A cuatro días de las elecciones, la suerte parece estar echada en Brasil y lo que queda por saber es si el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva ganará en la primera vuelta o lo hará en un eventual balotaje, marcado para el 30 de octubre.
Este martes se difundió una nueva encuesta realizada por la consultora Atlas que fue consignada por el portal Brasil de Fato, y en ella el líder del Partido de los Trabajadores (PT) está al frente de las intenciones de voto con 48,3%, seguido por el presidente Jair Bolsonaro, del Partido Liberal, que suma 41%. Si se toman en cuenta únicamente los válidos –descontando los votos en blanco, los nulos e indecisos–, Lula tiene el 49,5% y, si se considera que el margen de error del estudio es de un punto porcentual, podría ganar las elecciones el domingo. En esta encuesta, en tercer lugar, aparece Ciro Gomes, del Partido Laborista Democrático, con sólo 3,5%, cuando en la encuesta anterior tenía 6,3%. También tuvo una caída importante Simone Tebet, del centrista Movimiento Democrático Brasileño (MDB), que pasó de 4% a 2,1%. Además de ellos, Felipe D'Avila, del partido ultraliberal Novo, tiene 1,3% y Soraya Thronicke, de la coalición derechista Unión Brasil, 1%.
En Brasil la veda electoral rige únicamente para el día de la votación, por lo que entre el miércoles y el sábado se conocerán nuevas encuestas, además de que los candidatos tendrán actos e incluso el jueves de noche se verán las caras en el último debate televisivo que se celebrará en los estudios de la red Globo, en Río de Janeiro.
Mientras la campaña de Lula vive esta recta final con una enorme expectativa, la de Bolsonaro ve cómo inexorablemente el sueño de la reelección se esfuma.
Este martes, según informó Folha de São Paulo, el mandatario ultraderechista hizo actos de campaña en dos localidades del nordeste, Petrolina, en el estado de Pernambuco, y Juazeiro, en Bahía, en un intento por tratar de achicar la enorme ventaja que Lula tiene en esta región. Pero el sabor con el que Bolsonaro se fue de la zona fue profundamente amargo, teniendo en cuenta que un homenaje que iba a recibir en Petrolina fue cancelado. Según informaron medios brasileños, el presidente recibiría el título de ciudadano ilustre de la localidad, algo que fue aprobado por el Concejo Municipal en 2019. Sin embargo, las autoridades locales difundieron un comunicado para informar que no se entregaría ningún tipo de distinción durante el período de campaña electoral, una ordenanza que había sido publicada originalmente en julio.
“La citada ordenanza de autoría del presidente [de la Cámara] Aero Cruz suspende los actos de entrega de títulos honoríficos, otras condecoraciones y otros actos solemnes durante todo el período electoral del proceso electoral, para velar por la igualdad de oportunidades entre los candidatos, así como respecto a los dictados de la legislación electoral”, dice el texto del comunicado, en el que se agrega que otras solicitudes de homenajes presentadas por concejales fueron denegadas.
El alcalde, Aero Cruz, del centrista MDB, es aliado político de Fernando Bezerra Coelho, un senador que supo ser aliado de Bolsonaro, aunque luego se distanció de él. Folha recordó que Bezerra Coelho defendió la gestión presidencial, incluso en instancias muy duras, como durante la instalación de la comisión de investigación sobre la gestión de la covid-19.
Sin embargo, el gobierno le quitó el apoyo al senador en su intento de obtener un escaño en el Tribunal de Cuentas de la Unión. Tras este hecho, Bezerra se alejó por completo del gobierno y de Bolsonaro, por lo que se interpreta que lo sucedido el martes es una especie de revancha que se tomó, que generó una enorme molestia, tanto al mandatario como a su equipo de campaña.
En otro tema, también este martes hubo referencias a las elecciones brasileñas en Washington. En una conferencia de prensa, la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, dijo que Estados Unidos espera que en Brasil haya elecciones “libres y limpias”, y advirtió contra los hechos de violencia en la campaña. “Seguiremos de cerca y confiaremos en la fuerza de las instituciones democráticas de Brasil”, dijo Jean-Pierre, según consignó Carta Capital. “Como socios en la democracia de Brasil, continuaremos monitoreando las elecciones con la plena expectativa de que se llevarán a cabo de manera libre, justa y transparente, con todas las instituciones relevantes operando de acuerdo con el orden constitucional”, expresó.
La semana pasada, la agencia Reuters informó que diplomáticos estadounidenses aseguraron a Lula, que reconocería rápidamente al ganador de las elecciones brasileñas. El objetivo, según manifestaron fuentes cercanas a los diplomáticos, es evitar cualquier intento de socavar la voluntad popular expresada en las urnas.