De manera sorpresiva, el secretario general de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), el noruego Jens Stoltenberg, visitó este jueves Kiev, la capital ucraniana, en la que fue su primera visita al país desde que comenzó la guerra, en febrero del año pasado. Luego de reunirse con el presidente Volodímir Zelenski, ambos jerarcas comparecieron en conferencia de prensa. En ella, Stoltenberg dijo que durante la próxima cumbre de la OTAN que se realizará en julio en Vilna, la capital lituana, los representantes del bloque abordarán el ingreso de Ucrania, una aspiración de Kiev que siempre ha sido eludida por la alianza militar, que no pretende entrar en un enfrentamiento directo con Rusia.

De todas maneras y pese a estas reservas, el líder de la OTAN dijo: “Permítame ser claro: el lugar de Ucrania está en la familia euroatlántica. El lugar que le corresponde está en la OTAN. Y, con el tiempo, nuestro apoyo ayudará a hacerlo posible”.

Por su parte, de acuerdo a lo que informó El País de Madrid, Zelenski se mostró convencido de que “Ucrania estará un día en la OTAN”. El presidente ucraniano redobló la apuesta y le metió presión a Stoltenberg al afirmar que “es hora” de que la alianza militar invite formalmente a Ucrania a unirse y agregó que “no hay barreras objetivas” que impidan su adhesión.

Paralelamente y tal como viene haciendo prácticamente desde que comenzó la invasión rusa, Zelenski pidió ayuda para “superar las reticencias” de los aliados a entregar a Kiev armas cruciales para poder seguir sosteniendo su guerra contra las fuerzas de Moscú, particularmente aviones caza de combate y tanques.

La visita de Stoltenberg a Kiev también fue comentada por el vocero del Kremlin, Dmitri Peskov, quien en declaraciones a medios locales dijo que uno de los objetivos de la ofensiva rusa sobre Ucrania es evitar la adhesión de Kiev a la alianza militar liderada por Estados Unidos. A la pregunta de si evitar la entrada de Kiev en la OTAN sigue siendo un objetivo de la guerra, Peskov respondió: “Indudablemente. De lo contrario, supondrá un peligro grave y significativo para la seguridad de nuestro país”.

Mientras los combates siguen siendo muy duros en la región del Donbás, parcialmente ocupada por Rusia, este jueves los servicios secretos ucranianos informaron que varios militares fueron acusados de traición por entregar a los rusos datos sobre una base aérea que posteriormente fue atacada.

Según informó la agencia Reuters, el Servicio de Seguridad de Ucrania especificó que los militares fueron acusados por intentar, “sin coordinación con las autoridades estatales pertinentes”, apoderarse de un avión ruso en julio del año pasado después de que su piloto les dijera que desertaría.

Para ello, revelaron detalles sobre la ubicación del personal de la fuerza aérea ucraniana y los aviones, lo cual facilitó que Rusia llevara a cabo un exitoso ataque con misiles en el aeródromo de Kanatove, en el centro del país. En ese ataque murió un comandante ucraniano, 17 personas resultaron heridas, dos aviones de combate fueron destruidos y la pista de aterrizaje, los edificios y el equipo sufrieron daños significativos, especificaron los servicios ucranianos en un comunicado que publicaron en su cuenta de Telegram.