El informe Argentina siglo XXI: deudas sociales crónicas y desigualdades crecientes. Perspectivas y desafíos, elaborado por el Observatorio de la Deuda Social Argentina (ODSA) de la Universidad Católica Argentina (UCA), reveló que en el tercer trimestre del año la pobreza en el país alcanzó al 44,7% de la población.

Además, de acuerdo al trabajo, el índice de pobreza entre los niños y adolescentes llegó al 62,9%.

El informe indica también que la indigencia alcanzó al 9,6%, por lo que, sumando ambas categorías, actualmente son más de 20 millones los argentinos que no pueden acceder a las necesidades básicas de salarios, salud, educación y alimentación.

En cuanto a la calidad del empleo, los números indican que cayó a los niveles más bajos de la serie que el ODSA realiza desde 2004, con un 33,1% de la población económicamente activa mayor de 18 años en condición de desempleo (8,8%) o de subempleo inestable (24,3%).

De acuerdo a lo que consignó eldiarioar.com, las cifras que arroja esta nueva medición reflejan un crecimiento de los índices tomando en cuenta el mismo trimestre de 2022, cuando la pobreza llegó al 43,1% y la indigencia al 8,1%.

El informe que realiza esta entidad académica es paralelo al oficial que hace el Instituto de Estadísticas y Censos (Indec), pero los datos en muchos casos suelen ser coincidentes y también complementarios.

El director del ODSA, Agustín Salvia, comentó durante la presentación del informe que para el año que viene “se abre un escenario en el que la pobreza va a seguir aumentando, no de manera explosiva, sino en niveles similares al crecimiento que tuvo en los últimos dos años”, en un contexto que, como anticipó el presidente electo Javier Milei, habrá una estanflación, una dinámica de alta inflación combinada con un estancamiento económico.

“Hay un consenso en que algo se está haciendo muy mal y hay que cambiarlo”, agregó Salvia, quien precisó que “si esto sigue así, habrá un aumento de nuevos pobres por descenso de clases medias bajas, pobreza más estructural y mayor dependencia de los pobres extremos y las clases bajas de la asistencia pública”.

El tema de los índices de pobreza había sido objeto en el comienzo de la semana de un cruce de opiniones entre el presidente saliente, Alberto Fernández, que el domingo le traspasará el mando a Javier Milei, y Juan Grabois, dirigente social afín al kirchnerismo que fue candidato en las elecciones internas peronistas de agosto, en las que se impuso Sergio Massa.

En el marco de la ronda de entrevistas que dio en el cierre de su gestión, Alberto Fernández le dijo al portal Perfil que la cifra oficial del 40,1% de pobreza, la última de acuerdo a la medición más reciente del Indec, “está mal medida: si hubiera semejante cantidad de pobreza, la Argentina estaría estallada”.

El todavía presidente aseguró que “el consumo lleva 30 meses consecutivos de crecimiento y, no es consumo de los sectores altos, en los sectores bajos el consumo también es alto”. Planteó además que “hay algo que no me está cerrando y, como la pobreza finalmente se mide a través de la Encuesta Permanente de Hogares, es una encuesta”.

El mandatario también expresó que a veces “la gente es de no decir toda la verdad” en las encuestas y señalo que “si un encuestador le pregunta a una persona que tiene una familia qué ingreso tiene y dice ‘tengo un plan’, de ahí en más empieza a mentir porque tiene miedo de que se lo quiten. Si además del plan tiene una changa, lo niega. Si además del plan tiene un trabajo en negro, lo niega. Entonces el cálculo empieza a ser muy impreciso”.

Molesto con estas afirmaciones, Grabois le respondió a Fernández en un extenso hilo publicado en su cuenta de X. “La Argentina sí está estallada, Alberto, sólo que nos acostumbramos; no explota, implota. Hace menos ruido, pero la gente se desangra por dentro”, manifestó Grabois, líder de la Unión de Trabajadores y Trabajadoras de la Economía Popular (UTEP).

“Que no puedas explicarte las cifras de pobreza en un contexto de crecimiento de empleo, en una economía con la mitad de la fuerza de trabajo informalizada o registrada bajo modalidades precarias como el monotributo, es realmente un problema grave de comprensión”, agregó el dirigente social en su respuesta al mandatario.

Grabois, en el mismo tono, también le reprochó a Fernández que desde que él asumió su mandato, en diciembre de 2019, “hay dos millones más de pobres” y le dijo: “Hay que hacerse cargo”.