El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, anunció que clasificará como secreta la información de las secretarías de Defensa Nacional (Sedena) y de la Marina (Semar) como respuesta ante un supuesto caso de “espionaje” de Estados Unidos a esas instituciones. “Tenemos que cuidar nuestra información por seguridad nacional y defendiendo nuestra soberanía”, dijo.
“Vamos a cuidar ya la información de la Semar y la Sedena porque estamos siendo objeto de espionaje del Pentágono, y muchos medios de información en México están filtrando información que les entrega la DEA [la agencia antidrogas de Estados Unidos]”, afirmó el presidente mexicano durante un contacto con medios locales.
Esta decisión se toma después de que el fin de semana el diario The Washington Post publicara un artículo sobre supuestas tensiones entre la Marina y el Ejército de México, citando un informe militar estadounidense que se filtró entre otros documentos del Pentágono, informaron los periódicos mexicanos La Jornada y Proceso.
De acuerdo con el informe, Estados Unidos prevé un “potencial empeoramiento” de esas tensiones, que si bien ya existían, se incrementaron porque el titular de la Semar, Rafael Ojeda Guzmán, “estaba tan frustrado de que el Ejército Mexicano tomara el control de todo el espacio aéreo mexicano, que instruyó a los oficiales de la Marina para que limitarán la cooperación con la Sedena”.
A esto se suma, que el presidente mexicano calificó esta semana como “intromisión abusiva, prepotente” un operativo que llevó adelante por la DEA para infiltrar al Cártel de Sinaloa sin pedir autorización a las autoridades de México, informó la agencia Efe.
Para López Obrador, además, el semanario mexicano Proceso accede a “mucha información” de la DEA y esto demuestra que es necesario tomar medidas al respecto. “Es que tenemos que protegernos porque la DEA está informándoles al Proceso y a otros. Ahora resulta que el Pentágono le informa al Washington Post, hackean”, dijo el presidente mexicano. “Están queriendo violar nuestra soberanía en un plan injerencista, utilizando como instrumento a la prensa vendida o alquilada de nuestro país, a los grupos de intereses creados, al bloque conservador, a los corruptos”, afirmó.
López Obrador manifestó que su gobierno no se va a quedar “de brazos cruzados”. Por lo pronto, además de clasificar la información de la Sedena y la Semar, el Ejecutivo informó que pedirá a Estados Unidos un informe sobre el supuesto espionaje a las dos secretarías. “Haremos un planteamiento por las vías diplomáticas adecuadas preguntando eso, hoy mismo lo vamos a hacer, pidiendo que se nos informe, se nos dé el detalle”, dijo el martes el canciller, Marcelo Ebrard.
Afirmó que Washington debería aclarar si es cierta o no la información que publicó el periódico estadounidense. “Es una obligación de Estados Unidos compartirla con México” o, si la información no fuera cierta, “señalar que no es veraz”, dijo el jefe de la diplomacia mexicana.
Durante su conferencia de prensa matinal, López Obrador fue consultado sobre la posibilidad de que la decisión de hacer reservada la información de las dos secretarías implique un riesgo de que las fuerzas armadas sean menos transparentes, e incluso de que se violen garantías fundamentales, en referencia a denuncias recientes de espionaje de parte de esas fuerzas a activistas sociales. El presidente negó que estén presentes esos riesgos y afirmó: “Hay facultades [para reservar información], las que establece la ley. Si hay una información que se considera de seguridad nacional [se clasificará como reservada]. Nosotros habíamos dicho, al principio, [dar a conocer] todo, pero se están metiendo como los globos de China ¿no? Que no los vamos a bajar con tiradores, con las resorteras”.
El presidente afirmó también que tanto la Semar como la Sedena y el resto del gobierno “son respetuosos” de las garantías que existen para los ciudadanos, y descartó que el ejército haya espiado a activistas. Dijo que su gobierno no hace espionaje, sino sólo trabajo de “inteligencia” dirigido sobre grupos o personas vinculados con actividades ilícitas.
Ante otra consulta, López Obrador negó que la decisión de reservar información se deba a una reciente filtración sobre supuestos viajes con gastos excesivos por parte del titular de la Sedena, Luis Cresencio Sandoval. Sin embargo, consideró que esas filtraciones, conocidas como Guacamaya Leaks, “son parte de lo mismo” y que se hackeó a la Sedena.