Datos divulgados por el Instituto Quaest, en una encuesta encargada por Genial Investimentos, difundida este miércoles, indicaron que el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, del Partido de los Trabajadores (PT), tiene 42% de las intenciones de voto para las elecciones del 2 de octubre. El actual mandatario brasileño, Jair Bolsonaro, del Partido Liberal, aparece segundo con 34%. Tomando en cuenta el sondeo anterior, elaborado por la misma consultora y divulgado a comienzos de este mes, la diferencia entre los dos candidatos bajó de diez a ocho puntos porcentuales, informó el portal Metropoles.

Mucho más debajo de los candidatos mencionados se ubicó Ciro Gomes, del Partido Laborista Democrático, con 7%, manteniendo el porcentaje del estudio anterior, y lo mismo sucedió con Simone Tebet, del centroderechista Movimiento Democrático Brasileño, que estaba en 4% y se mantuvo estable. Entre los entrevistados, 6% está indeciso y otro 5% dijo que votará en blanco o nulo. La encuesta se realizó de forma presencial entre el 10 y el 13 de setiembre, con 2.000 votantes de 16 y más años. El margen de error estimado es de dos puntos porcentuales.

En este marco de incertidumbre sobre si Lula podrá ganar o no en la primera vuelta, el líder del PT les pidió el miércoles a sus militantes que intensifiquen sus esfuerzos para la fase final de la campaña.

Según informó el portal Brasil 247, Lula hizo este llamado este miércoles en un evento con representantes del cooperativismo y la economía solidaria. El exmandatario de 76 años destacó que sólo faltan 18 días para las elecciones y llamó a convencer a los electores que aún no se han decidido por quién votar.

“Faltan sólo 18 días. Tenemos casi 20% de la población que en las encuestas dice que se va a abstener. Hay gente que dice ‘yo no voy a votar, no me importa votar’. Bueno, la persona que no vota después no tiene derecho a quejarse, entonces necesitamos, en estos 18 días, a quien le gusten mucho los teléfonos celulares, que esté pegado a sus teléfonos todo el tiempo, a los que usan Whatsapp, Twitter, Tiktok, que usen esas herramientas para hablar con los indecisos de este país”, declaró quien fuera presidente entre 2003 y 2010.

También el miércoles Bolsonaro hizo un acto de campaña en la ciudad de Presidente Prudente, en el interior del estado de San Pablo, desde donde volvió a hablar en tono amenazante, además de mostrarse confiado en que ganará en la primera vuelta.

“Esperen a que terminen las elecciones: todos jugarán dentro de las cuatro líneas de la Constitución”, subrayó el presidente, de acuerdo a la agencia Reuters.

“Defendemos el funcionamiento de todas las instituciones, pero los que se atrevan a salir de las cuatro líneas serán llevados dentro de ellas”, agregó.

El presidente también dijo que traerá a “esta minoría que cree que todo puede estar dentro de las cuatro líneas de nuestra Constitución”, sin mencionar quiénes serían esa minoría. Pese a que no los mencionó, las palabras parecen haber sido dirigidas a algunos de los blancos preferidos del mandatario ultraderechista, como el presidente del Tribunal Superior Electoral, Alexandre de Moraes, y los expresidentes del tribunal Edson Fachin y Luís Roberto Barroso, todos ministros del Supremo Tribunal Federal.

Además, Bolsonaro dijo que ganará las elecciones en la primera vuelta y volvió a atacar a las encuestadoras, que en todos los casos lo ubican segundo detrás de Lula. En su discurso, Bolsonaro insultó a su contrincante electoral, a quien llamó “delincuente”, y dijo que un eventual triunfo de la oposición sería un retorno del PT “a la escena del crimen”.

Este clima de violencia electoral se vivió también en la noche del martes, cuando durante un debate entre candidatos al gobierno de San Pablo, el diputado Douglas García, del partido derechista Republicanos, atacó a la periodista de TV Cultura Vera Magalhães, quien en el debate presidencial de hace algunas semanas ya había sido insultada por Bolsonaro.

Al final del debate entre los candidatos paulistas, el diputado García se sentó al lado de la periodista y, grabando con un celular, le preguntó si recibió dinero por hablar mal del gobierno de Bolsonaro, además de insultarla, lo cual generó una situación muy tensa dentro del estudio.

Este miércoles, según informó Folha de São Paulo, varios referentes políticos se refirieron al hecho y pidieron acciones a la Asamblea Legislativa de San Pablo y a la Policía Civil para que tomen medidas para sancionar al congresista.

La candidata Simone Tebet dijo que el comportamiento “cobarde” de Bolsonaro alienta este tipo de ataques.

También Lula expresó su solidaridad con Magalhães en las redes sociales, diciendo que los debates deben ser noticia por las propuestas presentadas y no por los ataques contra las mujeres periodistas, “promovidos por quienes viven del odio y no les gusta la democracia”.