El Parlamento de Turquía ratificó en la noche de este jueves el protocolo de acceso de Finlandia a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), por lo que el gobierno de Helsinki cuenta ya con el visto bueno de todos los integrantes de la alianza atlántica.

De acuerdo a lo que informó la agencia de noticias turca Anadolu, la sesión del Parlamento en Ankara se extendió durante largas horas, hasta que finalmente dieron luz verde al ingreso finlandés en el bloque militar. Con esta votación y tras los pasos similares dados a comienzos de semana por el Parlamento de Hungría, Finlandia ha recibido ya el voto favorable de todos los Estados miembro de la Alianza Atlántica, por lo que el país está virtualmente dentro de la OTAN, y restan simplemente algunos pasos formales para que se concrete.

Según los estatutos de la alianza militar, una vez que todos los países de la OTAN aprueban los protocolos de adhesión de un país, los documentos deben ser enviados a Estados Unidos, donde son depositados ante el gobierno. El país aspirante tan sólo se convierte en miembro pleno de la OTAN una vez que el gobierno de Washington cuente con todos los documentos, informó el portal Europa Press.

En julio del año pasado, en el contexto de la guerra en Ucrania y al verse amenazadas ante una eventual incursión rusa, Finlandia y Suecia, decidieron romper su política de neutralidad que mantuvieron durante décadas y solicitaron de manera conjunta su ingreso en la alianza militar liderada por Estados Unidos.

Sin embargo, de inmediato Turquía reaccionó y se opuso a la idea por la supuesta connivencia de suecos y finlandeses con el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) y las Unidades de Protección Popular (YPG), organizaciones que el gobierno de Ankara, la Unión Europea y Estados Unidos consideran como terroristas.

En sucesivas reuniones entre representantes diplomáticos de los tres países, las autoridades turcas pidieron a suecos y finlandeses que dieran pasos específicos para desbloquear la situación. Finlandia, que cuenta con una población kurda muy pequeña lo hizo, pero Suecia, país en el que los kurdos son bastante más numerosos, no.

La situación de tensión fue creciendo al punto de que el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, dijo que en los últimos años Suecia se convirtió en un “nido de terroristas y en un peligro para la seguridad nacional turca”.

Durante las largas negociaciones con los países nórdicos en las que se trató sobre su ingreso en la OTAN, Erdogan explicó que su gobierno entregó al de Suecia una lista de 124 personas para que sean deportadas desde la nación nórdica hacia Ankara. Pero estas deportaciones no se produjeron debido a que la Justicia sueca consideró que dichas personas, en el caso de ser enviadas a Turquía, no tendrían un juicio justo, según informó El Periódico de Barcelona.

“Nosotros tenemos nuestras líneas rojas en la lucha contra el terrorismo, y entregamos a Suecia una lista con 124 terroristas que queremos que sean extraditados a nuestro país. Pero ellos no lo han hecho. El primer ministro sueco puede ser muy buena persona, claro que sí, pero lo que nos importa a nosotros son los pasos concretos. Y no los han dado”, dijo Erdogan la semana pasada en Ankara durante la visita de su homólogo finlandés, Sauli Niinistö.