Desde este miércoles se está realizando en Nueva York la Conferencia de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para el Agua, evento en el que participantes de todo el mundo estarán discutiendo temas vinculados con el agua en relación con los objetivos del desarrollo sostenible.

En la previa al inicio del evento, un equipo de expertos presentó un documento titulado “Informe mundial de las Naciones Unidas sobre el desarrollo de recursos hídricos 2023”, en el que quedaron expuestos y graficados en números los enormes problemas de gestión de recursos que hay para hacer que el agua sea accesible para buena parte de la población mundial.

En el trabajo, publicado en la página oficial de la ONU, se destaca el dato de que uno de cada cuatro habitantes del mundo no tiene acceso al agua potable, en números netos, alrededor de 2.000 millones de personas. Paralelamente, 3.600 millones de personas no tienen acceso a un saneamiento manejado de forma segura.

Otra cifra que emergió del trabajo es que en los primeros 20 años del siglo XXI, desde 2000 a 2019, las inundaciones en todo el mundo afectaron directamente a 1.650 millones de personas y causaron la muerte de más de 100.000. Desde el punto de vista económico, estos fenómenos climáticos causaron pérdidas equivalentes a 650.000 millones de dólares. Tomando el mismo lapso de tiempo, las sequías afectaron a 1.430 millones de personas, con pérdidas estimadas de casi 130.000 millones.

El trabajo recopiló una gran cantidad de datos sobre el uso que se le da al agua en el mundo, y en base a ello, brindó números sobre la situación actual, pero también proyectó consecuencias del impacto que va a tener su ausencia en los próximos años.

Según el informe, para el año 2050 se prevé que aproximadamente la mitad de la población mundial que viva en áreas urbanas podría quedarse sin agua por el agotamiento de los recursos. Además, la creciente incidencia de sequías extremas y prolongadas también está afectando a los ecosistemas, con graves consecuencias para las especies animales y vegetales, de acuerdo al estudio.

Richard Connor, uno de los redactores jefe del informe, declaró en una conferencia de prensa en Nueva York consignada por la agencia Associated Press que “la incertidumbre” por el agua “va en aumento”.

“Si no lo abordamos, se producirá una crisis mundial”, afirmó Connor en referencia al uso del agua. El experto señaló que el aumento actual en la demanda está ocurriendo en países en vías de desarrollo y en economías emergentes. Este incremento del consumo es impulsado por el crecimiento industrial y particularmente por la incesante alza demográfica de las ciudades. Es en estas zonas urbanas “en donde se está registrando un verdadero incremento en la demanda”, expresó Connor.

Agregó que debido a que la agricultura utiliza el 70% del agua a nivel mundial, el riego de las cosechas necesita ser más eficiente, como por ejemplo la modalidad de riego por goteo que usan algunos países, la cual permite ahorrar mucha agua.

“Eso permite que haya agua disponible para las ciudades”, comentó. En el reporte de la ONU se establece además que como resultado del cambio climático “la escasez estacional de agua aumentará en regiones en donde actualmente es abundante, como el centro de África, el este de Asia y partes de Sudamérica, y empeorará en zonas en donde el agua ya escasea” en la actualidad, como en Medio Oriente y en las zonas africanas circundantes al desierto del Sahara.

Durante la conferencia de prensa en la que presentó los resultados del trabajo, a Connor le preguntaron si en el futuro son esperables guerras causadas como consecuencia del uso del agua en caso de una crisis mundial. Pero el funcionario de la ONU afirmó que el agua “tiende a conducir a la paz y la cooperación más que al conflicto”. Connor remarcó que el reforzamiento de la cooperación transfronteriza entre los países es fundamental y la principal herramienta para evitar todo tipo de conflictos y escaladas de tensiones en el futuro. Sobre este aspecto, en el estudio se explica que 153 países comparten 286 cuencas fluviales y lacustres transfronterizas y que existen 592 sistemas acuíferos transfronterizos. Casi en el 60% de las cuencas que comparten dos países o más existen acuerdos operativos de cooperación en materia de agua.