En su primer discurso público tras retornar a Brasil luego de pasar casi tres meses en Estados Unidos, el expresidente Jair Bolsonaro defendió la actuación de los legisladores de su sector político, el Partido Liberal (PL), para evitar que el mandatario Luiz Inácio Lula da Silva no haga “lo que quiera con el futuro de nuestra nación”.

“El parlamento nos está enorgulleciendo por la forma de comportarse, realmente de hacer lo que hay que hacer y mostrarle a esta gente que está aquí ahora y que, en el poco tiempo que están en el poder, no va a hacer lo que quiera con el futuro de nuestra nación”, dijo Bolsonaro en una conferencia de prensa que ofreció en la sede del PL, en Brasilia.

El retorno del político ultraderechista al país no fue acompañado por una movilización popular, algo que fue evitado por la Policía Federal, que obligó al expresidente a salir por una puerta alternativa del aeropuerto, desde donde se dirigió directamente hacia la sede de su sector. Allí, antes de hablar brevemente ante los medios, tuvo un desayuno en el que estuvieron presentes su esposa, Michelle, y dirigentes y legisladores del PL.

La semana que viene el exmandatario asumirá formalmente el cargo de presidente de honor y se refirió a ese hecho. Bolsonaro dijo que ocupar ese cargo conlleva una “gran responsabilidad” y agradeció por el nombramiento al presidente del partido, Valdemar Costa Neto, y a quien llamó “jefe”.

“Es con gran placer que regreso. Regreso como presidente [de honor] del PL. Nuestro jefe Valdemar [Costa Neto], presidente del partido, también tiene una tremenda responsabilidad. Porque el PL, junto con el PP, colaboraremos para que podamos gestionar 60% de las alcaldías de Brasil”, expresó el exmandatario.

Este jueves también ante los medios Bolsonaro se refirió al caso de las joyas regaladas por el gobierno de Arabia Saudita al Estado brasileño que él se apropió de manera ilegal.

Restándole trascendencia al tema, el exmandatario dijo que recibió dichos presentes debido a la amistad que construyó con el mundo árabe. “¿Son joyas caras?”, se preguntó Bolsonaro, quien respondió: “Sí, queridos, y es por la amistad que tuve con el mundo árabe”, aseguró.

De acuerdo a lo que informaron medios brasileños, el excapitán justificó el obsequio como una práctica común de los gobiernos del Golfo Pérsico, porque “son muy ricos”. “Ellos [Reino de Arabia Saudita] tienen dinero, y por placer dan este tipo de regalos. Ellos tienen cosas que nosotros no tenemos: tres esposas, por ejemplo. Son muy exitosos. Son muy ricos y tratan de complacer a la gente. Pero yo soy un tipo que tiene su relojito aquí, [señalando el reloj normal que tenía puesto], gracias a Dios, estoy satisfecho con él”, agregó en tono de broma.

En otro intento de minimizar el hecho, Bolsonaro dijo que no sabía por qué razón se había generado tanto revuelo con el tema. “Si creen que esto es algo que hice mal, hasta me alegro, porque no hay nada de lo que acusarme”, expresó, de acuerdo a lo que consignó el portal Brasil 247.

A comienzos de este mes el diario O Estado de São Paulo reveló que en 2021, al retornar de un viaje oficial a Arabia Saudita, la comitiva del expresidente intentó ingresar a Brasil los regalos recibidos, aunque sin declarar, por lo que fueron retenidos por autoridades aduaneras.

Según informó la revista Carta Capital, con el retorno de Bolsonaro al país sus aliados intensificaron el discurso de que el eventual arresto o inhabilitación del excapitán lo fortalecería políticamente. La intención es hacer de Bolsonaro una especie de “Lula al revés”, como principal líder de la oposición al gobierno.

El plan también incluye viajes por todo el país. El objetivo es demostrar que el apoyo acumulado por el exmandatario en las últimas elecciones aún persiste, garantizando la presión popular contra cualquier decisión judicial en su contra.

“La fuerza electoral de Bolsonaro no tiene precedentes”, dijo el senador Ciro Nogueira, integrante del derechista Partido Progresistas. “Ellos [el Poder Judicial] tienen dudas [de inhabilitarlo]. Bolsonaro inelegible es 1.000 veces más fuerte que elegible. Habría un sentimiento de injusticia muy fuerte en la población”, agregó.

La semana que viene, el expresidente deberá declarar ante la Policía Federal por el caso de las joyas saudíes traídas ilegalmente a Brasil. También hay acciones en su contra en el Tribunal Superior Electoral que podrían hacerle perder sus derechos políticos, además de investigaciones en el Supremo Tribunal Federal que pueden implicarlo en la investigación de la difusión de noticias falsas.