En el marco de la campaña electoral hacia las elecciones del 22 de octubre, el actual ministro de Economía argentino y candidato de la oficialista Unión por la Patria (UP), Sergio Massa, participó este lunes en un acto en el barrio Itaembé Guazú, en la ciudad de Posadas, capital de la provincia de Misiones.

Allí, el dirigente presidió un acto de entrega de 180 viviendas, y luego dio un discurso en el que se mostró autocrítico respecto a la gestión de actual gobierno, pero también lanzó dardos a Javier Milei y reivindicó a su fuerza política.

“No está mal que tengamos la humildad de pedir disculpas, la grandeza de saber que no todo lo que habíamos propuesto en estos años lo conseguimos”, dijo Massa, de acuerdo a lo que consignó Clarín. Luego agregó: “Pero también decirles que somos los únicos que podemos mirar para adelante, dándole a la Argentina un proyecto de desarrollo donde la educación pública gratuita, de calidad e inclusiva sea financiada desde el Estado. Y los únicos que podemos garantizar un Estado que se haga cargo de la seguridad y no condene a la sociedad a ir a comprar armas para autodefenderse”, en una clara referencia al candidato de La Libertad Avanza, Javier Milei.

Además, y apuntando al candidato, pero también a la coalición opositora Juntos por el Cambio (JxC), Massa dijo que el suyo es el único espacio que “defiende la soberanía, no rifando nuestra moneda ni poniendo la bandera de otro país en nuestro Banco Central”, informó la agencia Télam.

Mientras, el ministro de Economía está apelando a varias medidas económicas tendientes a aliviar la inflación, pero con una clara finalidad electoral -el “plan platita”, como lo denominan los opositores al gobierno-, que incluyen el descuento del IVA de productos de la canasta básica para varios millones de ciudadanos, pero también un proyecto posible de implementar, pero poco articulado, de reparto de tierras fiscales, además de la suba del piso del impuesto a las ganancias anunciada hace dos semanas. La campaña está siendo particularmente ajetreada para el oficialismo, que el domingo sumó otra mala noticia con la derrota del peronista Jorge Capitanich en las elecciones a gobernador de la provincia de Chaco donde fue derrotado por Leandro Zdero, dirigente de la Unión Cívica Radical, sector histórico que desde hace años forma parte de la coalición JxC.

Capitanich, quien fue jefe de Gabinete entre 2013 y 2015 durante el gobierno de Cristina Fernández, es el gobernador chaqueño desde 2019, y anteriormente lo había sido en dos períodos, por lo que su derrota peronista fue significativa.

Hasta Resistencia, la capital chaqueña, llegó la candidata del sector, Patricia Bullrich, intentando capitalizar como propio este triunfo, que a la vez encadena una nueva derrota del peronismo, que ya suma seis en elecciones provinciales en lo que va del año.

Antes de la derrota del domingo en el Chaco, el Frente de Todos, en sus diferentes formatos provinciales, con sus lógicas locales, ya había perdido las gobernaciones de Santa Fe, San Juan, Chubut, Santa Cruz y San Luis, la mayoría de ellas luego de larguísimos períodos de sucesivos gobiernos peronistas.

Esta seguidilla negativa, en medio del camino a las elecciones de octubre, es un signo evidentemente negativo y la gran tabla de salvación del peronismo; además de obviamente tratar de ganar la elección presidencial, es poder retener el poder en la provincia de Buenos Aires. En ese distrito, el más poblado del país, en las primarias de agosto Unión por la Patria fue el sector más votado, 32,1% contra 29,1% de JxC y 24,5% de La Libertad Avanza, por lo que el actual gobernador Axel Kicillof está bien perfilado para ser reelecto.