El presidente argentino, Alberto Fernández, cuestionó a la Justicia y a la oposición este miércoles, al dar su discurso de apertura de las sesiones ordinarias del Congreso. Lo hizo ante la presencia del presidente de la Corte Suprema, Horacio Rosatti, y el vicepresidente de ese tribunal, Carlos Rosenkrantz, que asistieron a la sesión.

Fernández criticó el fallo que dispuso que se le devolvieran a la ciudad de Buenos Aires recursos estatales, y dijo que “la intromisión de la Justicia en la ejecución presupuestaria es definitivamente inadmisible”. Agregó que la Corte Suprema de Justicia atribuyó a la capital “recursos coparticipables que no le corresponden, contrariando la ley de coparticipación vigente. Les quita dinero a los que más necesitan y destina esos mismos recursos a la ciudad más opulenta del país”.

También criticó otra resolución, por la que se dispuso rediseñar la composición del Consejo de la Magistratura, y dijo: “La tomaron por asalto”. Ante estos pasajes del discurso, el oficialismo reaccionó con una ovación, mientras que los opositores respondieron con gritos, según informó La Nación.

“Lamentablemente, el Poder Judicial hace tiempo que no cuenta con la confianza pública, no funciona eficazmente y no se muestra con la independencia requerida frente a los poderes fácticos y políticos”, manifestó el presidente, según citó Página 12. Dijo que “el accionar de los miembros de la Corte Suprema de Justicia de la Nación” llevó al gobierno a “presentar un pedido de juicio político ante la Cámara de Diputados” contra los integrantes de ese tribunal.

El mandatario también cuestionó la condena por corrupción contra la vicepresidenta argentina, Cristina Fernández, y dijo que el juicio fue una “simulación” en la que “no se cuidaron las formas mínimas del debido proceso y se formularon imputaciones que rayan en el absurdo jurídico buscando su inhabilitación política”. A continuación, dijo que la vicepresidenta es “perseguida injustamente” por los tribunales.

Más temprano, al comienzo de su discurso, había condenado el intento de asesinato que sufrió la vicepresidenta en setiembre y reclamado a la Justicia que investigara ese ataque.

“Vuelvo a exigir hoy a la Justicia que profundice la investigación de aquel hecho, que juzgue y condene a quienes fueron los autores materiales e intelectuales de ese intento de homicidio”, dijo Fernández. “Le pido a la Justicia que actúe con la misma premura con la que archiva causas en las que jueces, fiscales o empresarios poderosos asoman como imputados”, agregó el presidente. También ese pasaje de su discurso recibió aplausos de congresistas del oficialismo.

Fernández recordó que al asumir su cargo “prometió ponerles fin a los sótanos de la democracia”, y agregó: “Lo hice. El personal de inteligencia del Estado ya no se vincula con los jueces. Los recursos de la AFI [Agencia Federal de Inteligencia] son públicos. No existen operadores que en nombre del gobierno compran voluntades judiciales. No hay escuchas ni intromisiones en la privacidad de ningún ciudadano. El espionaje interno ya no existe”, manifestó.

En alusión a la oposición, en particular a la coalición Juntos por el Cambio, Fernández afirmó: “Los que atentaron contra la Constitución son los que armaban mesas judiciales y perseguían con recursos estatales a jueces, a periodistas, a políticos opositores y hasta a sus propios compañeros. No pretendan ahora dar lecciones de institucionalidad y fervor democrático. Sólo quiero dejar en claro quién respeta la República y quién no”.

Fernández también respondió a quienes lo critican desde filas del oficialismo. “En este tiempo, escuché cómo una y otra vez criticaban mi moderación. Pero con esa moderación fui capaz de enfrentar a los acreedores privados y pude ponerles freno a los condicionamientos que el FMI le había impuesto al gobierno que me precedió”, dijo.

“Con esa moderación fui quien puso el pecho a la pandemia, y quien terminó de levantar hospitales que a mi llegada alguna gobernadora consideraba innecesarios”, dijo, esta vez en alusión a María Eugenia Vidal, exgobernadora de la provincia de Buenos Aires y actual diputada opositora. “Y fui yo quien con esa moderación construyó hospitales modulares y distribuyó más de 4.000 respiradores a lo largo y a lo ancho del país mientras ponía de pie un sistema de salud que había sido abandonado”, continuó.

El presidente también aprovechó este ámbito para defender su gestión. Dijo que Argentina fue uno de los países “que más creció en estos últimos dos años” y que “todas las proyecciones propias y de los organismos internacionales señalan que en 2023” volverá a crecer. “Seremos uno de los países que más crezca del mundo y de los primeros de la región. Serán tres años consecutivos de crecimiento de nuestra producción, algo que no sucedía desde 2008”, afirmó.