Los números definitivos recién se conocerán el miércoles, pero con el 95% de los votos escrutados, una alianza de la oposición de derecha se perfila como ganadora de las elecciones suecas del domingo, con menos de un punto porcentual de ventaja sobre el bloque de centroizquierda que encabeza la actual primera ministra, la socialdemócrata Magdalena Andersson.

Si se toman los votos por bloque, el de la derecha, formado por el partido ultraderechista Demócratas de Suecia, el Partido Moderado, democristianos y liberales, reúne 49,7% de apoyo y 175 escaños, frente al 48,8% y las 174 bancas de la centroizquierda, integrada por los socialdemócratas, el Partido de la Izquierda, los Verdes y el Partido del Centro.

Según estos datos, el partido más votado fue el Socialdemócrata, que está en el gobierno y ha sido el mayor del país en lo que va del siglo. Obtuvo 30,5% de los votos, 2% más que en las elecciones de 2018. En segundo lugar se ubicó el sector de extrema derecha Demócratas de Suecia, con 20,7% de apoyo, y en tercero, el conservador Partido Moderado, liderado por Ulf Kristersson, que hoy es la principal figura de la oposición.

Si los resultados parciales se confirman, los socialdemócratas dejarán el gobierno después de ocho años en el poder. “La democracia sueca debe seguir su curso, todos los votos deben contarse y esperaremos el resultado”, dijo Andersson, según citó la agencia de noticias Efe.

Con los datos que se conocen hasta ahora, el gran ganador de estas elecciones fue Demócratas de Suecia, un partido nacionalista y contrario a la inmigración, que logró pasar a ser el segundo más votado del país. Este partido, liderado por Jimmie Akesson, creció de manera constante desde que en 2010 entró al Parlamento con 5,7% de los votos. Había surgido años antes, en la década de 1980, como un partido neonazi, origen del que con el paso de los años tomó prudente distancia.

Según señaló la agencia AFP, la ultraderecha debe en parte su crecimiento electoral a las reacciones de la población ante el aumento de la violencia de bandas en los suburbios de las principales ciudades suecas y al incremento de la inmigración, un factor que genera resistencia en parte de la población del país. Otro tema muy presente en la campaña fue la suba de los precios de la energía que afecta a Europa.

Alcanzar el segundo lugar en esta elección “dice mucho de lo lejos que hemos llegado”, dijo Akesson a sus seguidores. Afirmó que su formación política pasó “del pequeño partido del que todo el mundo se reía” al lugar del “segundo partido más grande de Suecia”. “Nuestra ambición es estar en el gobierno”, agregó.

“Está claro que debemos poder discutir carteras de ministros y hablar de los puestos de primer ministro, presidente del Parlamento y presidencias de las distintas comisiones”, dijo a la cadena SVT el secretario de este sector, Richard Jomshof.

Los resultados parciales del recuento electoral habilitaron los primeros contactos entre dirigentes políticos para acceder a un gobierno de derecha, informó la agencia Efe. El ultraderechista Akesson almorzó este lunes en las oficinas del Partido Moderado en Estocolmo, sin hacer declaraciones acerca de lo que conversó allí. Kristersson, el candidato conservador a primer ministro, dijo que estaba “dispuesto a formar un gobierno nuevo y fuerte”. Según señaló la agencia AFP, estas elecciones marcan un quiebre, porque hasta ahora la derecha tradicional de Suecia no había pensado en gobernar junto a la extrema derecha, que ahora parece estar saliendo de su aislamiento.

Sin embargo, la eurodiputada liberal, Karin Karlsbro, dijo que su partido no aceptará integrar una alianza de gobierno que incluya a Demócratas de Suecia entre sus socios.

Mientras tanto, sigue el recuento de votos. La diferencia entre los dos bloques es de sólo 47.000 sufragios, en un total de 7,8 millones de votantes. Entre los votos por escrutar se encuentran los emitidos desde el exterior y los que fueron enviados por correo dentro del plazo legal pero que no llegaron a tiempo.

Según informó Efe, el voto exterior históricamente tuvo poca influencia en el resultado final, con la excepción de 1979, cuando determinó la victoria de la derecha por 8.500 votos. 

Actualmente Suecia es gobernada por una alianza de socialdemócratas con centristas y liberales.