“No vamos a traer hombrecitos verdes ni platillos voladores a la audiencia. Siento decepcionar a la mitad de ustedes”.

Con esas palabras el congresista republicano Tim Burchett dio inicio en Estados Unidos a una sesión muy particular que se celebró el miércoles, en la que tres exmilitares, Ryan Graves, David Grusch y David Fravor, declararon bajo juramento respecto a los “fenómenos aéreos no identificados” (FANI), la sigla que eligieron los congresistas para evitar hablar de los estigmatizados objetos voladores no identificados (OVNI).

El testimonio más esperado era el del mayor retirado David Grusch, exoficial de Inteligencia del Pentágono, que habló ante la subcomisión de Supervisión de la Cámara de Representantes, después de haber dado varias entrevistas a la prensa internacional sobre su experiencia.

Según Grusch, que fue menos detallista en el Congreso que en sus apariciones mediáticas, desde hace décadas Estados Unidos está ocultando un programa para la recuperación de objetos voladores no identificados, que realiza ingeniería inversa para tratar de reconstruirlos. Interrogado por la congresista del Partido Republicano Nancy Mace, el exmilitar aseguró que además de objetos averiados, también se lograron recuperar restos biológicos “no humanos”. Cuando se le preguntó por más detalles, Grusch dijo que, como la mayor parte de la información que estaba manejando era confidencial, no podía hablar de ella en público.

El testimonio del exmilitar no es de primera mano. Según contó, en 2019 cuando trabajaba en la Oficina Nacional de Reconocimiento, una agencia particular del gobierno que trabaja sobre los satélites espías, fue informado sobre un programa que se dedicaba a estos objetos.

“Me informaron en el curso de mis deberes oficiales de un programa de ingeniería inversa y recuperación de FANI fallidas de varias décadas al que se me negó el acceso”, dijo en el Congreso, y agregó que “probablemente” los gobiernos estadounidenses han trabajado sobre el tema al menos “desde la década de 1930”.

“Mi testimonio se basa en información que recibí de individuos con una larga trayectoria de legitimidad y servicio para este país, muchos de los cuales también comparten evidencia convincente en forma de fotografías, documentación oficial y testimonios orales clasificados”, dijo Grusch a los legisladores, tal como recoge AFP.

Rápidamente el Pentágono negó las afirmaciones de Grusch. En un comunicado, la portavoz del Departamento de Defensa, Sue Gough, dijo que los investigadores no han descubierto “ninguna información verificable para corroborar las afirmaciones de que haya existido en el pasado o exista actualmente algún programa relacionado con la posesión o la ingeniería inversa de materiales extraterrestres”.

Además de Grusch declaró el teniente Ryan Graves, un expiloto de un avión de combate de la Marina estadounidense. Antes de comenzar subrayó que “si los ovnis son drones extranjeros, son un urgente problema para la seguridad nacional”, y si no lo son, deberían ser estudiados por la ciencia. “En cualquier caso, los objetos no identificados son una preocupación para la seguridad aérea”, resumió.

Graves afirmó que se habían detectado fenómenos no identificados “básicamente en todas las partes del mundo donde hay operaciones de la armada”. Según reportó, el relato en común sobre estos avistamientos era que se trataba de un “cubo gris oscuro o negro dentro de una esfera transparente”, con “el vértice o las puntas del cubo tocando el interior de la esfera”.

Otro de los testigos fue el comandante David Gravor, otro piloto retirado de la Marina, quien aseguró que en 2004 vio un ovni con la forma de una pastilla TicTac y con capacidades de vuelo imposibles para la tecnología actual.

Ese subcomité del Congreso le ha pedido al gobierno en reiteradas oportunidades que haga más transparente la información sobre los objetos voladores no identificados, en tanto entienden que ya sean o no extraterrestres, implican una amenaza para la seguridad nacional. Además, reclaman que exista un sistema “transparente y seguro” para que los pilotos militares o civiles que sean testigos de eventos extraordinarios los puedan reportar sin ser estigmatizados.

El año pasado dos altos funcionarios de Inteligencia, Ronald Moultrie y Scott Brasy, dieron su testimonio ante una comisión del Congreso, en la que fue la primera audiencia pública sobre el tema en el Parlamento estadounidense en 50 años. La citación de los funcionarios se dio casi un año después de que se conociera un informe en el que se documentan más de 140 casos de avistamientos de objetos no identificados que pilotos militares declararon haber visto desde 2004.