Tanto fuentes rusas como ucranianas informaron que en las primeras horas de este jueves hubo una serie de bombardeos sobre varias ciudades ucranianas. Desde Moscú se destacó la importancia y el daño causado por estas incursiones, mientras que desde Kiev se minimizó, pero lo concreto es que las ofensivas rusas están siendo cada vez más intensas.

En este marco, el viernes comenzará la Conferencia de Seguridad de Múnich, un encuentro anual sobre política de seguridad internacional que tendrá como tema central la guerra que desde hace casi un año se está desarrollando en territorio ucraniano.

Si bien el tema fue analizado, Rusia finalmente no fue invitada a participar en el evento, en el que estarán presentes más de un centenar de altos cargos, entre ellos 45 jefes de Estado o de Gobierno.

La delegación de Estados Unidos estará encabezada por la vicepresidenta, Kamala Harris, mientras que del lado europeo asistirán, entre otros, el presidente francés, Emmanuel Macron, el canciller alemán, Olaf Scholz, el primer ministro británico, Rishi Sunak, y la presidenta de la Comisión Europea, la diplomática alemana Ursula von der Leyen. También está anunciada la presencia del secretario general de la Organización del Tratado del Atlántico Norte, el noruego Jens Stoltenberg, mientras que en representación del gobierno ucraniano acudirá su ministro de Relaciones Exteriores, Dmytro Kuleba.

En este momento, de acuerdo a analistas militares de varios países, la situación en el campo de batalla es favorable a Rusia, pero pese a ello, en una entrevista a la BBC, el presidente Volodímir Zelenski volvió a remarcar que su país no cederá territorios a cambio de un acuerdo de paz. El mandatario dijo que conceder tierras significaría que Rusia podría “seguir avanzando”.

Zelenski dijo también que la actual ofensiva de las tropas enemigas estaba prevista desde la primavera y puntualizó que “los ataques rusos ya están ocurriendo desde varias direcciones”. Si bien reconoció las dificultades actuales, el presidente ucraniano dijo que cree que su ejército podrá seguir resistiendo el avance ruso hasta poder lanzar una contraofensiva.

Zelenski reiteró sus pedidos de más ayuda militar de los aliados occidentales y dijo que las armas son el camino para poder llegar a un acuerdo de paz. “Por supuesto, las armas modernas aceleran la paz, porque son el único idioma que entiende Rusia”, manifestó.

Diferentes visiones

Contrarrestando el optimismo que manifestó el presidente ucraniano, el jefe del Estado Mayor Conjunto de Estados Unidos, Mark Milley, dijo en una entrevista con el periódico británico Financial Times que veía improbable que Ucrania logre su objetivo de reconquistar todo el territorio conquistado por los rusos durante la última década. “No voy a decir que no pueda pasar”, manifestó Milley, “pero es extraordinariamente difícil. Y básicamente requeriría el hundimiento de las fuerzas armadas rusas”.

También el jueves habló sobre el conflicto el presidente bielorruso, Alexander Lukashenko, incondicional aliado del gobierno de Vladimir Putin, con quien se reunirá este viernes.

En declaraciones recogidas por la agencia estatal de noticias Belta, el mandatario bielorruso dijo que su país únicamente se involucrará directamente en la guerra si son atacados por los ucranianos. Además, aseguró que su país está preparado para organizar un encuentro entre sus homólogos estadounidense y ruso, Joe Biden y Putin, para negociar la paz en Ucrania, en vísperas de la inminente visita del jefe de la Casa Blanca a Polonia.

“Estoy listo para reunirme con el presidente de Estados Unidos”, dijo Lukashenko en una conversación con periodistas extranjeros en Minsk, la capital de Bielorrusia.