Después de nueve años, los presidentes de todos los países sudamericanos se reunieron este martes en Brasilia, la capital brasileña, por iniciativa del presidente anfitrión, Luiz Inácio Lula da Silva. En el encuentro, además de Lula, participaron Alberto Fernández (Argentina), Luis Arce (Bolivia), Gabriel Boric (Chile), Gustavo Petro (Colombia), Guillermo Lasso (Ecuador), Irfaan Ali (Guyana), Mario Abdo Benítez (Paraguay), Chan Santokhi (Surinam), Nicolás Maduro (Venezuela) y el uruguayo Luis Lacalle Pou. La presidenta peruana, Dina Boluarte no asistió al evento debido a la situación interna de su país y fue representada por el presidente del Consejo de Ministros, Alberto Otárola.

En la apertura del cónclave, el mandatario brasileño planteó varias ideas con el objetivo de generar consensos y reforzar los mecanismos de cooperación e integración regional.

De acuerdo a lo que habían manifestado autoridades brasileñas antes del encuentro, el objetivo de la cumbre del martes era el de retomar el diálogo y analizar la posibilidad de que la región vuelva a contar con un foro de integración “puramente sudamericano”, que sea “permanente, inclusivo y moderno”.

Al resaltar que “América del Sur volvió a ser el centro de la acción diplomática brasileña”, Lula afirmó que “ningún país puede enfrentar las amenazas sistémicas de hoy en forma aislada”, como la crisis climática, el retroceso del multilateralismo a escala global, los ataques a las instituciones democráticas a través de la desinformación, y las consecuencias de la guerra entre Rusia y Ucrania.

Lula también destacó la importancia de la reintegración regional, con la reactivación de mecanismos multilaterales como la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac).

En su discurso, Lula subrayó que en los últimos años Brasil “optó por aislarse del mundo y de su entorno”, en referencia a la agenda diplomática implementada por su antecesor, Jair Bolsonaro.

Entre las medidas que planteó a sus pares, Lula sugirió la posibilidad de “poner el ahorro regional al servicio del desarrollo económico y social”, afirmando que para ello se deben movilizar instituciones financieras como el Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social, de acuerdo a lo que consignó la revista brasileña Carta Capital.

En el área monetaria, el líder del Partido de los Trabajadores recomendó que se cree un mecanismo de compensación regional y que se articule la implementación “de una unidad de referencia común para el comercio” entre los países sudamericanos, para poder así reducir la dependencia de otras monedas, en particular del dólar estadounidense. Sin embargo, Lula no propuso reemplazar el real ni las monedas de uso habitual por la población en cada país sudamericano, sino que esta nueva unidad monetaria se utilice exclusivamente para pagos de importaciones y exportaciones, según lo consignado por el portal Brasil 247.

En otra área, Lula propuso la creación de un mercado energético sudamericano. En ese sentido, sugirió que los países de la región, de manera integrada, puedan llevar adelante acciones tendientes a enfrentar el cambio climático.

Cuando se refirió a la enseñanza y la investigación, Lula defendió la creación de un modelo de movilidad regional entre estudiantes, investigadores y profesores de educación superior de la región. En estas áreas el mandatario dijo que proyectos de esta naturaleza ya son una realidad en muchos lugares del mundo, por ejemplo en los países que integran la Unión Europea.

En su mensaje a los mandatarios, Lula también mencionó dos sugerencias en el área de la infraestructura y la defensa.

Sobre el primer tema, el presidente brasileño abogó por la actualización de la cartera de proyectos del Consejo Suramericano de Infraestructura y Planificación. Este organismo fue creado en 2009 y para 2011 ya había desarrollado más de 30 proyectos de integración en el área de infraestructura en la región.

Cuando habló de la defensa, Lula manifestó su intención de “retomar la cooperación en el área de la defensa con miras a dotar a la región de mayor capacidad de educación y formación, intercambio de experiencias y conocimientos en materia de la industria militar”. Una de las ideas defendidas por Lula es la reactivación del Consejo de Defensa Sudamericano, creado en 2008.