Una multitud proveniente de distintas regiones de Perú llegó ayer a la capital para pedir la renuncia de la presidenta Dina Boluarte, el cierre del Congreso, la convocatoria de nuevas elecciones y la instalación de una Asamblea Constituyente. Los manifestantes se pusieron en marcha desde hace días para llegar a Lima a participar en una movilización masiva en el centro de la ciudad. Llegaron desde diversas regiones, sobre todo del sur, y en muchos casos ondeando la bandera de Perú y llevando carteles contra el gobierno.

Al mismo tiempo, en otros puntos del país se desarrollaron protestas con bloqueos de carreteras e intentos de toma de aeropuertos. En Arequipa, la segunda ciudad del país, los primeros enfrentamientos entre manifestantes y policías ocurrieron a la mañana, y desde entonces el aeropuerto estuvo cerrado “en salvaguarda de la integridad de la ciudadanía y de la seguridad de las operaciones aeronáuticas”, según el Ministerio del Interior. Sin embargo, los manifestantes derribaron vallas de seguridad, los enfrentamientos continuaron a lo largo del día.

Allí una nueva muerte aumentó a 55 el número de personas que perdieron la vida en el marco de las protestas, que comenzaron el 8 de diciembre. La mayoría, 45 de ellas, murió a causa de la represión policial.

“El gobierno regional de Arequipa a través de la Gerencia Regional de Salud lamenta informar que el día de hoy [...] producto de las manifestaciones suscitadas en nuestra ciudad, una persona ha perdido la vida”, se informó en un comunicado. “Se trata de un varón de 30 años, aproximadamente” que murió por una herida de arma de fuego en el abdomen, agregó el gobierno regional. Informó también que 18 personas fueron heridas, cuatro policías y 14 civiles. Poco antes, el Ministerio del Interior informó que la Policía “repelió” a los manifestantes “aplicando los protocolos institucionales”.

“Lamentamos el fallecimiento de una persona durante enfrentamientos en el puente Añashuayco, vía que se ubica en el norte de la ciudad [de Arequipa]”, manifestó la Defensoría del Pueblo, que pidió a la Fiscalía una investigación rápida “de los hechos, a fin de determinar responsabilidades”.

También en Cusco y Juliaca los participantes en las movilizaciones intentaron tomar los aeropuertos y hubo enfrentamientos con las fuerzas de seguridad. En Lima los choques entre manifestantes y policías se mantuvieron durante varias horas. Desde la mañana hubo personas recorriendo el centro histórico de la capital a la espera de que comenzara la marcha convocada para las 16.00 y a esa hora se iniciaron los primeros enfrentamientos. La Polícía dispersó a los manifestantes con gases lacrimógenos mientras que estos lanzaban piedras a los policías.

Ayer la presidenta de Perú se reunió en la sede del gobierno con una delegación del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos con la que conversó sobre la crisis que atraviesa el país, según informó Efe. En el encuentro, Boluarte estuvo acompañada por el ministro de Justicia, José Tello, y por el vicecanciller Ignacio Higuera. De acuerdo con la Presidencia peruana, los representantes del Alto Comisionado saludaron “la predisposición del gobierno a entregar información sobre lo ocurrido”.

Por su parte, el expresidente Pedro Castillo solicitó a la delegación de Naciones Unidas que lo visite en la cárcel para transmitirle los argumentos por los que cree que no se están respetando sus derechos. Castillo está detenido en prisión domiciliaria desde que intentó cerrar el Congreso y gobernar por decreto y fue destituido. Su salida fue el origen de las protestas, en diciembre.

“[Quisiera] comentarle a esta Misión [...] que nuestro país está viviendo una dictadura en el gobierno usurpador de la señora Dina Boluarte en el que se ha quebrantado la paz en nuestro país, ya que se ha utilizado como estrategia estatal enviar a agentes del Estado a disparar a los ciudadanos que ejercen su derecho a la protesta”, dijo Castillo en una carta que divulgó en sus redes sociales.