En una concurrida ceremonia celebrada este miércoles en el Palacio de Planalto, en Brasilia, Marina Silva asumió el cargo de ministra de Medio Ambiente y Cambio Climático.

La política ecologista de 64 años, líder del partido Rede, dijo al tomar posesión del cargo que la Autoridad Nacional del Clima propuesta por ella comenzará a funcionar en marzo y estará bajo la responsabilidad de su ministerio, y también anunció la creación de un consejo sobre el cambio climático que será encabezado por el presidente Luiz Inácio Lula da Silva.

De acuerdo a lo que informaron medios brasileños, la toma de posesión de Silva fue la más concurrida hasta ahora entre todos los ministros, superando incluso la del vicepresidente Geraldo Alckmin en el Ministerio de Fomento, Industria, Comercio y Servicios, que se llevó a cabo este miércoles de mañana, también en el Palacio de Planalto.

En la asunción de Marina Silva estuvieron presentes el propio Alckmin, la primera dama, Janja da Silva, y el ministro de la Casa Civil (jefe de Gabinete), Rui Costa. Además, cientos de funcionarios, así como seguidores de Silva, llenaron el salón principal de la sede del Ejecutivo.

Durante su discurso, Silva le dijo al ministro de Agricultura, Carlos Fávaro, que espera trabajar con él “conjuntamente” y elogió el compromiso de Lula de hacer del medioambiente un tema transversal en todo el gobierno, según consignó Reuters.

La referente ecologista también prometió articular con otras instituciones del gobierno para combatir el crimen en la región amazónica. Cuando se refirió a este tema recordó al periodista británico Dom Phillips y al indigenista Bruno Pereira, asesinados en junio del año pasado en la región de Vale do Javari, en el estado de Amazonas, muy cerca de la frontera con Perú.

“Líderes ambientalistas fueron asesinados. La cruel muerte del indigenista Bruno Pereira junto con el periodista británico Dom Phillips y el líder indígena Janildo Oliveira Guajajara son símbolos de cientos de personas más a quienes quiero rendir homenaje”, dijo Silva.

Marina Silva, nueva ministra de Medio Ambiente de Brasil, durante la ceremonia de asunción, ayer, en el Palacio Planalto, en Brasilia.

Marina Silva, nueva ministra de Medio Ambiente de Brasil, durante la ceremonia de asunción, ayer, en el Palacio Planalto, en Brasilia.

Foto: Evaristo Sa, AFP

La ministra destacó que el gobierno brasileño que encabeza Lula no rehuirá la tarea de ejercer un rol de liderazgo nacional e internacional ante la emergencia climática, y se refirió puntualmente al compromiso que el país tiene con el cumplimiento del Acuerdo de París.

“Brasil tiene el desafío de honrar el compromiso del Acuerdo de París”, afirmó Silva, de acuerdo a lo que informó Folha de São Paulo. Esta es un área en la que hubo un marcado retroceso por el aumento de las emisiones de carbono producto de la deforestación, que se intensificó durante los últimos cuatro años.

Bajo el gobierno del expresidente Jair Bolsonaro, Brasil aumentó en vez de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. En 2021, el incremento fue de más de 12% con respecto al año anterior.

La nueva ministra también celebró el regreso del Servicio Forestal y la Agencia Nacional del Agua a la órbita de su ministerio, organismos que habían sido trasladados a otras carteras por el exministro bolsonarista Ricardo Salles.

Finalmente, Silva también dijo que, además de combatir actividades como la minería ilegal y la deforestación, la meta del país es recuperar 12.000 hectáreas de áreas degradadas. “Debemos dejar de ser la peor tarjeta de presentación para nuestros intereses estratégicos y empezar a ser los mejores. Si queremos tener productos con base sustentable, esta debe ser la dirección”, agregó.

Marina Silva, quien fue ministra de esta misma cartera entre 2003 y 2008, está nuevamente en el gobierno tras un período en el que estuvo alejada del Partido de los Trabajadores, luego de tener discrepancias internas, sobre todo con la expresidenta Dilma Rousseff.

Uno de los puntos centrales de la campaña de Lula fueron las políticas ambientales, la reducción de la deforestación y la contención del cambio climático, que tendrán un mayor énfasis que en los primeros mandatos del presidente, entre 2003 y 2010.