A pocos días de las elecciones, varias encuestas concluyen que el expresidente de Brasil Luiz Inácio Lula da Silva crece en intención de voto y queda muy cerca de una victoria en primera vuelta el domingo. Así lo indican, entre otras, las encuestas de Qaest y PoderData difundidas este miércoles por medios locales.

El sondeo de Qaest concluye que la intención de voto de Lula llega a 50,5% de los votos válidos, con un margen de error de un punto porcentual, informó la revista Carta Capital. El principal rival de Lula, el presidente Jair Bolsonaro, quien se postula por el Partido Liberal, reúne 36,3% de los votos válidos.

Si se toman en cuenta también los votos en blanco y anulados, el líder del Partido de los Trabajadores (PT) reúne 46% de apoyo, dos puntos más que en la anterior medición de Qaest, frente a 33% de Bolsonaro, que cayó un punto. En un escenario de segunda vuelta, Lula vencería a Bolsonaro por 52% a 38%, de acuerdo con este sondeo.

Otra encuesta, de PoderData, concluye que Lula llega a 48% de los votos válidos para el domingo y amplía dos puntos la distancia respecto de Bolsonaro, que alcanzaría 38% de los sufragios.

Esta encuesta no abre la posibilidad de triunfo en primera vuelta sin un nuevo avance de Lula de aquí al domingo, pero sí muestra un crecimiento electoral del líder del PT con el que coinciden diversos sondeos. Para PoderData, en una segunda vuelta Lula vencería al actual presidente de Brasil 51% a 39%.

La abstención preocupa a los candidatos

En estos últimos días, Bolsonaro hizo un llamado a sus seguidores a ir a votar el domingo. “No se quede en casa. No deje de tener contacto con quien piensa diferente de usted”, dijo durante una transmisión en vivo a través de sus redes sociales. Se trató de la primera de estas transmisiones que Bolsonaro no hizo desde la residencia presidencial, después de que la Justicia electoral le impidiera usar ese edificio en su campaña.

También llamó a sus votantes a denunciar irregularidades, en sintonía con las sospechas que siembra desde hace tiempo contra el sistema de votación electrónica, vigente desde 1996 y por el cual él mismo fue electo. “Si usted sabe de algo erróneo que esté sucediendo en cualquier lugar, lo debe hacer saber para que nosotros tomemos providencias”, dijo.

Por otra parte, Bolsonaro cuestionó las encuestas y manifestó que Lula lidera los sondeos pero “no puede salir a las calles”. El presidente dijo también el miércoles que en las elecciones del domingo Brasil se juega “su libertad”.

Entre sus actos de campaña, encabezó el miércoles una caravana de motociclistas y visitó en la ciudad de Santos, en el estado de San Pablo, el Instituto Neymar Júnior, que pertenece al reconocido futbolista, donde el mandatario se rodeó de niños a los que atiende esta entidad. Más tarde, Bolsonaro dio un discurso en el que defendió la “familia tradicional” y dijo que su rival tiene intenciones de “legalizar el aborto y las drogas”, según informó la agencia Efe.

Mientras tanto, Lula se preparaba para el debate del jueves, el último de la campaña, que a sólo tres días de la votación tendrá lugar en los estudios de la cadena Globo, en Río de Janeiro. Al respecto, Lula comentó en un acto de campaña: “A mí me gusta el debate, pero los debates están volviéndose difíciles, porque hay pocos en condiciones de pelear las elecciones. Entonces yo voy allá a debatir con cinco que sólo tienen un objetivo: atacarme porque estoy en el primer lugar”.

Al igual que Bolsonaro, la campaña del expresidente se manifestó preocupada por la abstención. Así lo expresó la diputada Gleisi Hoffmann, coordinadora de la campaña de Lula y presidenta del PT. “Estamos preocupados con la abstención”, dijo en un acto encabezado el martes por Lula. Hoffmann destacó que en las últimas encuestas aparece “casi 10% de personas indecisas”, y llamó a convencerlas de que el domingo voten a Lula. Para ganar ese día en primera vuelta, Lula necesita superar el 50% de los votos válidos, excluidos los votos en blanco y los anulados.

“En estos cinco últimos días tenemos que hacer un esfuerzo muy grande para que las personas vayan a votar. El voto es nuestra principal arma para diferenciarnos de Bolsonaro”, dijo Hoffmann.

También Lula pidió a sus votantes que en estos últimos días de campaña convenzan a los indecisos y a quienes tienen previsto no ir a votar. El líder del PT afirmó que la abstención no es muestra de ningún tipo de “rebeldía”.