Azerbaiyán lanzó un ataque en la disputada región de Nagorno Karabaj, en lo que definió como una “operación antiterrorista”. El ejército de ese país utilizó artillería y drones para “desarmar y asegurar la retirada de las Fuerzas Armadas armenias”, a las que acusó de haber cometido ataques en la región y haber matado a dos civiles y cuatro policías azeríes. Las autoridades de Azerbaiyán dijeron que sólo se considerarán conversaciones de paz si los separatistas se retiran.

El gobierno azerí declaró que el propósito de la ofensiva fue la “neutralización” de efectivos e instalaciones militares armenias y agregó: “Reiteramos que no son objetivo ni la población civil ni las infraestructuras civiles”. Sin embargo, Gegham Stepanyan, defensor del pueblo en la República de Artsaj, o Nagorno Karabaj, afirmó que el ataque había matado a 25 personas. “Dos eran civiles y una era un niño”, agregó. Otras decenas de personas sufrieron heridas.

Nagorno Karabaj es objeto de conflicto entre Azerbaiyán y Armenia. Si bien el territorio está dentro de Azerbaiyán, su población es armenia, y Nagorno Karabaj se autoproclamó independiente en 1991. La ofensiva lanzada el martes tuvo lugar después de nueve meses de bloqueo por parte de Azerbaiyán de la única ruta que une ese territorio con Armenia, el corredor de Lachín.

Las autoridades de Armenia pidieron a las tropas de paz rusas que actúen. “En virtud de la declaración tripartita del 9 de noviembre [de 2020] las tropas de paz rusas desplegadas en la región deben tomar claras e inequívocas medidas para poner fin a la agresión de Azerbaiyán”, dijo el ministro de Relaciones Exteriores armenio, Ararat Mirzoyán. Rusia y Armenia son miembros de la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva y despliegan tropas de paz rusas en la región desde la guerra de Nagorno Karabaj de 2020. “Esta nueva agresión a gran escala contra el pueblo de Nagorno Karabaj tiene como objetivo completar la política de limpieza étnica de Azerbaiyán”, agregó Mirzoyán.

El gobierno ruso expresó su preocupación por la escalada de violencia en la región y pidió a las partes que detengan “el derramamiento de sangre”, cesen “inmediatamente las acciones militares” y regresen “a la senda del arreglo político-diplomático”. Según la portavoz de la cancillería rusa, María Zajárova, las tropas de paz de su país están trabajando para alcanzar “un cese del fuego”. 

Azerbaiyán, a su vez, tiene el apoyo de Turquía, cuyo gobierno insistió en que la operación fue imprescindible. Según la publicación Barron’s, el ministerio turco de Relaciones Exteriores explicó: “Azerbaiyán se vio obligado a tomar medidas que considera necesarias sobre su propio territorio soberano”. También expresó su esperanza de que continúen las negociaciones entre los dos países.

El alto representante de la Unión Europea para la Política Exterior, Josep Borrell, dijo que el bloque “condena la escalada militar a lo largo de la Línea de Contacto y en otros lugares de Karabaj” y “deplora la pérdida de vidas provocada por la escalada”. La Unión Europea pidió “el cese inmediato de hostilidades y que Azerbaiyán detenga las actuales actividades militares”. “Es necesario poner fin a la violencia para crear un entorno propicio para las conversaciones de paz y normalización. Requiere un compromiso genuino de todas las partes para trabajar hacia resultados negociados. La Unión Europea sigue plenamente comprometida a facilitar el diálogo”, manifestó. 

También la ministra de Relaciones Exteriores de Alemania condenó el ataque. En la red social X manifestó que el gobierno de Azerbaiyán rompió su promesa de abstenerse de acciones militares. Exigió que ese país detuviera los bombardeos y se reincorporara a las conversaciones de paz, y expresó también su apoyo a las negociaciones dirigidas por la Unión Europea.

De acuerdo con el primer ministro armenio, Nikol Pashinián, el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, conversó con él y resaltó la “inadmisibilidad del uso de la fuerza y la necesidad de desescalar la situación mediante mecanismos internacionales”.

También el presidente francés se comunicó con Pashinián, según informó el gobierno armenio. Emmanuel Macron le comunicó al primer ministro que convocaría una reunión de emergencia del Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas. Los dos gobernantes “discutieron la situación en Nagorno Karabaj después del ataque de Azerbaiyán” y “pusieron énfasis en la inadmisibilidad del uso de la fuerza y la necesidad de utilizar mecanismos internacionales para lograr la desescalada”, manifestó el gobierno armenio. Catherine Colonna, la ministra de Relaciones Exteriores francesa, calificó la ofensiva de “ilegal, injustificable, inaceptable”.