Al menos 41 personas, todas ellas procedentes de países de América Central y del Sur, murieron en un incendio que se produjo en un centro de detención para migrantes ubicado en Ciudad Juárez, en el estado de Chihuahua, muy cerca de la frontera con la localidad estadounidense de El Paso.

Mediante un comunicado consignado por el portal Animal Político, el Instituto Nacional de Migración (INM) informó que el incendio se originó en la noche del lunes en el área de alojamiento del lugar, en el que son alojados de manera temporal hombres mayores de edad que fueron detenidos en su intento de ingresar de manera ilegal a territorio estadounidense. Además, las autoridades migratorias detallaron que otras 29 personas que estaban en el lugar resultaron con lesiones a causa del siniestro, por lo que debieron ser hospitalizadas.

En la mañana del martes, en su habitual conferencia de prensa diaria, el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, calificó el episodio de “triste”, pero al mismo tiempo responsabilizó a las víctimas por los hechos al asegurar que el incendio “tuvo ver con una protesta que ellos iniciaron”. Desde el Palacio Nacional, en Ciudad de México, el mandatario expresó: “Suponemos que se enteraron de que serían deportados y como protesta en la puerta del albergue pusieron colchonetas y prendieron fuego. No pensaron que causaría esta desgracia”.

De acuerdo con el INM, en la instalación del organismo migratorio estaban alojados 68 hombres mayores de edad, algunos de ellos capturados por autoridades migratorias de Estados Unidos y devueltos a México, y otros que habían sido detenidos en la tarde del lunes en un operativo especial realizado en Ciudad Juárez para retirarlos de las calles, donde suelen limpiar vidrios de autos o desempeñarse como vendedores ambulantes.

Según detallaron autoridades migratorias mexicanas, 37 personas murieron poco después de comenzado el incendio, presuntamente intoxicadas por la inhalación de humo, y sus cuerpos fueron colocados en el estacionamiento del edificio del INM, cubiertos con colchas térmicas de aluminio, de donde fueron levantados por personal del Servicio Médico Forense. Las otras cuatro personas fallecieron en la madrugada del martes en un hospital donde estaban siendo atendidas, informaron fuentes gubernamentales consultadas por el portal mexicano La Verdad.

De acuerdo a la versión que brindó este medio, alrededor de las 21.00 del lunes los migrantes que estaban encerrados en la dependencia migratoria empezaron a reclamar que se les diera agua. Las quejas fueron subieron de tono hasta que, presuntamente a las 21.30, prendieron fuego en el lugar donde se encontraban recluidos, esperando que les abrieran la puerta, que estaba cerrada con llave, pero comenzaron a intoxicarse y a quemarse, de acuerdo con datos preliminares de las investigaciones.

“La culpa la tiene Migración, esto que está pasando es culpa de ellos”, dijo Vianey Infante, una migrante venezolana, quien esperaba la liberación de su esposo en el exterior de la dependencia migratoria cuando se desató el incendio.

El INM informó que de los 68 migrantes que estaban en el local donde se produjo el incendio, 28 eran guatemaltecos, 13 hondureños, 12 salvadoreños, 12 venezolanos, uno era colombiano y el restante ecuatoriano. Ante los hechos, la dependencia estableció comunicación y coordinación con autoridades consulares de diferentes países para lograr la identificación plena de las personas migrantes fallecidas.

“Se interpuso una denuncia ante las autoridades correspondientes para que se investigue lo sucedido y, en su caso, se proceda en consecuencia”, expresaron las autoridades migratorias.

Paralelamente, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) interpuso una queja de oficio tras el incendio fatal. “La Comisión ya inició labores de investigación, por lo cual personal de la oficina regional de Ciudad Juárez acudió al lugar de los hechos y entró en comunicación con representantes del INM a fin de garantizar que las personas heridas reciban la atención médica adecuada”, se informó desde la entidad.

La CNDH también informó que inició una investigación sobre las condiciones en que se encontraban las instalaciones del INM en las que se registró el siniestro, así como sobre los protocolos activados ante la emergencia.

Además, el máximo representantes de la cancillería mexicana, Marcelo Ebrard, dijo que ya se entabló comunicación con embajadas y consulados para brindar apoyo a los familiares de las víctimas.