El viernes se cumple un año del comienzo de la invasión rusa a Ucrania.

La operación militar especial, tal es la denominación que se le asigna en Rusia al conflicto, comenzó cuando las tropas de Moscú ingresaron en territorio ucraniano, acción que estuvo precedida de una escalada de tensiones diplomáticas, donde además de los dos países directamente implicados en las hostilidades estuvo como actor decisivo la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), particularmente al país líder de esta unión militar: Estados Unidos.

En el inicio, Rusia lanzó una ofensiva sobre Kiev, pero después de más de un mes de combates fue repelida por las fuerzas ucranianas. Tras varias fases en el conflicto, ahora la mayor parte de las acciones bélicas están centradas en la región del Donbás, compuesta por los óblasts (provincias) de Donetsk y Lugansk, ubicadas en el extremo sureste de Ucrania, donde desde 2014 hay dos repúblicas prorrusas de facto.

Además, Rusia reclama como propios los óblasts de Zaporiyia y Jersón, que están parcial pero no totalmente bajo su control. Tanto en estas dos últimas provincias como en Donetsk y Lugansk, las autoridades rusas organizaron en setiembre del año pasado referéndums en los que la población votó en favor de la unión a Rusia, instancias que obviamente fueron reconocidas como válidas por el gobierno de Vladimir Putin, pero consideradas ilegales casi por la totalidad de la comunidad internacional.

Estas provincias están ubicadas al norte de la península de Crimea, territorio que fue anexado por Rusia en 2014, pero que Ucrania considera como parte de su territorio.

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Armamento, mediaciones y cifras

En virtud del aniversario del viernes, en Ucrania hay temores de una serie de ataques de los rusos, que en este momento tienen una clara supremacía sobre los ucranianos en el aspecto armamentístico.

Sobre este punto, el gobierno de Kiev que preside Volodímir Zelenski ha venido insistiendo en las últimas semanas a las potencias occidentales para que le suministren todo tipo de armamento, desde municiones hasta tanques y aviones.

Es también en este contexto que desde ambas partes se ha hecho alusión a una posible salida negociada del conflicto, aunque no hay nada claro respecto a las condiciones en que esto sería posible. No parece posible que Rusia ceda, particularmente los territorios ya conquistados en el Donbás, y desde Ucrania en todo momento se manifestó que la cesión de sus territorios no serían objeto de negociaciones.

Este jueves en Kiev, en la conferencia de prensa que dio luego de reunirse con el presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, Zelenski calificó como algo “positivo” el hecho de que China plantee un plan para terminar la guerra de Ucrania, aunque afirmó que aún es prematuro “analizarlo”, especialmente porque dijo que no vio el plan y solo conoce detalles generales de la propuesta.

“En general, el hecho de que China haya comenzado a hablar de Ucrania es muy bueno. Son los primeros pasos y no es algo negativo. Sacaremos conclusiones cuando veamos los detalles”, manifestó Zelenski.

El presidente además manifestó su intención de que se produjera una reunión entre los gobiernos en Kiev y Pekín e informó que dicho mensaje ya fue transmitido por las vías diplomáticas. “Es algo que interesa a Ucrania”, agregó el mandatario, de acuerdo a lo que informó Reuters.

El martes, el ministro de Relaciones Exteriores ucraniano, Dmytro Kuleba, había dicho que el máximo responsable de la diplomacia china, Wang Yi, le había comunicado los principales aspectos del plan de paz chino durante la Conferencia de Seguridad que se celebró el fin de semana en la ciudad alemana de Múnich. Kuleba agregó que Ucrania no puede sacar conclusiones sin conocer la integridad del documento.

El ministro agregó que Kiev examinará en detalle el texto una vez que Pekín lo haga público, algo que puede suceder este viernes. La propuesta china, según lo adelantado por fuentes de ese país, espera poner término a la guerra a través de la diplomacia, teniendo en cuenta asuntos de seguridad, soberanía e integridad territorial.

Este jueves, en el marco de una reunión en la sede de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en la que el tema fue la guerra en Ucrania, el representante chino ante la entidad, Dai Bing, dijo a la asamblea general que un año después del comienzo del conflicto, “los hechos brutales ofrecen una amplia prueba de que enviar armas no traerá la paz”.

Dai, hablando durante una sesión en la que se debatió un proyecto de resolución que insta a Rusia a abandonar Ucrania, dijo que la posición de China sobre Ucrania siempre fue “consistente y clara”.

El diplomático de la nación asiática dijo que “la máxima prioridad de Pekín es facilitar el alto el fuego y el cese de las hostilidades sin demora”, y agregó que su país estaba listo para “seguir desempeñando un papel constructivo” en la resolución de la crisis en Ucrania. Sobre el tema del eventual uso de armas nucleares, Dai dijo que “todas las partes deben cumplir estrictamente con las convenciones nucleares”, y agregó: “No se puede usar armas nucleares, no se puede librar una guerra nuclear”.

También el jueves desde Moscú se expresó que se estaba estudiando una propuesta de paz que fue formulada recientemente por el presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva.

En una entrevista con la agencia estatal rusa de noticias TASS, el viceministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Mikhail Galuzin, dijo que su gobierno “tomó nota de las declaraciones del presidente de Brasil sobre el tema de una posible mediación para encontrar formas políticas de evitar una escalada en Ucrania, corrigiendo errores de cálculo en el campo de la seguridad internacional sobre la base del multilateralismo y considerando los intereses de todos los actores. Estamos examinando iniciativas, principalmente desde el punto de vista de la política equilibrada de Brasil y, por supuesto, teniendo en cuenta la situación en el terreno”. Galuzin enfatizó la importancia de la visión de Brasil, país al que calificó como un socio estratégico de Moscú, tanto a nivel bilateral como global. El funcionario del Kremlin además agradeció la decisión de Brasil de no enviar armamento a Ucrania, a pesar de las presiones que tuvo por parte de Estados Unidos para que sí lo haga.

Un aspecto sobre el que hay poca información en esta guerra es el número de muertos.

Si bien al inicio del conflicto autoridades del Ministerio de Defensa ruso solían dar, cada tanto, un reporte de número de víctimas, posteriormente dejaron de hacerlo y sólo hacen informes parciales de algunas ofensivas puntuales. Los ucranianos en algunas ocasiones difunden cifras, aunque en medio de la guerra informativa es común que exageren el número de bajas rusas y disminuyan las propias. Los observadores internacionales tienen poco acceso a las informaciones totales y es por eso que los reportes brindados por la ONU, e incluso por servicios de inteligencia de países occidentales, incluyendo los de entidades militares de Estados Unidos, tampoco suelen ser muy fiables.

Sí hay cifras concretas de la cantidad de ucranianos que como consecuencia de la guerra tuvieron que dejar sus lugares habituales de residencia. Desde que comenzó la guerra, algo más de ocho millones de personas abandonaron el territorio ucraniano buscando refugio en otros países. Además, cerca de 5,3 millones se fueron de sus hogares y se reinstalaron en zonas de Ucrania menos afectadas por el conflicto.

Según los últimos datos brindados por el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), en el detalle de los ciudadanos ucranianos que se fueron del país se indica que más de 2,8 millones se fueron hacia Rusia (la mayor parte población étnicamente rusa), 1,5 millones a Polonia, poco más de un millón a Alemania y casi medio millón a la República Checa. Pero casi la totalidad de los países de la Unión Europea recibieron ucranianos, además de otros extracomunitarios, como Turquía e Israel.