Si bien hace algunos días la oposición venezolana aprobó la disolución de la presidencia interina de Juan Guaidó, el Departamento de Estado de Estados Unidos comunicó ayer que para ellos la situación no cambió, por lo que siguen considerando que el gobierno de Nicolás Maduro no es “legítimo”.
“Nuestro enfoque respecto de Nicolás Maduro no ha cambiado. Él no es el líder legítimo de Venezuela. Reconocemos a la Asamblea Nacional de 2015”, declaró a la prensa el portavoz del Departamento de Estado, Ned Price, en declaraciones recogidas por la agencia AFP.
Washington no reconoce a Maduro como presidente por considerar fraudulenta su reelección en 2018. Desde entonces apoyó al líder opositor Guaidó, que se autoproclamó “presidente encargado” en enero de 2019.
Desde esa fecha, Guaidó, quien nunca estuvo ni siquiera cerca de tener el poder real. Consiguió, no obstante, y gracias al reconocimiento de Estados Unidos y varias potencias, el control de activos venezolanos bloqueados fuera del país.
“Los miembros de la Asamblea Nacional están discutiendo entre ellos cómo supervisarán estos activos en el extranjero, y seguiremos manteniendo conversaciones con ellos en ese frente”, afirmó Price.
A pesar de que en los hechos Guaidó y la Asamblea Nacional no tienen ninguna clase de poder y de que el propio Maduro manifestó recientemente que su país está “preparado para dar paso hacia un proceso de normalización de relaciones diplomáticas, consulares, políticas” con Estados Unidos, la posición de Washington sigue firme, aunque con matices.
“Seguiremos haciendo cumplir nuestro programa de sanciones contra el régimen de Maduro”, afirmó Price, aunque también dijo que se valorará, en función de lo que vean, “por parte del régimen de Maduro, en términos de promover la posibilidad de que el pueblo venezolano logre sus aspiraciones democráticas”. Sobre este tema, Price calificó de positivas las negociaciones reanudadas en México entre el gobierno de Maduro y la oposición.
El apoyo internacional a Guaidó vino acompañado por sanciones contra Venezuela como mecanismo de presión contra el gobierno de Maduro, que estima que unos 24.000 millones de dólares del Estado venezolano están bloqueados en el extranjero. Esto contribuyó a que el país esté viviendo una crisis económica enorme, que generó que, de acuerdo con datos de la Organización de las Naciones Unidas, haya más de siete millones de venezolanos migrantes o refugiados, principalmente en otros países latinoamericanos.
Price remarcó Estados Unidos continuará “trabajando con la comunidad internacional para ayudar a abordar la crisis venezolana y a avanzar hacia [la celebración de] elecciones libres y justas en Venezuela, de acuerdo con los deseos y anhelos del pueblo venezolano”, que “necesita un cronograma claro” en ese sentido, expresó el funcionario estadounidense.