Cientos de miles de personas salieron este jueves a las calles en unas 200 movilizaciones en toda Francia para protestar contra la reforma jubilatoria que impulsa el gobierno de Émmanuel Macron. En París, la Confederación General del Trabajo (CGT) estimó en 400.000 los manifestantes en contra de esta iniciativa, según los diarios Le Monde y Libération.

La reforma, que es rechazada por 68% de los franceses, aumenta de 62 a 64 la edad de retiro para 2030, y de 42 a 43 los años de cotización para alcanzar la jubilación máxima en 2027. Está previsto que sea aprobada el lunes en consejo de ministros y que comience a tratarse en febrero en el Parlamento, donde el oficialismo y sus aliados de derecha reúnen los votos suficientes para aprobarla en las dos cámaras.

Las manifestaciones de este jueves contaban con el respaldo de los mayores sindicatos de Francia, entre ellos los de los empleados estatales, el transporte y la educación, que también pararon sus actividades como medida de protesta. “Yo enseño desde hace 30 años y es cada vez más difícil de mantener, yo no me veo a los 64 años en una clase de pequeños toda la jornada, en medio del ruido y con mi ritmo de trabajo actual”, dijo Martine, una profesora de 53 años de un jardín maternal de París, al diario Le Monde. Recordó que cuando ella comenzó a trabajar, los años de cotización de los funcionarios no superaban los 37,5 y que “los profesores de escuelas podía retirarse a los 55 años”.

“La movilización refleja lo que leemos en las encuestas, es decir, que una gran mayoría de los ciudadanos de este país está en contra de esta reforma”, dijo el secretario general de la CGT, Philippe Martínez, a la agencia Efe. “Hay mucha, mucha gente. Mucho más que lo habitual. El mensaje es claro: no al aumento del tiempo de cotización y no al retraso de la edad legal de comienzo de la jubilación. Es simple”, agregó.

También Gaelle Martínez, secretaria nacional de la central sindical Solidaires, dijo a la agencia que en la manifestación estaban presentes “todas las organizaciones” en una “gran señal de que la gente está furiosa”. Por su parte, Laurent Escure, secretario general de la Unión Nacional de los Sindicatos Autónomos, declaró: “Queremos tener una buena jubilación, no queremos llegar a la jubilación estando quebrados, cansados, rotos [...] Si el gobierno no recobra la razón habrá más [protestas]”.

Desde Barcelona, donde participaba en una cumbre con el presidente español, Pedro Sánchez, Macron defendió la reforma. Dijo que es “justa y responsable” y que, en comparación con el resto de Europa, Francia registra un “retraso” en los cambios que promueve esta iniciativa. El presidente francés insistió en que el gobierno mantendrá sus planes. “Si queremos ser justos entre las generaciones y salvar nuestro sistema de reparto, debemos hacer esta reforma”, dijo.

Por su parte, el excandidato presidencial de izquierda Jean-Luc Mélenchon dijo que el gobierno de Macron “no durará” porque perdió “su primera batalla, la de convencer a la gente de la necesidad de la reforma”. Según informó Europa Press, para Mélenchon esta iniciativa “no tiene sentido”. A su vez, la excandidata presidencial de extrema derecha Marine Le Pen consideró que la reforma es “injusta y brutal” y llamó a “combatirla”.