El gobierno peruano que encabeza la presidenta Dina Boluarte dispuso que el exmandatario boliviano Evo Morales no ingrese al país.

Según consignó el diario limeño La República, el Ministerio del Interior informó que la Superintendencia Nacional de Migraciones emitió el impedimento de ingreso al país contra el expresidente de Bolivia por los puestos de control migratorio. La medida del Poder Ejecutivo incluye, además, a otros ocho ciudadanos de nacionalidad boliviana que ingresaron a territorio peruano para efectuar actividades proselitistas en el marco de las protestas contra el gobierno que se registran en el interior del país.

“El 6 de enero, la Superintendencia Nacional de Migraciones, en estricto cumplimiento de sus facultades y del artículo 48 de la Ley de Migraciones, dispuso el registro del impedimento del ingreso al país, a través de todos los puestos de control migratorio, de nueve ciudadanos de nacionalidad boliviana, entre quienes se incluye al señor Juan Evo Morales Ayma”, dice el comunicado del Ministerio del Interior.

En el texto la cartera de Estado destaca que Perú es un país soberano y democrático cuyo ordenamiento migratorio establece que todo ciudadano extranjero en el país tiene el deber de conducirse cumpliendo las normas jurídicas, en el marco de la seguridad nacional y el orden interno.

“En los últimos meses se ha identificado a ciudadanos extranjeros, de nacionalidad boliviana, que ingresaron al país para efectuar actividades de índole política proselitista, lo que constituye una clara afectación a nuestra legislación migratoria, a la seguridad nacional y al orden interno de Perú”, se especifica en el comunicado.

Luego de conocer la noticia, Evo Morales se manifestó sobre el tema en su cuenta de Twitter. “Lamento mucho cómo la hermana Dina Boluarte, que antes defendía nuestro proceso de integración con dignidad, solidaridad y hermandad, ahora nos ataca para distraer y esquivar la responsabilidad sobre las graves violaciones de derechos humanos de nuestros hermanos peruanos”, escribió el histórico líder del Movimiento al Socialismo.

“Después de expulsar al embajador de México por defender la vida del presidente Pedro Castillo y su familia, la derecha del Perú nos prohíbe el ingreso a ese país hermano por hablar de la Asamblea Constituyente y pedir que paren el genocidio de nuestros hermanos indígenas”, agregó el dirigente boliviano, quien finalizó diciendo: “Los conflictos en Perú no se resolverán con expulsiones, prohibiciones ni represiones. Un pueblo digno como el hermano pueblo peruano sabe que la única solución a la crisis es la refundación del Estado para la recuperación de los recursos naturales con tolerancia e inclusión”.

La medida contra Morales ya había sido anunciada, aunque no de manera oficial, por el primer ministro peruano, Alberto Otárola. “Vamos a utilizar enérgicamente los mecanismos de nuestra diplomacia directa y los mecanismos administrativos sancionadores”, declaró Otárola el domingo al diario Perú 21. El ministro agregó que el gobierno iba a actuar de “manera enérgica” porque el país no puede permitir que extranjeros tengan una actitud injerencista.

Tal como recordó la agencia de noticias Associated Press, algunos políticos de la derecha peruana cuestionaron la participación de Morales y algunos colaboradores en reuniones con grupos opositores al gobierno de Boluarte en la región andina de Puno, ubicada en el sur del territorio peruano, muy cerca de la frontera con Bolivia.

Las críticas apuntaban a que Morales estaba alentando iniciativas secesionistas de algunos colectivos que plantean que algunas zonas del sur peruano se separen y conformen un Estado independiente.