El apoyo a la democracia, las cuestiones medioambientales, las relaciones comerciales y la guerra en Ucrania serán algunos de los temas que estarán en la agenda del encuentro que el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, tendrá el viernes en Washington con su homólogo estadounidense, Joe Biden.

Además de la importancia práctica por las cuestiones que abordarán los mandatarios y sus comitivas en la reunión que se celebrará en la Casa Blanca, la visita del líder del Partido de los Trabajadores (PT) a la capital estadounidense tiene un valor simbólico muy fuerte, debido a que marcará el relanzamiento de la relación entre los países, que fue escasa y poco fructífera durante la presidencia de Jair Bolsonaro.

Lula partirá el jueves hacia Estados Unidos al frente de una comitiva en la que estarán varios integrantes de su gabinete: el canciller Mauro Vieira, el ministro de Hacienda, Fernando Haddad, la de Medio Ambiente, Marina Silva, y Anielle Franco, quien está al frente de la cartera de Igualdad Racial.

El martes el secretario para las Américas del Ministerio de Relaciones Exteriores brasileño, Michel Arslanian Neto, dio una conferencia de prensa en la que brindó detalles sobre la visita de Lula a Washington. El funcionario de Itamaraty, cuyas declaraciones fueron consignadas por el diario carioca O Globo, recordó que Lula habló por teléfono recientemente dos veces con Biden. La primera cuando fue declarado vencedor de las elecciones presidenciales, y la segunda el 9 de enero, un día después de los atentados perpetrados por militantes bolsonaristas en la sede de los tres poderes en Brasilia.

“Los dos países están experimentando desafíos similares, una preocupación común con el tema de la radicalización, la violencia política con el tema del uso de las redes para difundir desinformación y discursos de odio. Por eso esta será una oportunidad única para que envíen un mensaje de fuerte apoyo a los procesos políticos, sin recurrir al extremismo ni a la violencia y con el uso adecuado de las redes sociales”, detalló Arslanian Neto.

Otro tema importante en la reunión entre Lula y Biden será el de los derechos humanos. Sobre este punto, el diplomático brasileño recordó que la líder de la delegación de Estados Unidos en la asunción del líder del PT fue la secretaria del Departamento del Interior, Deb Haaland, quien es responsable de las políticas de los pueblos indígenas en su país. Durante su estadía en Brasilia Haaland se reunió con Joenia Wapichana, quien es la presidenta de la Fundación Nacional del Indio (Funai).

En su comparecencia ante los medios, Arslanian Neto también explicó que en el área del medioambiente y el cambio climático Brasil pretende volver a tomar un rol protagónico como el que tuvo durante anteriores gestiones del PT, por lo que buscará reactivar los instrumentos de protección ambiental, pero también lograr el compromiso de otros países para cumplir con sus obligaciones en términos de financiamiento para estos temas.

“Estas son las dos dimensiones: un Brasil comprometido con la agenda, pero también con ganas de involucrar a otros países para el cumplimiento equilibrado de las obligaciones en esta área”, puntualizó Arslanian Neto. Además de los temas primordiales, otras cuestiones que también tendrán lugar en la agenda bilateral serán la seguridad alimentaria, la promoción del desarrollo económico, el fortalecimiento de la paz y la seguridad, además del control de la migración regional. También está planificado que Lula y algunos de sus ministros mantengan encuentros con varios legisladores demócratas.

La guerra entre Rusia y Ucrania también será uno de los temas que abordarán los mandatarios. Al respecto, este miércoles el coordinador de Comunicaciones del Consejo de Seguridad Nacional estadounidense, John Kirby, dijo en una conferencia de prensa que cualquier decisión que tome Lula sobre el tema será respetada por Washington. “El presidente Lula, democráticamente elegido por el pueblo de Brasil, es el que tiene que hablar por su país y tomar sus propias decisiones en consonancia con la fortaleza de sus propias instituciones democráticas”, afirmó Kirby.

Tal como recordó la agencia Efe, aun antes de ser electo presidente, Lula siempre intentó mantener una posición de neutralidad respecto del conflicto y manifestó que su país no enviará armas a ninguno de los dos países. Por el contrario, el mandatario brasileño abogó por una salida dialogada y a fines del mes pasado propuso crear un grupo integrado, entre otros, por Brasil, India y China para mediar en el conflicto.