En su discurso anual ante el Parlamento, el presidente de República Dominicana, Luis Abinader, defendió este lunes su política respecto de Haití, su país vecino, que fue objeto de duras críticas por las masivas deportaciones y por la construcción de un extenso muro a lo largo de los casi 400 kilómetros de frontera que comparten.

“Nunca antes ningún gobierno había hecho tanto por proteger la integridad de República Dominicana a lo largo de su frontera, ni había manifestado tanta firmeza en nuestra política migratoria, en consonancia con los derechos humanos, pero sin titubeos a la hora de su aplicación”, dijo el mandatario, de acuerdo a lo que informó France 24.

Desde que llegó al gobierno en 2020, Abinader endureció la política migratoria hacia Haití, país con el cual República Dominicana comparte la isla La Española y con el que tiene una relación signada por la desconfianza.

Hablando ante los parlamentarios, el mandatario presentó como un “objetivo estratégico” la construcción del muro en la frontera. Paralelamente, las autoridades dominicanas ordenaron numerosos operativos para detener a migrantes haitianos.

Abinader señaló que el año pasado “se ejecutaron 171.000 deportaciones frente a las 85.000 realizadas en 2021, lo que supone un incremento de 102%. En 2019 las deportaciones fueron 67.400, y por poner los datos en perspectiva, en 2011 [habían sido] 8.636”, agregó el presidente.

Esta política del gobierno dominicano fue duramente criticada por el alto comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH), el austríaco Volker Türk, quien, durante una visita a Puerto Príncipe, la capital haitiana, a comienzos de febrero, condenó la deportación masiva de migrantes haitianos, así como el trato “humillante” que muchos reciben.

Según recordó Reuters, en noviembre del año pasado Türk le había pedido al gobierno de Abinader que frenara las deportaciones. Pero sus declaraciones fueron consideradas “inaceptables” por el mandatario, quien aseguró en ese momento que su Ejecutivo no sólo continuaría las expulsiones de personas haitianas, si no que las aumentaría.

En su reciente visita a Haití, el país más pobre del continente americano, Türk instó a la comunidad internacional a “considerar urgentemente el despliegue de una fuerza de apoyo especializada con plazos determinados” en el país, que está sumido en una enorme crisis política y económica, agravada por el asesinato del presidente Jovenel Moïse en julio de 2021 y el incremento de la violencia por parte de pandillas.

El representante de las Naciones Unidas aseguró que la población en la isla está siendo acosada y aterrorizada por bandas criminales sin que el Estado pueda detenerlo. Türk pidió a la comunidad internacional que no se olvide de Haití y le preste atención porque en este país se vive “una de las peores situaciones de pobreza y terror del mundo”. Remarcó su preocupación y temor a que la situación en Haití no esté recibiendo la atención que merece en un contexto de múltiples crisis internacionales.

Turk dibujó como catastrófica la situación en Haití, “donde los problemas son enormes y abrumadores” y donde las bandas armadas crean un clima de terror casi permanente desde julio pasado.

El funcionario explicó que estas organizaciones criminales controlan el acceso al agua, los alimentos, la atención sanitaria y el combustible, y remarcó que no es extraño que los niños no puedan ir a la escuela porque son reclutados por estas bandas o para perpetrar actos violentos o abusos.