la cumbre, el presidente estadounidense destacó: “Las propuestas de mi gobierno, que estamos deseosos de debatir con ustedes [...], creo que son propuestas que están años luz de lo que vimos de la anterior administración estadounidense”. Durante su discurso insistió en el concepto de democracia, a la que consideró un “sello distintivo” del continente. “Es nuestro deber demostrar el poder que tienen las democracias para producir resultados cuando las democracias trabajan unidas”, insistió.

Por otra parte, destacó la necesidad de cambiar las políticas y las soluciones para atender problemas que se volvieron “urgentes” en los últimos años, como la crisis climática.

En la noche del miércoles, durante su discurso de apertura de la cumbre, confió en que se firmará este viernes una declaración sobre migración que permitirá articular un “nuevo enfoque” con una “responsabilidad” compartida por todos los países del continente, señaló la agencia Efe. “La declaración representará un compromiso de todos para encontrar una solución razonable y mejorar la estabilidad”, dijo Biden.