El bloguero bolsonarista Oswaldo Eustáquio, con tres investigaciones y órdenes de captura en Brasil por apoyar un pedido de golpe militar y cierre del Congreso brasileño en 2020 y por ser uno de los principales impulsores de la falsa narrativa de fraude en las elecciones ganadas por el presidente Luiz Inácio Lula da Silva en 2022, logró ayuda del Congreso paraguayo para evitar su extradición mediante un pedido de refugio. Ya refugiado, fue uno de los principales difusores de una teoría de conspiración que vinculaba el supuesto apoyo de Lula da Silva a la oposición paraguaya para afectar las urnas electrónicas en las elecciones de 2023. En agosto, el Supremo Tribunal Federal de Brasil pidió que el nombre de Eustáquio fuera incluido en la lista roja de Interpol.

Eustáquio fue recibido por la Comición Nacional de Apátridas y Refugiados (Conare) de Paraguay gracias a la gestión de la diputada liberal Esmérita Sánchez. La diputada lo hizo como presidenta de la Comisión de Derechos Humanos del Congreso, de acuerdo a documentos a los que accedieron El Surtidor (Paraguay) y UOL (Brasil) como parte de la investigación transfronteriza Mercenarios Digitales, en la que participaron otros 19 medios, cinco organizaciones expertas en investigación digital y estudiantes de maestría de la Universidad de Columbia, bajo la coordinación del Centro Latinoamericano de Investigación Periodística (CLIP).

Mientras gestionaba su refugio, Eustáquio estuvo activo durante las elecciones paraguayas de 2023. Hizo campaña por Santiago Peña –incluso fue a saludarlo a la sede del Partido Colorado– y fue uno de los principales perfiles que impulsaron la campaña de desinformación del cartismo sobre el supuesto ingreso “ilegal” de “hackers brasileños” para ayudar a la oposición a hacer un “fraude informático” de las elecciones, lo que se mostró falso con la misma victoria de Peña. Luego de las elecciones, Eustáquio lanzó en Paraguay un medio digital. Desde allí se defendió de los cargos en su contra por parte de la “evidente dictadura de la toga brasileña”.

Quién es Oswaldo Eustáquio

Figura conocida por los partidarios del expresidente brasileño Jair Bolsonaro, el bloguero y coterráneo Oswaldo Eustáquio ha aprovechado sus redes sociales para defender en varias oportunidades posturas antidemocráticas, atacar a instituciones como el Supremo Tribunal Federal y el Congreso y difundir mentiras sobre adversarios políticos. Como resultado fue arrestado más de una vez y es actualmente investigado por esa corte brasileña.

Eustáquio trabajó en 2018 como asesor de la ministra de la Mujer, Familia y Derechos Humanos del gobierno de Bolsonaro, Damares Alves, una pastora evangélica conocida por haber dicho el día de su asunción que con ella “comenzaba una nueva era: los niños visten de azul, las niñas de rosa” y por haber mentido sobre sus títulos de abogada y docente. La esposa de Eustáquio, Sandra Terena, ocupó un cargo oficial en ese ministerio.

El bloguero continuó siendo activo en redes sociales, pero su actividad fue interrumpida en 2020 debido a una investigación criminal de la Justicia brasileña que buscaba determinar quién lo financiaba y si tuvo un papel en la organización de manifestaciones golpistas que pedían el cierre del Congreso y el Supremo Tribunal Federal. Esto se conoció como “la investigación de actos antidemocráticos”.

Ya en ese entonces, la Policía Federal brasileña temía que Eustáquio se fugara. Fue localizado en Ponta Porá, limítrofe con Paraguay, y fue arrestado en junio de 2020 por primera vez bajo cargos de “incitar a acciones antidemocráticas”.

Otra orden de arresto en su contra se dio en setiembre de 2021, cuando en el día de la Independencia de Brasil, seguidores de Bolsonaro salieron a las calles pidiendo un golpe militar. Eustáquio fue sospechado de alentar las protestas, pero su arresto se revocó.

Una tercera orden de arresto se emitió después de que incumpliera con las restricciones impuestas por la Justicia, entre ellas no abandonar Brasilia y no usar sus redes sociales. Pese a ello, en 2022 Eustáquio se postuló a diputado federal, sin éxito.

Cómo llegó a Paraguay

Después de la victoria de Lula sobre Bolsonaro en las elecciones de 2022, Eustáquio fue uno de los principales difusores de la falsa narrativa de que los comicios habían sido manipulados para que Lula ganara. Incitando a miles de seguidores bolsonaristas que no aceptaron la derrota, hablaba sobre ello en un canal de Youtube llamado “Hipócritas”, donde trabajaba junto con el influencer bolsonarista Bismark Fugazza.

Cuando el 12 de diciembre de 2022 los seguidores de Bolsonaro atacaron la sede de la Policía Federal en Brasilia, Eustáquio fue visto en el Palacio de Alvorada, la residencia de la Presidencia brasileña, donde Bolsonaro aún vivía como presidente. Sin embargo, en un video publicado en su cuenta en Instagram negó haber ingresado al lugar por miedo a ser arrestado nuevamente.

Luego de los ataques a la Policía Federal, el magistrado del Tribunal Federal Supremo, Alexandre de Moraes, ordenó su arresto y el de Fugazza, dentro de la investigación acerca del uso de informaciones falsas. Eustáquio incumplió las condiciones para estar en libertad vigilada.

Esta vez, la preocupación de que Eustáquio pudiera huir del país resultó justificada. El 16 de diciembre de 2022 el bloguero ingresó a Paraguay por Pedro Juan Caballero, límite con Ponta Porá. Según su abogado, Levi de Andrade, su familia tiene residencia allí porque su madre es paraguaya.

Luego de la cumbre entre Lula y el presidente de Paraguay, Mario Abdo Benítez, en marzo de 2023, la Policía brasileña y la paraguaya localizaron tanto a Fugazza como a Eustáquio en un apartamento de un edificio lujoso sobre la avenida Santa Teresa, en Asunción. Entrevistada para este reportaje, la fiscal Alicia Sapriza, de la Unidad de Combate al Crimen Organizado, contó que su equipo los encontró a ambos en medio de una transmisión en vivo en redes sociales.

“Recibimos información de que estaban en un apartamento en una zona muy importante de la capital”, cuenta la fiscal Sapriza. “En el momento del arresto, afirmaron que eran presos políticos y que estaban siendo silenciados”.

Fugazza fue arrestado en ese momento y deportado a Brasil. Sin embargo, Eustáquio no lo fue: les mostró a los agentes un documento de refugio temporal emitido por la Conare, lo que le permitió evitar su arresto. Hasta la fecha, Eustáquio sigue viviendo en el mismo apartamento sobre Santa Teresa.

Un refugio gestionado por el Congreso

El proceso de refugio de Oswaldo Eustáquio empezó el 10 de enero de 2023 y la autorización tiene validez por un año. Con base en este documento, Eustáquio puede quedarse y moverse libremente en Paraguay, pese a las órdenes de arresto del Supremo Tribunal Federal en Brasil.

El propio Eustáquio habló del proceso en un audio enviado como respuesta a preguntas de este equipo periodístico para este reportaje. “No fue un documento que llevé. Fui allí y me entrevistaron. Ante la gravedad de las acusaciones contra el Estado brasileño, el gobierno de Paraguay me garantizó protección. De hecho, intentaron arrestarme allí y no lo permitieron [las autoridades paraguayas]. ¿Entendiste? Incluso el fiscal dijo que este tal Alexandre [de Moraes] allí no manda. Dijo que aquí mandamos nosotros”, afirmó Eustáquio en el audio enviado a través de su abogado Levi de Andrade. El defensor del bloguero también dijo que el hecho de que la madre de Eustáquio sea paraguaya ayudó en el proceso.

En una transmisión en vivo posterior a la detención de Bismark, Eustáquio lamentó que la Comisión de Derechos Humanos de la Cámara de Diputados de Paraguay no hubiera podido llegar a impedir la extradición de su amigo bloguero.

Mediante un pedido de acceso a información pública, consultamos a dicho ente sobre el caso. En una respuesta escrita firmada por la diputada Esmérita Sánchez (del Partido Liberal Radical Auténtico), presidenta de la comisión hasta julio de 2023, la entidad admitió haber gestionado el pedido de refugio de Eustáquio. Según el documento, “las comunicaciones se dieron por medio de correos electrónicos, también por medio de una representante que visitó las oficinas de la Comisión, quien propició una breve videollamada con el fin de que uno de los recurrentes manifieste la situación en la que se encuentra”. En la respuesta no aclaró quién fue la representante ni con cuál de los dos, Eustáquio o Bismark, conversó Esmérita Sánchez, que según el documento fue la integrante de la comisión que estuvo a cargo.

Sin embargo, el documento también contradice parte del relato de Eustáquio, al afirmar que el acompañamiento del Congreso fue “solicitado mediante nota por los Sres. Bismark Fábio Fugazza y Oswaldo Eustáquio”.

La participación de la Comisión de Derechos Humanos de Diputados en el pedido de refugio de Eustáquio no fue fortuita. Como presidenta, la diputada Esmérita Sánchez era a su vez integrante de la Conare, que es el organismo encargado de gestionar tales pedidos. La Comisión de Derechos Humanos no era además ajena al cartismo: su vicepresidenta era la diputada Rocío Abed, del movimiento del expresidente Cartes, a quien Eustáquio dio su apoyo público.

Eustáquio y los “hackers brasileños”

Mientras gestionaba su refugio en Paraguay, Eustáquio aprovechó para difundir desinformación en las elecciones de 2023. Dijo que estaba trabajando en el país “para ayudar a lograr” la victoria del entonces candidato Santiago Peña, a quien fue a visitar a la sede del Partido Colorado para una foto en marzo de 2023. Aunque fuentes cercanas al equipo de Peña negaron en su momento que Eustáquio tuviera una relación directa con la campaña electoral, el bloguero fue un difusor de la falsa narrativa de un “posible fraude” orquestado por la oposición con la ayuda de “hackers brasileños” respaldados por Lula.

Como con toda teoría de conspiración, una gota de verdad se convirtió en una lluvia de mentiras. La campaña del opositor Efraín Alegre fue asesorada por la consultora de comunicación política de Halley Arraís, un brasileño que antes había trabajado en las campañas de candidatos regionales del Partido de los Trabajadores de Brasil, de Gustavo Petro en Colombia y de Pedro Castillo en Perú. Pero por la sola presencia de su equipo, hospedado por la esposa de Efraín Alegre en Paraguay, influencers y medios de comunicación cercanos a Horacio Cartes, mentor político de Santiago Peña, divulgaron, sin sustento, que ellos eran “informáticos brasileños”, “hackers”, “piratas informáticos” y que habían ingresado “ilegalmente” al país.

Esta campaña de desinformación se extendió regionalmente gracias en parte a Eustáquio. Un análisis de El Surtidor documentó que sólo una de sus publicaciones alcanzó más de 220.000 reproducciones en Twitter. Eustáquio, junto a The National File, un sitio de fundado por el conspiracionista norteamericano Alex Jones, amplificaron la supuesta conspiración en círculos de la extrema derecha internacional, lo que a su vez sirvió a figuras del mundo digital del cartismo para declararlas válidas y para transmitir la idea de que la denuncia de los “hackers brasileños” habían trascendido fronteras por su gravedad. Eustáquio fue incluso más allá, llegando a afirmar falsamente en un video que el intento de extraditarlo estaba relacionado con una conspiración para evitar que esto se revelara.

En un video publicado antes de las elecciones de 2023, Eustáquio intentó vincular –falsamente– su pedido de prisión en Brasil con la teoría conspirativa de fraude en Paraguay.

Finalmente, Santiago Peña ganó las elecciones de Paraguay con una cómoda ventaja de diez puntos sobre Alegre. La narrativa de los “hackers brasileños” quedó olvidada.

La relación de Eustáquio con el cartismo no es circunstancial ni se basa únicamente en una afinidad ideológica. Antes de que este bloguero y otros bolsonaristas fueran a Paraguay, habían sido políticos e influencers cartistas quienes habían viajado a Brasil. Participaron en la Cumbre Conservadora de las Américas de 2018, organizada por Eduardo Bolsonaro, el hijo del expresidente brasileño. Una de esas influencers, Vanesa Vázquez, está hoy acreditada como periodista del medio digital de Oswaldo Eustáquio en el Congreso paraguayo.

Respuesta de los abogados de Eustáquio

Consultados para esta investigación, los abogados de Eustáquio, Ricardo Freire Vasconcellos y Levi de Andrade, dijeron que las detenciones anteriores de su cliente fueron ilegales.

Según la defensa, enviarán una “comunicación oficial” a la Interpol pidiendo que no se incluya el nombre de Eustáquio en la alerta roja, ya que según ellos Oswaldo es “un refugiado político en Paraguay debido a una persecución ilegal” y “uno de los supuestos delitos sería un atentado violento contra el estado democrático de derecho, un delito que no tiene validez ante la ausencia de reciprocidad”. Para los abogados, la solicitud del gobierno brasileño ante Interpol “es inútil” debido a que Eustáquio “solicitó protección política al gobierno de Paraguay y actualmente es oficialmente un refugiado”. Finalmente, argumentan que “cualquier acción en su contra violaría tratados entre Brasil y Paraguay”.

Este reportaje fue realizado en coautoría con Juliana Dal Piva, de CLIP y UOL, y Leonardo Martins, de UOL. Fue publicado originalmente por El Surtidor, con edición de María Teresa Tonderos y Jazmín Acuña.