Por estas horas, el ejército israelí está bombardeando numerosos objetivos militares en el territorio palestino de la Franja de Gaza en el marco de la respuesta del gobierno del primer ministro Benjamin Netanyahu al ataque de la organización Hamas, que el sábado lanzó una sorpresiva operación que costó la vida de más de 700 israelíes, en su mayoría civiles.

En las primeras horas de este lunes, Israel anunció el bloqueo total de Gaza, un territorio de algo más de 350 kilómetros cuadrados en el que viven aproximadamente dos millones de habitantes, que tiene fronteras con Israel, con el mar Mediterráneo y con Egipto, que tampoco permite la libre circulación de palestinos hacia su país.

Las muertes entre los palestinos van en aumento y se estima que a esta altura en total son más de 1.300 las personas de ambas partes que ya murieron como consecuencia de esta nueva guerra en la región.

Desde Gaza voceros de Hamas informaron que lanzaron ataques contra la ciudad israelí de Nahariya y también sobre Har Adar, un asentamiento israelí en Cisjordania, que según fuentes sanitarias de Israel dejaron varios heridos, algunos de ellos de gravedad. Como era de esperar, también surgieron focos de enfrentamientos en Cisjordania, donde alrededor de 15 palestinos murieron abatidos por soldados israelíes, y lo mismo pasó en la frontera de Israel con Líbano, donde dos personas fueron asesinadas al intentar pasar hacia el lado israelí.

Luego de este incidente, de acuerdo a lo que informó la agencia Reuters, voceros de la organización chií libanesa Hezbolá dijeron que ellos no habían ordenado ninguna acción militar contra Israel.

Hezbolá, al igual que Hamas, cuenta con un fuerte apoyo de Irán, y en esa dirección apuntó el gobierno de Israel. En una declaración recogida por el diario Haaretz, el ministro de Asuntos Estratégicos israelí, Ron Dermer, dijo que la “suposición de trabajo” de Israel es que Irán está directamente implicado en los ataques de Hamas, aunque el gobierno teocrático de Teherán negó estar involucrado.

También en las últimas horas, según informó la agencia de noticias Associated Press, un funcionario de inteligencia egipcio dijo que su país, que es un mediador natural entre Israel y Hamas, había advertido en varias ocasiones a los israelíes sobre que “algo grande” iba a suceder, aunque no dio mayores detalles. La fuente egipcia dijo que los funcionarios israelíes que recibieron esta información estaban centrados en Cisjordania y restaron importancia a la amenaza de Gaza.

De inmediato el primer ministro Netanyahu salió a desmentir esta versión y emitió un comunicado en el que calificó la versión egipcia como dichos “incorrectos y falsos”. Horas antes, en una reunión con funcionarios de gobierno del sur del país, Netanyahu había afirmado que esta guerra con Hamas iba a “cambiar Medio Oriente”.

“Lo que Hamas experimentará será difícil y terrible. Vamos a cambiar Medio Oriente. Esto es sólo el comienzo, todos estamos con ustedes y los derrotaremos con fuerza, una fuerza enorme”, expresó el jerarca ante los funcionarios, de acuerdo a lo que informaron medios israelíes.

Paralelamente, según informó la cadena panárabe Al Jazeera, el gobierno de Qatar está trabajando en una mediación intentando un intercambio de rehenes israelíes capturados por Hamas en su ofensiva del sábado por presos palestinos en cárceles israelíes. En ambos casos, los cautivos liberados, si esta operación es exitosa, serían en su mayoría mujeres y menores de edad.