En una conferencia de prensa que brindó este lunes ante medios extranjeros, el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, descartó de plano detener las acciones bélicas en este momento. “Así como Estados Unidos no aceptaría un alto el fuego tras el bombardeo de Pearl Harbor o tras el ataque terrorista del 11 de setiembre, Israel no aceptará un cese de hostilidades con Hamas tras los horrendos atentados del 7 de octubre”, expresó el mandatario.

“Los reclamos de un alto el fuego son un llamamiento a Israel para que se rinda ante Hamas, para que se rinda ante el terrorismo y para que se rinda ante la barbarie. Eso no pasará”, agregó Netanyahu. Luego expresó: “La Biblia dice que hay un tiempo de paz y un tiempo de guerra. Este es un momento de guerra”.

En sintonía con las palabras del primer ministro, el Ejército israelí prosigue su ofensiva sobre la Franja de Gaza, y en las últimas horas comenzó a preparar el ingreso en la ciudad de Gaza, la más importante de ese territorio palestino.

Fue en el marco de esta incursión terrestre en el territorio gazatí que voceros militares informaron este lunes sobre el rescate de Ori Megidish, una mujer soldado que había sido secuestrada por los comandos de Hamas el 7 de octubre, en el ataque sobre Israel que marcó el comienzo de esta nueva guerra.

Algunas horas antes, Hamas había publicado un video en el que aparecían tres mujeres secuestradas reclamándole al gobierno de Netanyahu por su liberación. El gobierno identificó a las personas como Danielle Aloni, Rimon Kirsht y Elena Trupanov.

Familiares de estas personas secuestradas fueron entrevistadas por medios israelíes, reflejando el sentimiento de muchas personas en el país, que están a favor de aceptar una oferta de intercambiar a los más de 220 rehenes que están cautivos en manos de Hamas por unos 5.000 palestinos que se encuentran actualmente presos en cárceles de Israel.

Sobre el tema de los rehenes, el portal estadounidense Axios informó que durante el fin de semana el jefe del Mossad, David Barnea, estuvo en Qatar, donde discutió con autoridades locales la situación de los rehenes.

El estado qatarí, uno de los principales financiadores de Hamas, es actualmente el principal mediador entre Israel y la organización islámica que gobierna en Gaza en la cuestión de los rehenes.

Otra situación que tiene pendiente a la comunidad internacional es la desesperante situación humanitaria que se vive en la Franja. La Cruz Roja se declaró este lunes en estado de “shock” por los padecimientos que está pasando la población de Gaza. “Miles de muertos. Gente con acceso limitado a la comida y al agua. Hospitales a punto de colapsar, con los pasillos llenos de heridos y desplazados. Infraestructuras destruidas y casas que tardarán años en reconstruirse. Hasta las guerras tienen límites”, expresó la entidad internacional en un mensaje publicado en su cuenta de X.

Paralelamente, Lisa Doughten, de la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA por sus siglas en inglés), expresó que “la vida pende de un hilo” para los recién nacidos palestinos prematuros y los pacientes que dependen de diálisis en los hospitales de Gaza que se están quedando sin energía para poder seguir funcionando. “Unos 9.000 pacientes con cáncer no reciben atención adecuada”, dijo Doughten durante una sesión del Consejo de Seguridad de la ONU, expresando preocupación por las advertencias de las fuerzas israelíes de evacuar las instalaciones de atención médica en Gaza.

“No hay ningún lugar seguro al que puedan ir estos pacientes, y para aquellos con soporte vital y bebés en incubadoras, mudarse será sin duda una sentencia de muerte”, agregó. En una línea similar se manifestó el jefe de la Agencia de la ONU para los Refugiados de Palestina (UNRWA), el italosuizo Philippe Lazzarini, quien mostró su preocupación por la terrible situación humanitaria que se vive en Gaza, donde se están agotando los medicamentos, los alimentos, el agua potable y el combustible.

Los comentarios de Lazzarini expresados ante los integrantes del Consejo de Seguridad se produjeron después de que un funcionario de la UNRWA dijera que cuatro centros de distribución de ayuda y de almacenamiento de la ONU en Gaza habían quedado fuera de servicio por saqueos.

Pero la guerra está teniendo su impacto en Cisjordania, el otro territorio palestino, donde diariamente se producen muertes. En las últimas horas, autoridades israelíes informaron que llevaron a cabo una operación para “frustrar la infraestructura terrorista en el campo de refugiados de Yenín”, que terminó con el arresto de 51 personas, 38 de las cuales eran militantes de Hamas.

Desde que comenzó la guerra, el 7 de octubre, los palestinos muertos en Cisjordania a manos de fuerzas de seguridad o de milicias conformadas por colonos ya son más de 120, en su mayoría civiles que no pertenecían a Hamas ni a ninguna otra organización armada.