Desde el comienzo de esta semana vastos sectores de las entidades que nuclean a los agricultores alemanes están llevando adelante protestas por la decisión del gobierno de reducir algunos subsidios al diésel para agricultores y camioneros.
Los recortes fueron el resultado de déficits presupuestarios que salieron a la luz después de un fallo judicial que declaró que el gobierno no podía reasignar a otros fines miles de millones de euros que se habían asignado como fondos de ayuda por el covid-19.
Las protestas tienen lugar prácticamente en los 16 estados federados alemanes, con la particularidad de que en muchos casos los manifestantes cortaron carreteras con sus tractores y camiones, según informó la agencia Reuters.
En varias protestas se pudo ver a personas portando carteles con imágenes de semáforos (que representan a la coalición de gobierno) con mensajes dirigidos al gobierno que preside el socialdemócrata Olaf Scholz, entre ellos: “Váyanse a casa” o “Semáforos, no, gracias”. Los agricultores vienen haciendo piquetes en varias entradas de carreteras, además de organizar protestas en pueblos y ciudades de todo el país.
Algunos políticos expresaron preocupación porque la extrema derecha intente infiltrarse en las protestas. Nancy Faeser, portavoz del Ministerio del Interior, dijo que “los extremistas de derecha y otros enemigos de la democracia están tratando de infiltrarse y de instrumentalizar las protestas”, y agregó que la Policía Federal cree que estos grupos ultraderechistas quieren organizar una “huelga general” o incluso disturbios para “derrocar” al gobierno, según explicó el portal Politico.
El partido ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD, por sus siglas en alemán) manifestó su apoyo a las protestas en las redes sociales. El martes, la cuenta oficial del partido publicó: “Alemania está viviendo una ola más que justificada de protestas de agricultores, transportistas y gente de clase media. Lo tenemos claro: nosotros, como AfD, ¡por supuesto estamos del lado de los manifestantes!”.
En su mensaje los ultraderechistas agregaron que “con una política energética ideológica, fijación de precios del dióxido de carbono y recortes del diésel agrícola, el gobierno federal está haciendo todo lo posible para destruir las bases de nuestro suministro de alimentos y nuestra economía”.
Según informó The Guardian, aunque la asociación de agricultores alemanes ha tratado de distanciarse de las “fantasías violentas de un golpe de Estado”, algunos manifestantes han compartido imágenes generadas por inteligencia artificial del Reichstag envuelto en llamas, rodeado de tractores, junto con las palabras “¡Vengan a Berlín y ahuyenten el semáforo! Alemania se está poniendo azul”, en referencia a los colores oficiales de la AfD.
Björn Höcke, el líder de la rama de la AfD para el estado de Turingia, que ha participado en marchas neonazis, publicó en Facebook: “Compañeros ciudadanos, ¡reunámonos en las calles!”.
Las protestas o movilizaciones de los agricultores no se detuvieron a pesar de que la semana pasada el gobierno anunció que se mantendría un descuento fiscal para los vehículos agrícolas y que el subsidio al diésel se eliminaría gradualmente en el transcurso de tres años en lugar de eliminarse de forma inmediata.
La situación empeoró el miércoles, cuando los trabajadores de los trenes iniciaron una huelga de tres días.
La compañía nacional de trenes Deutsche Bahn dijo que el 80% de los servicios de larga distancia serán cancelados y que las líneas regionales sufrirán interrupciones de diversos grados.
Los conductores de trenes de mercancías también estarán en huelga hasta el viernes. Deutsche Welle informó que el sindicato de conductores de tren está exigiendo sueldos mejores y una reducción de las horas laborales de 38 a 35 horas semanales.