La crispación que viene siendo la nota predominante en la campaña electoral brasileña previa a los comicios del 2 de octubre sumó este miércoles un nuevo capítulo, cuando el presidente Jair Bolsonaro atacó una vez más a las máximas autoridades judiciales del país y también a su contrincante político, el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, a la vez que hizo un nuevo llamado a los civiles a armarse.

En un evento organizado en Brasilia por la Confederación de Agricultura y Ganadería de Brasil, entidad que nuclea a las principales empresas y referentes del agronegocio en el país, el líder ultraderechista dijo “que el pueblo armado jamás será esclavizado”.

Frente a un auditorio muy favorable, que en su mayoría lucía prendas con los colores amarillo y verde y que celebraba ruidosamente cada una de sus intervenciones, Bolsonaro utilizó un pasaje bíblico del Evangelio de Lucas para criticar a los ministros del Supremo Tribunal Federal, la máxima instancia judicial del país.

“No somos corderos. Nosotros tampoco queremos ser un lobo. Pero tampoco queremos ser corderos de dos o tres”, dijo el mandatario según informó O Globo. Aunque no mencionó nombres, los dichos del presidente hacen una referencia implícita a Alexandre de Moraes, Edson Fachin y Luís Roberto Barroso, los ministros a quienes Bolsonaro ve como sus principales adversarios dentro del órgano judicial.

De acuerdo a lo que recordó el portal Carta Capital, al comienzo de esta semana en un evento organizado por la Federación de Bancos Brasileños en la ciudad de San Pablo, Bolsonaro atacó a Lula, pero evitó recurrir a lenguaje obsceno o a términos excesivamente duros, ya que el público presente no mostraba la adhesión que sí fue ostensible en el acto del miércoles, que, sin ambages, tuvo las características de un evento político partidario. En ese contexto, entusiasmado y envalentonado por la aprobación que percibía entre el público, el mandatario atacó con fiereza a Lula, a quien acusó de querer “regular la producción agrícola”, y dijo que quitó dicha propuesta de su programa de gobierno por conveniencia electoral.

“El tipo ya retiró eso de su programa de gobierno. Embaucador como siempre, sin carácter, un borracho que quiere gobernar Brasil”, dijo Bolsonaro sobre Lula. “Si ponés a una persona con ciertos vicios a manejar esta Ferrari, se va a dar vuelta en la primera curva. Brasil no se dio vuelta antes porque es demasiado grande”, dijo Bolsonaro, en tono sarcástico, ante los aplausos de los asistentes.

Movilización de varios sectores en favor de la democracia

Contrarrestando la campaña del presidente, este jueves habrá movilizaciones en decenas de ciudades brasileñas impulsadas por sectores universitarios, organizaciones sociales, sindicales y también de periodistas en apoyo a la democracia.

En el ámbito universitario, los actos se centrarán en la denominada “Carta a los brasileños en defensa del Estado Democrático de Derecho”, documento que ya fue firmado por más de 800.000 personas y que fue promovido por la Facultad de Derecho de la Universidad de San Pablo. A pesar de que no se lo menciona, el texto apunta directamente a las amenazas golpistas de Bolsonaro. El documento fue firmado por muchos políticos, como Lula, los expresidentes Dilma Rousseff y Fernando Henrique Cardoso, además del candidato a la presidencia por el Partido Laborista Brasileño, Ciro Gomes, y la postulante del Movimiento Democrático Brasileño, Simone Tebet.

En el correr del día la carta será leída en actos que se harán en más de 20 universidades de todo el país, y también en otras movilizaciones, como una que organizó el sindicato de periodistas, con el apoyo de otras entidades vinculadas a los trabajadores de los medios de prensa, que tendrá lugar en San Pablo.

Paralelamente, de acuerdo a lo que informó el portal Brasil de Fato, los actos callejeros que habrá el jueves, organizados por centrales sindicales, movimientos populares que integran los frentes Popular Brasil y Pueblo sin Miedo, movimientos estudiantiles, además de partidos políticos, marcarán la reanudación de las movilizaciones callejeras que ya hubo en repudio a los ataques de Bolsonaro contra las instituciones democráticas, incluido el Tribunal Superior Electoral, órgano severamente cuestionado por el mandatario en numerosas ocasiones.