Las tropas ucranianas atacaron este lunes varios puntos a lo largo de la línea del frente en el óblast (provincia) de Donetsk, en la región del Donbás, haciendo retroceder a las fuerzas rusas en al menos dos áreas en lo que parecía ser la etapa preliminar de la anunciada contraofensiva de las fuerzas de Kiev.

En su habitual mensaje nocturno, consignado por el diario británico The Guardian, el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, elogió los avances realizados por los “guerreros” de su país. Con estas operaciones, Ucrania pretende recuperar los territorios que están parcialmente bajo control ruso, Donetsk y Lugansk, en el este, y Jersón y Zaporiyia, en el sur, las cuatro regiones anexadas por Moscú en los referéndums realizados en setiembre del año pasado.

Las autoridades ucranianas describieron los ataques como acciones “locales” y rechazaron las afirmaciones que había hecho el Ministerio de Defensa ruso acerca de que la gran contraofensiva había empezado y ya había sido frustrada con un alto costo para los atacantes.

A pesar de que se trata de una ofensiva que viene siendo anunciada desde hace muchas semanas, en los últimos días funcionarios ucranianos puntualizaron la necesidad de mantener bajo reserva los movimientos de sus militares, informó la agencia Reuters. Pero, previamente, los altos mandos del Ejército ucraniano indicaron que cualquier contraofensiva estaría precedida y acompañada de maniobras de distracción tendientes a causar la mayor confusión posible en las filas enemigas. 

El lunes, más temprano, el Ministerio de Defensa de Rusia había informado que los ucranianos habían sufrido más de 1.500 bajas en el sector sur de la provincia de Donetsk y también en la de Zaporiyia, otra de las zonas de combate.

De acuerdo a lo que informó la agencia rusa Sputnik, las tropas ucranianas continuaron su contraofensiva el lunes, pero sin lograr sus objetivos.

Según información oficial del gobierno ruso, el ejército ucraniano habría restituido dos brigadas mecanizadas para poder proseguir con los ataques que se habían iniciado un día antes.

Sin embargo, “como resultado de las operaciones activas de las unidades de la agrupación de tropas Vostok, que demostraron valor y heroísmo, se detuvo al enemigo y no se lograron las tareas asignadas”, explicó el ministerio.

El domingo, jerarcas militares rusos habían informado sobre otro fallido intento de ofensiva a gran escala en Donetsk, donde los ucranianos habrían tenido 250 bajas, además de la destrucción de tanques, vehículos de combate de infantería y vehículos blindados. Todas las informaciones rusas no pudieron ser confirmadas por fuentes independientes y fueron desmentidas por los ucranianos.

Mediación papal

La guerra que comenzó el febrero del año pasado con el ingreso de las tropas rusas a territorio ucraniano no parece estar cerca de llegar a su fin.

El anunciado envío de aviones de combate F-16 por parte de países occidentales a Ucrania, que se haría efectivo en el invierno boreal, es un indicador de que la pacificación no está en los planes, por más que los intentos diplomáticos de varios países de lograr una mediación prosiguen. Gobiernos como los de Turquía, Brasil, Francia, Indonesia, entre otros, han planteado alternativas para detener las hostilidades, aunque sin lograrlo por el momento.

Otro Estado que también viene buscando una fórmula para mediar es el Vaticano, que ha expresado su voluntad en más de una ocasión mediante dichos de su máxima figura, el papa Francisco.

Pero, en lo concreto, los intentos de la santa sede no tuvieron eco ni en Rusia ni en Ucrania, ya que ambos parecen convencidos de que pueden vencer militarmente a su enemigo. Según informó El País de Madrid, el gobierno ucraniano considera que la posición del Vaticano es demasiado equidistante, al no querer hablar claramente sobre que el conflicto fue iniciado por Rusia, siendo Ucrania el país agredido.

De todas maneras, desde el Vaticano se siguen haciendo gestiones y, en ese sentido, este lunes se informó que viajó hacia Kiev el cardenal Matteo Zuppi, quien es presidente de la Conferencia Episcopal Italiana y arzobispo de Bolonia, una persona de confianza del papa Francisco.

Según trascendió, Zuppi se reunirá con autoridades ucranianas y posteriormente lo hará con representantes del gobierno ruso para intentar acercar posiciones.