Las autoridades electorales rusas y prorrusas anunciaron que tras la finalización de la votación en los referéndums sobre la adhesión a Rusia en las repúblicas populares del Donbás, Lugansk y Donetsk y en los óblast (provincias) de Jersón y Zaporiyia, los primeros conteos daban un apoyo masivo a la iniciativa de la anexión a Moscú.

Según informó el portal ruso RT, la participación en el referéndum en la República Popular de Lugansk alcanzó 92,6%, mientras que en la región de Zaporiyia superó el 90%. Mientras tanto, en la República Popular de Donetsk, 86,89% de los electores participaron durante los cuatro días de votación y en la región de Jersón superaron el 70%.

Tras la celebración de estos comicios, el presidente ruso, Vladimir Putin, declaró que “lo principal de la agenda” es salvar a la población de las regiones en las que se realizaron las votaciones, que en su mayoría son rusohablantes.

Las consultas populares comenzaron el viernes de la semana pasada y, según las autoridades, por razones de seguridad, durante los primeros cuatro días la votación se realizó fuera de los circuitos electorales, pero este martes, el último día de la votación, la población sí pudo sufragar en los lugares designados.

En este contexto, el líder de la República Popular de Donetsk, Denis Pushilin, declaró que los habitantes del Donbás, llevaban muchos años esperando su regreso a Rusia, al igual que alguien espera volver a la familia tras un largo tiempo de separación. “La celebración del referéndum es un hito histórico. No sólo porque confiamos en su resultado positivo, sino porque es la culminación de nuestro difícil camino común”, afirmó.

Para el viernes está previsto que Putin brinde un discurso ante las dos cámaras del Parlamento. De acuerdo con información a la que accedieron medios británicos a través de fuentes de la inteligencia de ese país, el líder del Kremlin podría aprovechar dicha instancia para anunciar formalmente la adhesión de los territorios de Ucrania ocupados a la Federación Rusa. De todas maneras, en caso de que eso no suceda, la anexión de estas provincias, que en total conforman 15% del territorio ucraniano, será rápida. En ese sentido, Valentina Matviyenko, presidenta del Consejo de la Federación, nombre oficial con el que se denomina oficialmente al Senado ruso, dijo que el órgano que dirige puede considerar el tema de la aprobación de estas provincias en los primeros días de la semana que viene.

Estos referéndums prácticamente no cuentan con reconocimiento internacional alguno y de hecho fueron calificados como una farsa por los líderes de varias naciones occidentales. Desde Kiev, el gobierno de Volodímir Zelenski describió las votaciones como un “espectáculo de propaganda” y se comprometió a no reconocer bajo ningún concepto los resultados. Incluso naciones afines a Moscú, como Serbia, un aliado histórico de Rusia, anunció hace algunos días que no reconocería los referéndums. En una entrevista con medios locales citada por la emisora pública RTS, el ministro de Relaciones Exteriores de la nación balcánica, Nikola Selaković, dijo que Serbia no puede reconocer los resultados de esos referéndums, tanto por los principios legales internacionales como por sus propios intereses.

“En primer lugar, estamos firmemente comprometidos con la defensa de los principios del derecho internacional y la Carta de las Naciones Unidas; en segundo lugar, sería completamente contrario a nuestros intereses estatales y nacionales, así como a nuestra política de preservación de la integridad territorial”, afirmó el funcionario del gobierno de Belgrado. Concretamente, a pesar del irrestricto apoyo serbio a Rusia, avalar estos resultados implicaría reconocer eventualmente un referéndum de los ciudadanos de Kosovo, país que se declara independiente y es reconocido por decenas de naciones como tal, pero que Serbia considera una provincia propia.