El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, prepara acciones para proteger el acceso legal a la medicación abortiva, anunció la Casa Blanca en el aniversario del fallo Roe vs Wade, que protegía el derecho al aborto. Esa sentencia de 1973 fue derogada en junio de 2022 por una Corte Suprema con mayoría conservadora.

Según el comunicado, Biden firmaría ayer un memorándum en el que pediría al secretario de Salud, Xavier Becerra, que aumente los esfuerzos para que se pueda acceder en las farmacias, “sin amenazas ni violencia”, a esas pastillas en todo el país. Esos esfuerzos incluyen guías para el apoyo a proveedores y farmacias para distribuir los medicamentos a las pacientes que los necesiten.

Activistas por el acceso al aborto denunciaron la semana pasada que hay una ofensiva de grupos antiabortistas contra las pastillas que permiten interrumpir el embarazo, informó la agencia Efe. Una de los activistas, Kirsten Moore, dijo que quienes se oponen al aborto tienen ahora esa medicación como blanco, después de que se anulara el fallo Roe vs Wade. Informó que hay intentos de prohibir esa medicación aprobada por la FDA, la autoridad a cargo de aprobar los fármacos en Estados Unidos, y también hay activistas dispuestos a protestar contra ella en las farmacias para “crear un ambiente de miedo e intimidación”.

Según la agencia, desde el 3 de enero las pastillas de mifepristona pueden ser vendidas en farmacias, y no sólo entregadas por médicos y clínicas. Esa medicación es la utilizada en la mayoría de los casos para interrumpir el embarazo en Estados Unidos, informó la Casa Blanca.

El anuncio adelantado por la presidencia estadounidense fue ratificado después por la vicepresidenta, Kamala Harris, en un discurso en Florida, uno de los estados cuyo gobierno avanza en medidas contra el acceso a la interrupción voluntaria del embarazo. Allí Harris dijo que la Corte Suprema les quitó a las mujeres el “derecho fundamental constitucional” a decidir sobre sus cuerpos.

“Nadie le puede decir a la gente lo que debe hacer con su propio cuerpo”, dijo Harris en la ciudad de Tallahassee. “¿Cómo se puede ser libre si una mujer no puede decidir, si un médico no puede atender a su paciente y si una persona no puede dirigir el curso de su propia vida?”, agregó.

La vicepresidenta destacó las medidas tomadas por el gobierno y llamó a los estadounidenses a sumarse a la lucha por los derechos reproductivos.

Harris saludó a una de las personas presentes entre el público, Amanda, y dijo que a esa mujer, de Texas, le negaron tres veces la atención en centros de salud por un aborto natural debido al miedo a ser penalizados por las prohibiciones vigentes. Agregó que recién la atendieron cuando sufrió una infección que le podría haber causado la muerte. “Nadie es inmune al impacto de esas legislaciones”, dijo.

La vicepresidenta llamó al Congreso a aprobar una ley que proteja los derechos reproductivos y criticó a los estados como Florida, cuyo gobernador, Ron de Santis, ha impulsado normas contra la interrupción voluntaria del embarazo. Después del fallo de la Corte Suprema de 2022, entró en vigencia en Florida una ley que redujo de 24 a 15 semanas el plazo para abortar en caso de violación o incesto. También otros 18 estados han prohibido el acceso al aborto o lo han restringido en los últimos tiempos.

“Aquí en Florida, los proveedores de servicios de salud se enfrentan a penas de prisión de cinco años simplemente por hacer su trabajo, y ahora el estado ha puesto el objetivo en las medicinas abortivas y ha amenazado a las farmacias con cargos penales si suministran esos medicamentos prescritos por médicos”, dijo Harris.