En Cisjordania y en Jerusalén Este, dos de los tres territorios palestinos, la de este lunes fue una jornada de paro general en solidaridad con lo que está sucediendo en la Franja de Gaza, donde la ofensiva del ejército israelí prosigue.

La mayoría de los comercios, centros educativos e instituciones públicas no abrieron sus puertas en los territorios que son gobernados por la Autoridad Nacional Palestina, que está jugando un rol importante para contener a sus pobladores ante la tragedia humanitaria que se está produciendo en territorio gazatí, donde los muertos son más de 18.000, los heridos superan los 50.000 y la enorme mayoría de la población fue desplazada de sus hogares.

Por ahora la posibilidad de una nueva tregua no está a la vista.

Una fuente que habló bajo condición de anonimato con el diario Haaretz explicó que desde que culminó el anterior acuerdo entre las partes, que posibilitó el intercambio de rehenes israelíes por presos palestinos -en todos los casos mujeres y menores de edad-, ni el gobierno de Benjamin Netanyahu ni tampoco Hamas presentaron una nueva propuesta para restablecer un alto al fuego de manera momentánea.

Lo mismo informó el diario británico The Guardian, citando a diplomáticos que participaron el domingo y el lunes en el Foro de Doha, la capital de Qatar, un ámbito en el que líderes y estrategas políticos y económicos debaten asuntos de máxima preocupación, que en este caso estuvo centrado en lo que está pasando en la Franja de Gaza.

Los funcionarios que hablaron con el medio inglés expresaron que no esperan ninguna reapertura de las conversaciones de alto el fuego durante algunas semanas y dicen que una eventual reanudación puede estar atada a que Israel pueda asesinar o capturar a algunos de los líderes principales de Hamas, como una señal inequívoca de que su operación militar está alcanzando sus objetivos.

Estados Unidos cree que esto se puede lograr ya en Navidad, pero los plazos que se manejan varían notoriamente, dependiendo de las fuentes consultadas.

Los factores que podrían debilitar la posición israelí de retrasar un alto el fuego pueden ser una escalada de la violencia fuera de la región, muy probablemente en Líbano, donde los combates con la milicia chiita pro iraní Hebzolá prosiguen, una fuga desesperada de refugiados palestinos desplazados hacia Egipto, o bien la intensificación de la presión sobre el gobierno de Netanyahu para que priorice la liberación de los rehenes que todavía están cautivos en Gaza, que se estima que son 135.

Mientras tanto, aunque habrá nuevas iniciativas diplomáticas, incluido un nuevo debate y una votación sobre un alto el fuego este martes en la asamblea general de las Naciones Unidas, el gobierno estadounidense de Joe Biden no va a ejercer más presión sobre Israel para que ponga fin a su campaña militar en Gaza.

Pero si bien la guerra está desatada allí, una de mucho más baja intensidad se está desarrollando en Cisjordania, donde prácticamente todos los días ciudadanos palestinos, en contadísimas ocasiones integrantes de facciones armadas, son asesinados a manos de militares israelíes o de colonos judíos extremistas.

A propósito de este tema, el jefe diplomático de la Unión Europea dijo que el bloque propondría que los gobiernos de sus estados miembros impongan sanciones a estos colonos.

La iniciativa de Borrell fue tomada por Andrew Mitchell, funcionario del Ministerio de Asuntos Exteriores de Reino Unido, quien dijo a los parlamentarios que el gobierno estaba considerando prohibir los viajes a los colonos extremistas de Cisjordania.

Este lunes Benny Gantz, líder del partido Unión Nacional, y quien ocupa un cargo en el gobierno desde que estalló la guerra, visitó la ciudad de Ashkelón, no lejos de la frontera norte con la Franja de Gaza, donde se reunió con autoridades locales de la zona.

Sobre los avances de la guerra, Gantz comentó que, en este momento, “el liderazgo de Hamas ha perdido el control sobre una porción significativa del territorio”.

Gantz agregó el impacto que las acciones militares israelíes están teniendo y afirmó: “Los combatientes de Hamas se están rindiendo o enfrentan bajas. Estamos desmantelando sistemáticamente su infraestructura militar para impedir futuras reuniones. Aunque la capacidad de lanzamiento permanece, ha sufrido graves daños y el conflicto persiste”.

El líder opositor a Netanyahu también se refirió a su perspectiva sobre lo que deberá suceder con el gobierno de Gaza luego de que termine la guerra.

“Es crucial enfatizar nuestra intención de mantener el control sobre Gaza durante un período prolongado. Responderemos militarmente a cualquier presencia de Hamas, garantizando la visibilidad de las fuerzas israelíes desde los hogares de los residentes del sur”, remarcó Gantz.