Los últimos reportes oficiales brindados por Turquía y Siria dieron cuenta que ya son 8.000 las personas encontradas muertas luego de los devastadores terremotos que se registraron el lunes en el centro sur del territorio turco y en el norte del sirio.

Las autoridades de Ankara manifestaron que los muertos en su país son más de 6.000, en tanto que en Siria el movimiento sísmico causó la muerte de otras 2.000 personas, mientras en medio de los edificios destruidos en numerosas ciudades y localidades de ambos países prosiguen a contrarreloj la tarea de los rescatistas para intentar hallar sobrevivientes. Las bajísimas temperaturas y en algunos casos la lluvia y también las nevadas están dificultando aún más las tareas de rescate, de acuerdo a lo que informó el diario británico The Guardian.

Si bien Orhan Tatar, funcionario de la agencia de gestión de desastres del gobierno, anunció que se dispuso en las zonas afectadas más de 24.400 miembros del personal de búsqueda y rescate, se espera que en el correr de las próximas horas comiencen a llegar personal internacional, así como también maquinaria, insumos y ayuda humanitaria que fue ofrecida al gobierno de Recep Tayyip Erdogan por países de todo el mundo, incluyendo a algunos que tienen una muy compleja relación con Turquía, como es el caso de Armenia y Grecia.

La llegada de ayuda es aún más compleja en Siria, país que está viviendo desde hace más de 12 años una cruenta guerra civil.

Sobre este punto se manifestó el martes la ministra alemana de Relaciones Exteriores, Annalena Baerbock, quien exigió que la ayuda humanitaria pueda llegar a las víctimas en el norte de Siria y prometió donaciones para las ONG que se encuentran desde hace años trabajando en el lugar.

Entre otros, Alemania entregará un millón de euros a la ONG Malteser International, afirmó Baerbock, de acuerdo a lo que consignó la agencia Efe. Además, la dirigente ecologista que integra la coalición de gobierno que lidera Olaf Scholz dijo que ejercerá presión para que la ayuda humanitaria llegue a algunas de las zonas más afectadas por la catástrofe que están bajo el dominio de los rebeldes sirios, ante el bloqueo que sufren por parte del gobierno de Damasco y el veto ruso a la ayuda transfronteriza de Naciones Unidas.

Además, y haciendo referencia a los millones de turcos y germano turcos que viven en Alemania, Baerbock expresó: “Sé que muchos en nuestro país todavía no han recibido la ansiada noticia de que sus amigos y allegados están bien”.

La ministra dijo también que los primeros equipos de rescate alemanes ya están en la Península de Anatolia, por lo que en pocas horas podrían sumarse a las tareas.

Números fatales

Desde la Organización Mundial de la Salud (OMS) se advirtió que el número de víctimas fatales podría superar las 20.000, porque en muchas ciudades los desaparecidos entre las ruinas se cuentan por miles. Además, hay decenas de miles de personas heridas en diverso grado, por lo que es seguro que el número de muertos se incrementará con el paso de las horas. La previsión realizada por la OMS podría ser ampliamente superada de acuerdo a lo que expresó Ovgun Ahmet Ercan, un experto en terremotos turco, quien entrevistado por el periódico inglés The Economist estimó que “180.000 personas o más podrían estar atrapadas bajo los escombros, la mayoría de ellas muertas”.

Adelheid Marschang, oficial superior de emergencias de la OMS, dijo que es probable que el terremoto afecte directamente a 23 millones de personas, incluyendo 1,4 millones de niños.

Hasta el momento, más de 8.000 personas fueron rescatadas de los escombros en Turquía, dijo el vicepresidente del país, Fuat Oktay. Con sus hogares destruidos, cerca de 400.000 personas pudieron encontrar refugio, calor y alimentación en centros de acogida, pero también en hoteles del gobierno, mientras que muchas personas acudieron a resguardarse en centros comerciales, escenarios deportivos, mezquitas, centros comunitarios y también en trenes que fueron utilizados como alojamiento de emergencia.

Este martes, el presidente Erdogan declaró zona de desastre a las diez provincias afectadas por los terremotos en su país, imponiendo el estado de emergencia en la región durante tres meses.

Muchos analistas explicaron en las últimas horas que el manejo que haga el mandatario de esta situación catastrófica puede determinar o no su reelección en los comicios generales previstos para mayo.