El expresidente José Mujica manifestó esta mañana su solidaridad con la vicepresidenta argentina Cristina Fernández, luego de que en la noche del jueves sufriera un intento de asesinato en la puerta de su casa. “No nos cabe otra cosa que expresar solidaridad y un pedido de responsabilidad a todos los que están inmersos en este drama”, dijo Mujica en M24, donde contó que esperará unos días para llamarla personalmente.

“Da la impresión de que es un golpe explosivo, una situación muy generalizada de ruptura, de grieta, de enfrentamiento que existe en Argentina”, puso en contexto Mujica, quien señaló, no obstante, que lo de ayer “es un golpe fanático, patológico”, que “está expresando exacerbadamente ese algo que anda mal en la sociedad argentina”. Dijo que espera que este “hecho desgraciado y afortunado por pura casualidad le sirva para reflexionar y fundamentalmente para que los medios de prensa, el periodismo, no abdique de sus visiones, de su forma de pensar, pero tenga una altura no ofensiva e hiriente como la que frecuentemente practica, porque eso tiene repercusión en el humor de la opinión pública y contribuye a multiplicar el fanatismo, que es la peor enfermedad que puede existir, porque el fanatismo es ceguera”.

Como ha dicho otras veces, opinó que la democracia representativa “tiene muchísimos defectos, quedan muchas deudas en el tintero, se promete en el campo del derecho una igualdad que en la vía de los hechos está muy lejana para mucha gente, pero a pesar de todos los pesares, hasta ahora no hemos encontrado una formulación política mejor, y esperemos que las generaciones que vienen superen con ventaja las limitaciones que tiene nuestra institucionalidad contemporánea”.

No obstante, apuntó que es necesario “aprender a convivir con diferencias, porque para estar de acuerdo se precisa cultivar el arte de convivir”. “Las sociedades modernas cada vez van a ser infinitamente más complejas, no con dos opiniones, con diversas opiniones sobre muchas cosas”, por lo que, aseguró, se precisa “mutua tolerancia a las diferencias”.

Aseguró que es “un momento de reflexión, no sólo de horrorizarse, sino de sacar un camino positivo con respecto a lo que tenemos que hacer de un lado y del otro, y de todas partes, porque el odio es ciego como el amor, pero el amor es creador, y el odio no hace otra cosa que destruirnos y hasta autodestruirnos”.

Mujica deseó suerte “para el pueblo argentino, que pueda salir de esta cruda encrucijada”.