Con la mira puesta en el debate que se realizará el domingo por la noche en la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires, instancia que ambos ven como un mojón decisivo, los candidatos presidenciales argentinos Sergio Massa, de la coalición oficialista Unión por la Patria, y Javier Milei, de La Libertad Avanza, prosiguen con sus campañas para las elecciones del 19 de noviembre.

En las últimas horas la revelación de un caso de espionaje en el que están involucrados dos funcionarios kirchneristas fue un golpe en la campaña del ministro de Economía.

Este miércoles efectivos policiales allanaron el domicilio de Néstor Fabián Rodríguez, apodado Conu, quien es el actual subdirector general de Servicio al Contribuyente de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP).

Rodríguez es acusado de haber mantenido conversaciones con el expolicía Ariel Zanchetta, imputado y preso por espionaje ilegal a jueces y miembros de la Corte Suprema, quien le habría vendido al funcionario información obtenida de manera ilegal.

Además, el otro político del kirchnerismo con el que ha mantenido conversaciones Zanchetta fue el diputado oficialista Rodolfo Tailhade, quien habría recibido el mismo tipo de información que Conu Rodríguez, por lo que todos están siendo investigados.

Ajeno a estas cuestiones que de todas maneras salpican a su sector político, Massa prosigue su campaña, en la que promete finalizar con la grieta, empleando en todo momento un tono conciliador y repitiendo su consigna de que, si él gana, habrá “un gobierno de unidad nacional”, para intentar seducir principalmente a los votantes de centro derecha que no lo acompañaron en la primera vuelta.

En el comienzo de esta semana Massa anunció que el ministro de Economía en un eventual gobierno suyo será una persona que no integra su fuerza política.

Circularon rumores de que el candidato oficialista le había ofrecido esa cartera al actual jefe de gobierno de la ciudad de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta, pero el propio dirigente del PRO, que ya anunció que votará en blanco, negó categóricamente esta versión.

Por su parte, Javier Milei redujo en gran medida sus apariciones mediáticas en estos días. Quienes dirigen su campaña entienden que es mejor que el candidato mantenga un perfil bajo y se concentre de lleno en el debate del domingo.

En dicha instancia, y a diferencia de lo que pasó en los dos debates previos a la primera vuelta, ninguno de los dos participantes podrá tener textos o leer, algo que se estima que perjudicará al ultraderechista, quien ha resbalado más de una vez en sus participaciones televisivas.

Este jueves, tal como informó eldiarioar.com, Milei se trasladará a la ciudad de Mendoza, donde realizará una caminata junto a seguidores por el centro de la ciudad, y posteriormente, retornará a Buenos Aires para enfocarse en el debate junto a su equipo de asesores, en la sede de su campaña, situada en el Libertador Hotel, sobre la avenida Córdoba, en la zona de Retiro.

Otro hecho relevante que pasó en estos días fue el pronunciamiento del gobernador de Córdoba, Juan Schiaretti, justamente el día en el que Sergio Massa llegó a la provincia mediterránea, un distrito tradicionalmente antiperonista.

Massa estuvo en la ciudad de Río Cuarto, en el interior de la provincia, donde llegó junto con el ministro de Transporte, Diego Giuliano, para formalizar la ampliación del sistema SUBE y el sistema de carga a bordo a siete localidades cordobesas.

Poco después, Schiaretti, un peronista profundamente antikirchnerista, que sacó casi el 7% de los votos en las elecciones del 22 de octubre, brindó un discurso en el que descartó de plano la idea de apoyar electoralmente a Massa, aunque tampoco se decantó por Milei.

El excandidato presidencial de la alianza Hacemos por Nuestro País, dijo que “el gobierno kirchnerista de Sergio Massa viene haciendo un desastre económico”. Además, informó Ámbito Financiero, Schiaretti agregó: “De nada sirve que vengan a firmarnos a algunos municipios la tarjeta SUBE unos días antes de que sean las elecciones de segunda vuelta, mientras que todos los subsidios al transporte se quedan mayoritariamente en el área metropolitana de la ciudad de Buenos Aires”.

El gobernador también lamentó que “esta es la realidad de un país unitario que desde Córdoba exigimos que se cambie en serio”.