Sobre las 8.00 de este jueves el sistema político de Nueva Zelanda se encontraba en shock, luego de que sorpresivamente la primera ministra, Jacinda Ardern, anunciara que renunciará al cargo en febrero. Tras reunirse con sus ministros, la líder del Partido Laborista confirmó en una conferencia de prensa que ya no tiene la “energía” para mantenerse en el cargo y que por eso dará un paso al costado antes de que se termine su mandato.

Ardern dijo que su mandato terminaría el 7 de febrero, cuando espera que un nuevo primer ministro laborista preste juramento, aunque aseguró que si se define un candidato antes, la fecha podría adelantarse.

“La decisión fue mía. Liderar un país es el trabajo más privilegiado que alguien pueda tener, pero también el más desafiante. No se puede ni se debe hacer a menos que uno tenga el tanque lleno, más un poco de reserva para esos desafíos no planificados e inesperados que pueden surgir”, explicó Ardern y agregó: “Ya no tengo suficiente en el tanque para hacerle justicia al trabajo”, consignó Radio New Zealand.

Ardern se explayó sobre el costo personal que ha tenido estar al frente del país desde 2017, cuando ganó por primera vez las elecciones. Hizo un repaso de sus años como primera ministra y subrayó las diversas crisis que ha enfrentado su gobierno, como la pandemia de coronavirus, que enfrentó con uno de los bloqueos más estrictos del mundo, y el ataque terrorista de Christchurch en 2019, en el que 51 personas fueron asesinadas en dos mezquitas.

Según explicó la mandataria, a fines de 2022 decidió tomarse un tiempo y evaluar si podía enfrentar un año más de mandato luego de los cinco años y medio en el cargo, y concluyó que era mejor dar un paso al costado. “No renuncio porque haya sido difícil, si ese fuera el caso probablemente me habría ido a los dos meses de empezar”, afirmó.

“El único ángulo interesante que encontrarán es que después de seis años de grandes desafíos, soy humana. Los políticos somos humanos”, dijo. “Damos todo lo que podemos durante el tiempo que podemos, y luego es el momento. Y para mí, es el momento”, finalizó notoriamente emocionada.

La mandataria afirmó que anunciarlo con tiempo permitirá una buena planificación de su salida y preparación de las agencias gubernamentales y partidos políticos. Las elecciones nacionales están definidas para el 14 de octubre.

Cuando Ardern se convirtió en primera ministra en 2017, a sus 37 años, era la tercera primera ministra mujer de Nueva Zelanda y una de las líderes más jóvenes del mundo. A un año de estar en el cargo nació su hija, por lo que Ardern se convirtió en la segunda líder mundial en dar a luz estando en el cargo. La mandataria dijo que no tiene planes firmes una vez que abandone el cargo, pero que espera pasar más tiempo con su familia.

El Partido Laborista en aprietos

Varias encuestas sobre fin de año mostraron una caída en el apoyo a Ardern y su Partido Laborista, con algunos índices en el nivel más bajo desde que asumió el cargo, consignó Radio New Zealand.

Los parlamentarios laboristas se enfrentan a una decisión acerca de quién reemplazará a la primera ministra como líder. El viceprimer ministro Grant Robertson anunció que no se presentaría al cargo, una posición que mantiene desde 2014 cuando compitió y perdió en las elecciones. El líder laborista adjunto Kelvin Davis también dio un paso al costado y dijo a la prensa local que apoyaría al candidato de la mayoría.

Uno de los nombres que suenan con más fuerza es el de Chris Hipkins, un ministro de alto perfil para el gobierno laborista, que asumió el liderazgo en distintas carteras incluyendo Educación y Salud, en el momento en que se debió dar respuesta a la crisis de la covid-19. Consultado por la prensa en la tarde del jueves, no descartó una inclinación por el puesto de primer ministro, pero dijo que era demasiado pronto para ese tipo de especulaciones.